¿Cuánto perdieron los sueldos de los argentinos frente a la inflación en los últimos 13 años?
En enero del 2024 se alcanzó un superávit primario ($2.010.746 millones) y financiero ($518.408 millones), valores que no se lograban desde el 2012. En este contexto de inflación récord, dicho resultado es producto de la reducción del gasto primario (fuerte recortes de capital como obras públicas en provincias, licuación de las prestaciones sociales, reducción en subsidios económicos, gastos corrientes y gastos de funcionamiento del Estado), sumado a un ajuste en jubilaciones y pensiones.
Por un lado, el nivel de ingresos se mantuvo en términos reales, ya que la recaudación aumentó y, por otro, los ingresos de sectores económicos que tributan impuestos coparticipables aumentaron solo en términos nominales.
Sin embargo, en febrero la contracción de la economía y el consumo en el mercado interno dejaron una caída de la recaudación del 13% con derechos de exportación, Ganancias e IVA a la cabeza. El superávit fiscal no es una batalla ganada, sino por conseguir en los meses que restan con varios obstáculos de por medio como la caída de la Ley Ómnibus, el paquete fiscal pendiente y aun por aprobarse o rechazarse el DNU en el Congreso de la Nación.
Las cuentas fiscales, en el intento de ordenarse, tienen una contraparte en las cuentas del bolsillo del ciudadano de a pie que está perdiendo fuertemente en términos reales. El ingreso medio de los argentinos durante los últimos 3 gobiernos ha perdido frente a la evolución de la variación de precios en la economía.
En el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, los ingresos medios aumentaron en un 138%, mientras que la inflación acumuló un valor de 185%. En el gobierno de Mauricio Macri esta situación fue más compleja, ya que la inflación corrió en un 297% y los ingresos medios en un 169%. Finalmente, en el gobierno de Alberto Fernández la situación se agravó aún más, con un nivel de inflación de 1.189% y con ingresos medios que estuvieron por debajo en 1.124%.
Desde 2011, se acumuló una inflación de 16.863%
Durante los últimos 13 años, todos los gobiernos desde el 2011 en adelante acumularon una inflación de 16.863%, mientras que el ingreso medio de los argentinos en el acumulado avanzó solo 10.255%. Milton Friedman decía que "los gobernantes nunca aprenden, solo las personas aprenden". La pregunta es si la sociedad ahora sí está en el estadio en el cual ha aprendido que financiar el gasto público y su déficit con emisión monetaria soluciona los problemas de los gobiernos a costa de destruir el bolsillo de la gente.
En la economía es imposible distribuir un mejor nivel de ingreso si esta no crece. A su vez, no se puede mejorar el poder adquisitivo de la población con una moneda que cuenta con una emisión por encima de la producción de bienes y servicios de la economía. Si cruzamos el nivel de inflación de cada gobierno con nivel de actividad económica por sectores, veremos el daño ocasionado a todo el arco de los rubros de nuestra economía.
Las actividades económicas que más sufrieron
Durante el gobierno de CFK, el promedio de inflación anual de ese período fue del 25%. El crecimiento de la economía se comenzó aletargar en el acumulado de la gestión con actividades que comenzaron a padecer la escasez de dólares, brecha cambiaria, cepo y alta inflación.
La economía del sector privado en esos años fue perdiendo protagonismo por política del gobierno, cediéndolo al sector público con incremento de los programas sociales, subsidios económicos sobre servicios e incremento real de empleo público. En este período la presión tributaria fue creciendo en forma sostenida, generando mayor nivel de informalidad en nuestra economía.
El gobierno de Cambiemos bajo la presidencia de Mauricio Macri comenzó con el levantamiento del cepo y corrección de los precios relativos de la economía. El gasto público con intento de disminución gradual del déficit fiscal financiado por el mercado doméstico y deuda externa no logró las expectativas deseadas. La inflación se aceleró acumulando en su gestión alimentos 203%, tarifas 242%, y comunicaciones 245%, entre otros.
Los niveles de actividad para los distintos rubros tuvieron fuertes caídas de entre 10% y 20%. Durante al menos dos años se intentaron sanear las cuentas, pero a partir del 2018 en medio de las subas de tasas de interés de la FED, los capitales que llegaron a nuestro país comenzaron a salir, sumado a una sequía que dejo de alimentar las arcas del Banco Central sin posibilidad de financiar el déficit fiscal derivó en la asistencia del FMI, un ajuste muy fuerte de la economía y el regreso del cepo cambiario.
Finalmente, llegamos al último gobierno de Alberto Fernández, donde todos los vicios del pasado volvieron a reiterarse. Incremento del gasto público, presión tributaria, emisión monetaria sin respaldo, cepo cambiario, reservas netas negativas en el banco central de la república argentina, restricción externa, incremento de la cantidad y volumen de la asistencia y programas sociales, mayor nivel de burocracia y estructura pública junto a nombramientos y empleo público creciendo 33% en los últimos 12 años.
Inflación récord desde 1991
El resultado fue inflación acumulada récord desde 1991 superior al 1.000%, caída de la economía, mayores niveles de pobreza e indigencia, incremento del riesgo país y una devaluación y una enorme pérdida de poder adquisitivo del peso argentino.
Las cuentas fiscales comienzan a intentar sanearse mediante el sinceramiento de los precios de la economía y reducción del gasto público. La inflación mensual se mantiene en dos dígitos a la espera que el plan de estabilización logre bajar su temperatura en el tiempo.
La situación económica y social es muy compleja. Si bien el gobierno mantiene sus niveles de aprobación, el desgaste de la Ley Ómnibus, la tensión por delante con el DNU y la necesidad de reformas estructurales de la economía que requiere de consensos genera ansiedad e incertidumbre en el corto plazo.
Lao Tse, uno de los filósofos más relevantes de la civilización china, decía que "el pueblo pasa hambre porque sus superiores consumen en exceso sobre lo que recaudan". Los niveles de corrupción soportados en las últimas décadas justificados por falso progresismo e ideologías vacías de verdad, pero con gran cinismo han dejado a nuestro país en una situación de quiebre donde la sociedad debe hacer un esfuerzo más luego de promesas anteriores sobre que el anterior sería último. Veremos qué pasa con este y que horizonte económico y social se puede proyectar hacia adelante.