Se dispara la canasta básica: explosivo aumento de la carne en el mercado de Cañuelas
El precio del ganado en pie en Cañuelas registró en las últimas horas subas en los precios de hasta 43%. Fue en las operaciones entre lunes y hoy, martes. Estos aumentos repercutirán inevitablemente en las carnicerías de barrio y en las heladeras de las grandes cadenas de supermercados.
Los precios de los cortes populares llegarían a un promedio de $7.000. En el caso de los cortes premium -como la colita de cuadril y el lomo-, el precio se acercará (o incluso superaría) los $10.000 por kilo.
Las subas de esta semana se adjuntan a las que ya se habían dado antes del fin de semana, que provocaron alzas de hasta 30% y 40% en las carnicerías y supermercados.
"Por ahora el pollo no aumentó, pero se va a retrasar y en algún momento también va a subir fuerte", dice el consultor Andrés Costamagna a iProfesional.
Lógicamente, también se aguarda un parate en el consumo de carne, que podría ponerle un techo a los aumentos.
Voladuras de precios
Mientras tanto, el desbande de precios es total. Las empresas que elaboran productos de la canasta básica llegaron a aumentar dos veces en menos de una semana. Una tercera lista de precios desde que empezó diciembre.
En algunos casos, los ajustes trepan al 100%. Cualquier lector atento que haya ido a un supermercado durante el fin de semana habrá visto que los precios de los fideos o del pan lacteado se incrementaron a más del doble entre un fin de semana y otro.
Está claro que los precios de los alimentos ya se acoplaron a un dólar bien por encima del "exportador" de $650, que hasta acá había pasado a ser la referencia de la industria.
Las empresas se han lanzado a una ola de remarcaciones pocas veces vista cuando no hay una disrupción de por medio. Sin una devaluación, compañías de diversos sectores -desde alimenticias hasta laboratorios y cadenas de electrodomésticos- tomaron coberturas, para algunos incluso exageradas, ante lo que puede suceder tras los anuncios de Caputo, de esta tarde.
Manda la incertidumbre. Una devaluación, por más anunciada que esté, siempre es disruptiva en la Argentina. Más ahora, con el Banco Central sin dólares suficientes para defender un determinado tipo de cambio y con un Gobierno con múltiples deudas en moneda dura, comenzando por los importadores.
Las subas de precios de las últimas horas llegaron al 100% y 150% en rubros sensibles para el consumo popular: lo dicho, desde alimentos a remedios y televisores.