Fase 2 del plan de shock: Milei y Caputo están decididos a completar el programa de ajuste
Pasó menos de una semana desde que Javier Milei recibió el bastón de mando y repitió ante miles de personas en la Plaza de los Dos Congresos y en la Plaza de Mayo el ideario liberal que machacó hasta el hartazgo siendo columnista en programas de televisión, luego diputado, candidato presidencial y, finalmente, presidente de los argentinos.
"Parece que hubiesen pasado semanas, pero fueron unos pocos días. Esa era la idea, acelerar a fondo en el arranque, porque después vas perdiendo poder", grafica ante iProfesional un miembro del equipo de Milei al que se lo nota entusiasmado, aunque su cara cambia un poco cuando se le recuerda la catarata de protestas que, se espera, comenzarán a brotar a partir de la semana próxima por parte de agrupaciones piqueteras, partidos de izquierda y, sobre todo, organizaciones ultrakirchneristas.
Ese entusiasmo, según relata, se traslada a las reuniones de Gabinete, que puntualmente se vienen realizando a las 8:30 en la Casa Rosada, luego de que el vocero Manuel Adorni hace un repaso del día anterior desde las 8:00, y luego abre a cinco preguntas entre los acreditados, que también parecen haber recuperado las ganas de preguntar y hasta asienten con la cabeza ante algunas explicaciones del portavoz. El clima cambió en la sala de prensa, donde los periodistas ya no tienen que aguantarse las chicanas e ironías de la anterior vocera.
"Por ahora, estamos marcando agenda, pero sabemos que lo que viene se irá complicando cada vez más", reconoce el militante mileísta, quien aclara en varias oportunidades, por las dudas, que "el único vocero es Manuel". Así, con ese orden verticalista, se está manejando el presidente y, sobre todo, "La Jefa" Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia que maneja la agenda de su hermano con mano de hierro, en estos primeros días de ejercicio inédito del poder. Milei cumple una agenda muy rigurosa y mantiene reuniones cortas en las que siempre debe haber al menos una decisión.
Repite el esquema que tenía cuando estaba en el sector privado. Los ministros se llevan problemas para resolver y deben traer al menos dos soluciones al día siguiente, y se elige la que se considera mejor. Durante el día se hace un monitoreo riguroso para evaluar si los anuncios se hicieron de forma correcta, qué impacto tuvieron en la opinión pública y cómo se refuerzan las ideas fuerza al día siguiente.
Este jueves hubo una parada brava. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, debió salir a explicar cómo se trabajará para tratar de contener los piquetes y protestas que se vienen, con una estrategia integrada entre las fuerzas de seguridad que, al menos en los papeles, parece bien diseñada. Habrá que ver cuándo empiecen a producirse las primeras escaramuzas.
Los decretos y leyes que se vienen
En las reuniones de Gabinete se analizó también a fondo cuáles son los proyectos, y eventualmente decretos, que necesitará cada área para avanzar en la agenda fijada por Milei. A medida que se avanza, aparecen nuevos obstáculos, y se sabe que será muy difícil lograr la aprobación de la mayoría de las iniciativas. "Habrá que negociar, eso está claro. El tema es cuál es la estrategia con la que nos posicionamos. Si vamos con dudas desde el arranque, los peronistas nos van a querer comer vivos", razonan cerca del bloque de Milei, donde hay 38 diputados "debutantes", ni más ni menos.
El enlace entre el Gabinete y el Congreso lo lleva adelante Martín Menem, quien parece haber sorprendido a Milei en esta primerísima etapa con una cintura política más ágil de la esperada, y sintoniza muy bien con algunos integrantes del gabinete, como la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, quien será una de las que esté en la primera fila del delicado manejo de los planes sociales, y está recibiendo embates del kirchnerismo residual desde aún antes de asumir.
En este escenario, Milei decidió enviar los proyectos estratégicos la semana próxima al Congreso. Sabe que será difícil que alguna comisión los trate, pero pretende arrancar enero con las iniciativas encaminadas.
Uno de los proyectos claves es la modificación del Impuesto a las Ganancias para los asalariados (la famosa "reversión" de la medida, al menos durante un semestre), y el otro, la movilidad jubilatoria, que se pretende eliminar para luego decidir por decreto los ajustes que se deban aplicar.
En el caso de Ganancias, el objetivo es eliminar la ley que dejó sin efecto el pago para la cuarta categoría (esos asalariados volverían a tributar el impuesto al menos por seis meses). El ministro Luis Caputo estima que de esa forma se aumentará la recaudación en al menos 1% del Producto Bruto.
El otro punto central para las cuentas públicas, al menos en los primeros meses, es modificar la movilidad jubilatoria. La idea es dejarla sin efecto, aunque sea con un plazo determinado, para permitir que el Poder Ejecutivo disponga aumentos por decreto, cuyo porcentajes dependerán del estado de la "caja" del Tesoro. Caputo asegura que esto se hace para que los ingresos de los jubilados no queden tan retrasados, pero es obvio que al menos en el primer semestre los haberes de los abuelos seguirán perdiendo frente a una inflación que escala a razón del 1 por ciento diario (sí, diario, lo oficializó el propio ministro). Que los jubilados y pensionados seguirán perdiendo poder adquisitivo es casi una lectura del sentido común. Si no, para que se llama "ajuste" lo que quieren implementar.
Las iniciativas no se quedan en lo económico solamente. El ministro del Interior, Guillermo Francos, impulsa que la derogación de las PASO también se trate en el verano. La excusa es el enorme costo monetario que representan. Pero también existe un trasfondo muy político. Milei pretende que las elecciones legislativas de medio término de 2025 se hagan en una sola fecha a nivel nacional y con "boleta única".
Por ahora, el panorama en el Congreso es auspicioso, dicen cerca del gobierno. Destacan que la vicepresidenta Victoria Villarruel logró este jueves su primer éxito, en su primera jugada en el Senado, donde hasta hace casi nada hacía y deshacía Cristina Kirchner, la vicepresidenta que se fue haciendo "fuck you".
En un golpe de timón incluso al bloque libertario, Villarruel negoció a fondo y se acordó la designación del puntano Bartolomé Abdala como nuevo presidente provisional del Senado. Carolina Losada fue votada como vicepresidenta primera del cuerpo. Sólo falta definir la vicepresidencia provisional, que deberá proponerla el golpeado bloque de Unión por la Patria, cuyos integrantes se fueron mascullando bronca. "Real politik" en su esplendor.