Se derrumban los salarios: qué productos básicos subieron de precio hasta un 750% en 2023
El dato de inflación de diciembre arrojó una suba del 25.5%, es decir, en línea con algunas estimaciones del sector privado, pues lo ubicaban entre el 24 y el 29 por ciento. De esta manera, se convierte en el nivel más alto desde abril de 2002 y es la segunda vez en el año desde la hiperinflación de 1990 que el índice fue de dos dígitos durante dos meses seguidos. Además, al superar el techo del 25% se convirtió en el más alto desde febrero de 1991, que fue del 26,9%.
La inflación en la Ciudad de Buenos Aires fue de 21,1% en diciembre, por lo que, en los últimos doce meses, alcanzó el 198.4%, según informó la Dirección General de Estadísticas y Censos porteño (DGEyC).
Por su parte, el Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD) registraron una inflación de 24,3% en diciembre, situando el acumulado anual en 207,7%, la más alta desde 1990.
Los especialistas del IET explican que "la fuerte aceleración de la inflación obedece al discreto salto cambiario del 12 de diciembre, más la desregulación de precios en ciertos rubros que venían contenidos, como naftas, prepagas y telecomunicaciones".
El guarismo publicado por INDEC se ubicó 12,3 puntos porcentuales por encima del nivel alcanzado en noviembre y quintuplica al 5,1% de igual mes de 2022. Si ese porcentaje se anualiza, la inflación acumulada se elevaría a más del 1.400 ciento anual.
Si se toma en cuenta el lapso comprendido en los últimos doce meses, el acumulado es del 211,4%, pero, si se desagrega el dato de inflación de acuerdo a los denominados rubros, el que más sube es Alimentos y Bebidas no alcohólicas, que trepó un 251.3%, seguido por Salud, con el 231,7%, Restaurantes y hoteles, con el 219,1% y Recreación y Cultura, con el 218,2 por ciento.
En sentido inverso, los rubros que menos subieron fueron Educación, con el 141,7%, Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con el 149% y Prendas de vestir y calzado con el 169 por ciento.
Si se desagrega este incremento del 211.4% por regiones, las más castigadas son el Noreste, con el 219.5%, seguido por la Pampeana (212.8%), el Noroeste, con el 212.5% y el Gran Buenos Aires, con el 210,1%. Por su parte, en la Patagonia el aumento fue del 207.7% y en Cuyo del 207.2 por ciento.
En lo que hace a los productos que conforman la canasta básica, un primer análisis arroja como resultado una notable dispersión entre los diferentes rubros que conforman el indicador. En tal sentido, dentro de dicha muestra las mayores subas fueron las siguientes: arroz blanco casi el 750%, el azúcar el 420%, los fideos secos otro 417%, la naranja el 407% y las arvejas remojadas en latas un 350 por ciento. En sentido inverso, las menores subas corresponden a la lechuga, con solo el 23%, el zapallo anco, con el 46% y la cebolla, con otro 54 por ciento.
Inflación: ¿fue negocio llenar el freezer o la despensa?
En un contexto como el actual, en el que el aumento de los precios no parece haber encontrado un techo, suele surgir la duda de cuál es la mejor inversión para tratar de resguardar el patrimonio de la familia.
En tal sentido, ante la abrupta variación de los precios relativos como consecuencia de la liberación de muchos de ellos, es evidente que la batalla que libra a diario el consumidor para resguardar su patrimonio, es cada vez más compleja, por lo que es interesante destacar cuáles fueron los productos que pueden ser almacenados que más subieron en los últimos doce meses.
Por el lado de los productos pasibles de ser freezados, la mejor "inversión" pudo haber sido comprar diferentes cortes de carne vacuna y guardarlos a buen resguardo, ya que la carne picada subió un 350%, mientras que el cuadril se incrementó en un 343%, la paleta el 330% y la nalga otro 239%, mientras que el tradicional asado no se quedó atrás, pues en el año su precio se incrementó un 319 por ciento.
En cuanto a los que se pueden "stockear" en la alacena, los mayores rendimientos fueron para estos: un kilo o de arroz, que se encareció un 749%, seguido por el paquete de azúcar, que subió un 420% y los fideos secos, cuya "cotización" trepó un 417 por ciento.
Qué se puede esperar para enero
Si bien existe consenso entre las diferentes consultoras privadas de que la inflación se mantendrá en niveles muy elevados para enero, los porcentajes de subas difieren levemente según las fuentes.
Así, por ejemplo, para Abeceb se prevé una suba que iría del 25 y 26%. Para llegar a este número los analistas se basan en que "se espera una nueva ronda de ajustes en combustibles, algo menos en alimentos, prepagas y otros servicios sobre todo en el AMBA, todo como consecuencia de la distorsión de los precios relativos".
En un rango similar, se ubican las previsiones de otra consultora, en este caso Ecolatina, pues sus pronósticos para el primer mes del año son superiores al 25 por ciento.
Por su parte, desde LCG advierten que el fuerte arrastre estadístico que dejó diciembre ya asegura un piso del 12% para enero, por lo que estiman que enero el índice treparía entre el 25 y el 26 por ciento.
Finalmente, desde EcoGo, son algo menos pesimistas, pues aunque estiman que hubo un arrastre estadístico del orden del 10%, al que se suman los incrementos de los precios de los servicios regulados, proyectan que enero "cerrará entre 22 y 23% de inflación".