Las cinco razones que explican la nueva suba del dólar, en un momento complicado para el Gobierno
La fuerte suba del precio del dólar blue, que llegó el viernes a los $1.220, junto al aumento de las cotizaciones de los dólares financieros alternativos, sorprendió a la autoridades del BCRA.
El último estudio de la consultora Consultatio Plus señala que el dólar CCL volvió a ser protagonista y acumula una suba de casi el 50% desde el 27 de diciembre pasado.
Es una suba muy fuerte y muy rápida, incluso medida en la perspectiva histórica de los exigentes estándares argentinos por lo tanto el equipo económico debe prestar mucha atención a lo que está ocurriendo.
El trabajo destaca que "lo más llamativo es que suba desde niveles muy altos de tipo de cambio (el peso solo estuvo más devaluado en muy contadas oportunidades) y convive con precios del resto de los activos financieros (bonos en ARS, en USD y acciones) que están bastante desacoplados de esta debacle".
Casos similares en 2021 y 2022
Cuando se evalúan los niveles de dólar CCL, se advierte que la corrida solo fue más aguda en situaciones muy puntuales como la de noviembre del 2021, cuando Martín Guzmán amagó con no cumplir con los compromisos fiscales asumidos en la reestructuración de deuda.
La otra fue en julio del 2022, post crash de la deuda en pesos que dejó al ministerio de Economía prácticamente vacante por un mes, y en el tránsito a la elección presidencial de 2023 en la que triunfó Javier Milei. El nivel actual es 6% superior al peor momento de la salida de la convertibilidad.
El trabajo analiza tres herramientas de política diferente para mejorar el escenario futuro: i) mejorar las condiciones del BOPREAL; ii) subir tasas de interés, y; iii) despejar la incertidumbre sobre cómo se prevé la salida del cepo/unificación cambiaria.
El desempeño del BOPREAL no es el que el gobierno esperaba
Lo cierto es que uno de los factores negativos es el desempeño del BOPREAL. El bono ofrecido a los importadores, que hasta ahora no es el esperado para las autoridades económicas.
La semana pasada se colocaron 340 millones en la cuarta licitación generando decepción en el mercado financiero debido a las expectativas de cifras más elevadas frente a la expansión de la brecha cambiaria.
En tanto que el resultado de la semana anterior fue notoriamente más positivo ya que se colocaron u$s1.180 millones, lo cual se debió principalmente a que una automotriz se adjudicó el 90% del monto para cancelar deuda con una casa matriz. A las empresas más pequeñas que deben montos reducidos parece no servirles este instrumento.
Por el momento lo que se observa es que el BOPREAL no es el instrumento elegido por los acreedores para regularizar ese stock de deuda que llegaría a unos u$s25.000 millones, frente a los casi u$s60.000 millones, que estimaba el sector privado.
El problema es que, por el momento, el mercado parece haberse inclinado a resolverlo de una manera que no esperaban las autoridades del BCRA que es comprando dólares en el mercado.
Esto presiona al dólar CCL que subió fuerte la semana pasada y llegó los $1.310 frente al dólar oficial de $830 registrando una brecha cambiaria del 60% que es la más alta desde la devaluación del peso frente al dólar del 13 de diciembre del año pasado cuando pasó de 360 a 800 pesos por dólar en el mercado único y libre de cambios (MULC).
Además del problema del BOPREAL, hay otros cuatro factores que podemos señalar para explicar esta nueva suba de los tipos de cambio: la fuerte pelea del gobierno con sectores económicos, políticos y sociales para tratar de aprobar en el Congreso el DNU 70/2023; la baja tasa en pesos que pagan los bancos, del 110% nominal anual, frente a una inflación que supera el 200% anual por la renovación de los plazos fijos, lo que provoca que los ahorristas se vuelquen a la compra de dólares; la alta tasa de inflación pronosticada para febrero y marzo cercana al 30% mensual para ambos meses y la reducida tasa del 2% mensual para el valor del tipo de cambio oficial que anunció el BCRA para los próximos meses, que frente a esa inflación mensual marca la posibilidad de un nuevo retraso del tipo de cambio oficial.
Un punto de inflexión
El estudio de Consultatio Plus describe que la devaluación del 13 de diciembre del año pasado es un punto de inflexión clave para analizar el futuro.
Lo que se observa en los últimos días es un desarme muy importante en los fondos de cobertura (intuitivamente, el lugar obvio para quienes tenían previsto pagar compromisos en USD a través del MULC).
Parte de esos fondos fueron a fondos CER, que el mercado en su conjunto empezó a acumular un monto extraordinario de liquidez en los fondos money market.
Aún luego del desarme, el stock de liquidez que hoy registra el mercado es grande y busca un mayor atractivo para el BOPREAL es sin duda una forma de mitigar el impacto de la dolarización de estos stocks" explicita.
Además, la estrategia de licuación de pesos tuvo como efecto tasas de interés reales en niveles negativos récord.
Históricamente, el dólar ha sido un refugio natural en escenarios de alta inflación con escasas posibilidades de cobertura y en cada una de las últimas corridas el BCRA se vio forzado a subir la tasa, aunque con menguantes niveles de efectividad.
Sin embargo, dado que hoy los activos en pesos muestran rendimientos negativos récord, una señal de recomposición de tasa de interés real (suba de tasas) por parte del BCRA tendría un efecto marginal importante.
Por otro lado, es un hecho conocido, que la demanda de dinero tiende a tener una mayor estacionalidad durante el diciembre (pagos de aguinaldos, vacaciones, etc.) que se revierte durante el verano.
A eso debemos agregarle que desde la devaluación del 13 de diciembre el BCRA logró comprar hasta el viernes aproximadamente 5.000 millones de dólares cuya contrapartida en pesos básicamente la absorbió al sector privado.
El sobrante de pesos consolidado no es significativo hoy (la economía está en su nivel más desmonetizado en muchísimo tiempo), pero en su distribución parece claro que el sector privado tiene más pesos de los que necesita.
Por consiguiente, el BCRA en los próximos días debería dar certidumbre sobre la salida del cepo cambiario.
El hecho que el gobierno haya mantenido casi todas las restricciones cambiarias introducidas por el gobierno anterior aún cuando la brecha llegó al 9% no fue una buena señal.
Por otra parte, las autoridades del BCRA deberían darse cuenta que lo que están haciendo los agentes económicos es adelantar la dolarización de portafolios con pesos excedentes.
En este contexto es la opción más obvia y a eso se suma el temor una especie de vuelta a la retórica dolarizadora en los últimos días.
"Es que, tras suspender las referencias al tema por un tiempo, los comentarios recientes del presidente y algunos de sus funcionarios ratificando el cierre del BCRA reviven a la dolarización como objetivo del gobierno y claramente juegan a favor del estrés del dólar CCL" dice el informe de Consultatio Plus.
Dar certidumbre respecto a cómo se planea la normalización del mercado de cambios es un factor clave para acotar expectativas extremas. La promesa de dolarización le sube el piso al tipo de cambio de equilibrio, pero la incertidumbre adelanta sus costos.
Lo que es evidente, es que el mercado interpretó que aún en condiciones inmejorables para unificar el mercado de cambios, el gobierno prefirió mantener el cepo. Hoy, con una brecha superior al 50% la salida del cepo luce mucho más lejana, más costosa y más incierta.
El dato a favor del gobierno es que, al parecer se trata de una corrida contra el peso, que no contagia tanto al resto de los activos financieros argentinos.
El otro aspecto a favor es que el BCRA mantiene un alto nivel de adquisiciones de divisas dado que esta semana registró compras por casi u$s800 millones y el saldo de enero se posiciona en los u$s2.230 millones y las reservas internacionales brutas ya superan los u$s24.000 millones.