Máxima tensión por la demora del plan Milei: caos en bancos por feriado virtual y desbande de precios
"No tenemos agenda, no vale la pena que nos reunamos. Banquemos a las medidas y ahí vemos". El mensaje, entre directivos de la COPAL, la cámara que agrupa a las fábricas de alimentos, puede servir como un resumen de lo que vivió ayer el sector empresarial a la espera de las primeras medidas de la administración de Javier Milei.
En los bancos, la situación se volvió caótica. Pocos minutos antes de comenzar la rueda, el Banco Central sacó un comunicado dando cuenta de que el mercado de cambio operaría con conformidad previa. Una especie de feriado cambiario.
Las páginas de internet de las entidades colapsaron y algunos bancos recién habilitaron la posibilidad de pagar los saldos de las tarjetas en dólares, después del mediodía. Los clientes que abonaron con pesos vieron que les cobraron entre $1.100 y $1.300 por dólar. Más caro que el "dólar tarjeta", que ayer terminó en $1.020.
La confusión entre financistas y empresarios fue total. Desde algunas centrales matrices, en el exterior, hubo nerviosas comunicaciones con sus filiales locales para ponerse al tanto de las últimas novedades de una economía convulsionada y sin horizonte.
A la espera del plan Milei
Los anuncios de Luis "Toto" Caputo, finalmente serán durante el martes. Muy probablemente durante la tarde. Esto obliga a una nueva paralización del mercado de cambios, por segunda jornada consecutiva.
Ayer lunes, en la previa a la apertura, las oficinas de comercio exterior de los bancos recibieron la instrucción de que solamente se convalidarían los pagos "por fuerza mayor". Los insumos o productos médicos que ya habían sido pedidos y eran necesarios para hospitales o sanatorios.
Mientras tanto, el desbande de precios es total. Las empresas que elaboran productos de la canasta básica llegaron a aumentar dos veces en menos de una semana. Una tercera lista de precios desde que empezó diciembre.
En algunos casos, los ajustes trepan al 100%. Cualquier lector atento que haya ido a un supermercado durante el fin de semana habrá visto que los precios de los fideos o del pan lacteado se incrementaron a más del doble entre un fin de semana y otro.
Está claro que los precios de los alimentos ya se acoplaron a un dólar bien por encima del "exportador" de $650, que hasta acá había pasado a ser la referencia de la industria.
El desafío de Milei
El flamante Presidente fue muy claro y enfático respecto del escenario económico que él mismo aguarda para los próximos meses: una profunda caída de la actividad económica, suba de los niveles de pobreza y aumento del desempleo.
En las próximas jornadas quedará en claro cuáles son los instrumentos que pondrá en funcionamiento para asistir a los "caídos".
Además de la cuestión social, que le dará viabilidad (o no) a la administración Milei en medio del fuerte ajuste, el jefe de Estado tiene un desafío notable una vez que se ponga en marcha su plan económico. Ese desafío se relaciona con tratar de acortar los tiempos. De manera que la población vea que, efectivamente, "hay una luz al final del túnel".
Para lograrlo, es muy posible que se vea obligado a hacer acuerdos con el sector privado. Por un lado, con las grandes empresas de los sectores mano de obra intensivos. Por el otro, con los sindicatos para evitar una gran conflictividad social.
La clave para lograr éxito en estas gestiones la tendrá el propio Gobierno: darle previsibilidad y horizonte al sector privado. Si un empresario observa que la crisis de la economía no se agravará, que efectivamente hay una salida, preferirá esperar la mejora sin tener que despedir personal.
La misma prudencia podría pensarse para el sector de los trabajadores y los sindicatos.
A la búsqueda de dólares
La otra pata del "Plan Milei" tendrá que ver con las divisas que consiga. "No hay financiamiento" sinceró el jefe de Estado desde las escalinatas del Congreso. La búsqueda de Caputo por Estados Unidos, hace algunas semanas, resultó infructuosa, más allá de la promesa del FMI por un desembolso mínimo, en torno a los u$s1.300 millones.
Es probable que Caputo intente un acuerdo con las cerealeras para que adelanten divisas de la próxima cosecha. Una fórmula a la que también apeló Eduardo Duhalde en aquel crítico 2002. En definitiva, se trata de acuerdos financieros que pueden ayudar para tender un puente hasta la cosecha gruesa.
La única forma de acelerar las liquidaciones de los chacareros es logrando una fuerte reducción de la brecha cambiaria, a no más del 50% en una primera instancia. La acumulación de reservas en el Banco Central será, acaso, la señal más poderosa de que el plan se encamina.
¿Lo logrará? Hoy, si como se anunció, se difunde el "plan Milei" será momento de analizar lo que viene.