Trama del fenomenal ajuste de la dupla Milei-Caputo y que hasta López Murphy considera "estremecedor"
¿No lo vieron venir? ¿Excedió sus expectativas? Por la forma en que reaccionaron distintos referentes de la escena nacional e internacional, el plan de ajuste anunciado por el ministro Luis Caputo, ideado en líneas generales por el presidente Javier Milei, permite concluir que el libertario decidió apostar todo su capital político a encarar la mayor cantidad de reformas en sus primeras semanas de gobierno, con la expectativa de que una rebaja consistente de la inflación permita amortiguar el impacto recesivo que tendrá el fenomenal recorte de tres puntos del Producto Bruto, equivalente a unos u$s15.000 millones de dólares.
No fue fácil para Caputo a anunciar el plan. En primer lugar porque no se caracteriza por tener dotes de gran comunicador -su fuerte son las finanzas, claro-, y en segundo término porque Milei quiso supervisar hasta el último detalle de la grabación que inicialmente estaba previsto difundir a las 17, y finalmente se conoció dos horas después.
Entre grabaciones, las nueve medidas que iba anunciar Caputo se transformaron en diez. Se sumó el anuncio de una duplicación de la asignación por hijo y la suba del 50% en el monto del Plan Alimentar. El objetivo fue dejar encendida alguna luz de acomodador que amortiguara la catarata de anuncios destinados a provocar una de las recesiones más fuertes de la historia moderna de la Argentina.
"Habrá estanflación, ya lo dijo el Presidente, pero confiamos en que sea menos larga de lo previsto y que hallemos esa luz al final del túnel de la que habló en su discurso", confió a iProfesional uno de los hombres que está tratando de cambiar de cuajo el complejo cuadro heredado del kirchnerismo.
Se supo después de los anuncios que el Gobierno enviará al Congreso un paquete de medidas que buscará convertir en ley. Incluyen la reversión del alivio de Ganancias a los trabajadores que votó el Congreso hace un mes, un nuevo esquema de anticipos del Impuesto a los Bienes Personales, la suba de las retenciones a exportaciones agrícolas con la excepción de la soja. También habrá un proyecto de ley para suspender la vigencia de la actual fórmula de actualización de jubilaciones y pensiones y reemplazarla por aumentos por decretos presidenciales, como hizo Alberto Fernández en el comienzo de su gestión.
El plan de shock implicará no sólo una fuerte poda del gasto público -de casi 3 puntos del PBI, unos US$ 15.000 millones- sino también un aumento de impuestos a importaciones (PAIS) y a las exportaciones (retenciones). El ancla fiscal será inmediata: el déficit financiero de 5,2% de PBI se terminará en un año. A eso se sumará que el Banco Central (BCRA) anunciará este miércoles un plan para la deuda comercial de las empresas y los pasivos remunerados, que buscarán contraer aún más la cantidad de pesos en la economía.
Además, luego de un salto del dólar a $800, se fijará el tipo de cambio con un crawling peg del 2% mensual. La última pata del programa para bajar la inflación -que subirá en un primer momento, según admite Caputo- será la recesión de la economía.
También habrá quitas de subsidios a la energía y trasporte desde febrero próximo, se eliminará la fórmula de movilidad jubilatoria, habrá una nueva moratoria, un blanqueo, subirán las retenciones de todos los productos al 15% (menos la soja, que estará en un 30%) y, habría una "reversión" de los cambios en Ganancias, y un programa de adelanto del pago del impuesto a los Bienes Personales con una alícuota preferencial. Todo eso deberá pasar por el Congreso.
Así, tras algunas dificultades que demoraron dos horas los anuncios, Caputo presentó una parte del paquete de medidas: devaluación a $800 del dólar oficial, y anticipos fiscales sin entrar en detalles sobre cuál será la reducción de subsidios.
El paquete incluyó por otra parte una serie de anuncios para los sectores más vulnerables -duplica la asignación universal por hijo (AUH) y un aumento del 50% de la tarjeta Alimentar.
Los números, que pueden parecer importantes inicialmente, se pueden quedar muy atrás si se tiene en cuenta que los economistas proyectan una inflación del 250% interanual en los próximos meses.
Un plan de ajuste "estremecedor"
Pero además de los diez anuncios oficiales, hubo detalles sobre el plan de shock que llevaron al propio diputado liberal Ricardo López Murphy, quien viene proponiendo un ajuste desde los tiempos de Fernando de la Rúa, a calificar de "estremecedor" al plan Milei-Caputo, que recibió enseguida elogios del FMI.
Es que desde el Gobierno dijeron que también se busca modificar la actual fórmula de movilidad que actualiza las jubilaciones y otras prestaciones sociales cada tres meses y reemplazarla por un esquema de aumentos por decreto, lo que impactará en los ajustes de otros planes sociales y la AUH.
A ese ajuste se suma que el decálogo de medidas incluye que no se renuevan los contratos laborales del Estado que tengan menos de un año de vigencia, la suspensión de la pauta para medios del Gobierno Nacional también por un año, la reducción de ministerios y secretarías, y la baja al mínimo las transferencias discrecionales del Estado Nacional a las provincias.
El otro punto fue la suspensión de la obra pública nueva y no iniciada. Según especialistas en energía, esto paralizará el segundo tramo del estratégico gasoducto de Vaca Muerta. Las obras deberán recaer en privados. Y agregó que se reducirán subsidios a la energía a nivel nacional y al transporte en AMBA.
Con el dólar en $800, Caputo anticipó "un aumento provisorio" del impuesto PAIS a las importaciones, que hoy va del 7,5% al 30% según los productos. Las retenciones al agro se mantienen y las de la industria también subirán. A eso agrega el reemplazo del SIRA de importaciones por un sistema estadístico y de información que no requerirá aprobar licencias.
El Ministerio de Economía detalló que se deben reducir 3% de déficit fiscal para llegar al equilibrio. Para el 2024, prevén una caída del PBI de 4,5%.
Las mejoras en los ingresos incluyen un objetivo del 0,8% del PBI de la mano de una alícuota de impuesto PAIS del 7,5% al 17,5% en 12 meses, un adicional por retenciones (15% para todos excepto soja en 30%) de 0,5% en los ingresos y la reversión de la reforma de Ganancias que instrumentó Sergio Massa por el 0,4%. A eso se suman cambios en Bienes Personales, Moratoria y un nuevo blanqueo de capitales para asegurar un 0,5%.
Al equilibrio financiero se busca llegar con achique de gastos. Los componentes impositivos tienen que pasar por el Congreso y buscan aprovechar el tipo de cambio alto. Por el lado del gasto, se prevé que el de jubilaciones y pensiones marque 0,4%, las transferencias a provincias se reduzcan a 0,5% y los subsidios económicos al 0,7%, mientras que los gastos de capital se plantean en 0,7%. Los programas sociales marcan al 0,4% y los gastos de financiamiento 0,5%. En gastos representa el 2,9% del PBI.