Un dato de la crisis del consumo pone en alerta roja a las cadenas de supermercados
En medio de la caída del consumo masivo, ante la contracción del poder de compra de los trabajadores por la aceleración inflacionaria, hay un dato que da cuenta de una modificación clave en el comportamiento de los consumidores.
Se trata de una reversión de una dinámica: ahora, en plena crisis, los consumidores están yendo menos a las grandes cadenas de supermercados y volvieron a tomar preferencia por los pequeños comercios, los autoservicios "chinos" y los almacenes de barrio.
En enero, de acuerdo a los datos de la consultora especializada Scentia, el volumen de ventas se contrajo 3,8% en relación al comienzo del año pasado.
Este escenario, no obstante, tuvo una particularidad: mientras las ventas en las grandes cadenas registraron una caída del 8,3% -en relación a enero de 2023-, en los pequeños comercios se detectó una mejora del 0,5%.
Esta foto implica una reversión respecto a lo que venía sucediendo en los últimos dos años, donde las grandes cadenas aparecían como las favoritas de los consumidores.
Escenario cambiante por la crisis
Hay dos hechos que explican el súbito cambio en la dinámica de los consumidores, al desplazar a las grandes cadenas en favor de los pequeños comercios de barrio.
- Los supermercados dejaron de ofrecer productos a "Precios Cuidados", que en rigor de verdad mostraban una diferencia cada vez más grande en relación a los demás productos, los que tenían precios liberados.
Ahora, con la extinción de "Precios Cuidados", en las góndolas se notó una aceleración inflacionaria en muchos casos superior a los pequeños negocios. Esta realidad hizo que una porción de los consumidores dejaran de ir a las grandes cadenas, al dejar de detectar precios más bajos en artículos de la canasta básica.
- La otra cuestión tiene que ver con la propia dinámica de la crisis. Los consumidores que ven resentido sus ingresos, en muchos casos prefieren el comercio de cercanía ya que van de compras a medida que "les entra plata" a los bolsillos. Van comprando de a poco, se termina la posibilidad de hacer las compras grandes que rinden más de una semana.
Consumo de carne en baja
En el comienzo de 2024, también se nota una merma adicional en el consumo de carne. La caída fue del 6% en enero, en relación a enero del año pasado, según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).
Se trata de una tendencia que comenzó hace una década: el consumo de carnes pasó de los 63,2 kilos por persona al año que se comían en 2014, ahora se derrumbó a 52,4. Una baja acumulada del 17%.