Impuesto a las Ganancias, devolución del IVA, blanqueo y 10 temas tributarios urgentes que deberá definir Milei
Corren las agujas del reloj y los castigados contribuyentes argentinos aguardan, con expectativas, que comiencen a cumplirse las promesas de reducción de impuestos que, en la campaña, hizo el nuevo gobierno.
En los últimos ocho años, en materia tributaria, se fue en uno y en otro sentido. El gobierno de Mauricio Macri armó una propuesta tributaria reduciendo la carga fiscal de las empresas e incrementando las de las personas físicas. La idea era que se produzca el conocido como "efecto derrame".
Alberto Fernández, al asumir, pegó un giro en la dirección contraria, provocando una disminución de la carga tributaria a favor de los individuos y las Pymes, aumentándola para las demás empresas. Se pretendía conseguir el "efecto ebullición", mejorando las cosas desde abajo para que los beneficios suban.
En ninguno de los dos casos se lograron los beneficios concretos para la economía. Ahora, llega el nuevo presidente con la promesa de campaña de bajar y simplificar los impuestos, sin embargo, ya es archiconocida la teoría en el teorema de Baglini, que determina que lo que piensa y dice un candidato en campaña es inversamente proporcional a lo que hace luego ejerciendo el cargo.
Los diez temas impositivos que tiene para resolver el gobierno de Milei
A continuación, se detallan diez temas impositivos que, a horas de haber asumido, tiene sobre el escritorio para resolver el nuevo gobierno:
1) Pactos Fiscales con las Provincias. La idea expresada en la campaña, sobre la reducción y simplificación tributaria debería incluir a los impuestos provinciales. Los más conocidos son Ingresos Brutos y Sellos, que en el gobierno de Macri se intentaron disminuir, pero luego, con la llegada del gobierno de Fernández, por la necesidad de fondos que tienen las diferentes jurisdicciones, finalmente no prosperó. La dificultad ahora se produce por la disminución de los fondos que, según se dijo, el Gobierno central les girará a las provincias. Por el contrario, es probable que por ese motivo se suban aún más los tributos locales para poder hacer frente a las obligaciones que tienen los estados provinciales. Los pactos fiscales se materializan a través de una ley, que tiene que atravesar un Congreso atomizado.
2) Retenciones de ganancias sobre sueldos. La ley 27.725, aprobada con tribunas llenas en el Congreso y votada por el nuevo Presidente, eliminó la retención del Impuesto a las Ganancias para la mayoría de los trabajadores en relación de dependencia, creando un impuesto cedular para los ingresos que superen los 15 sueldos mínimos vitales y móviles. Las consecuencias de esta reducción para el año que viene, las sufrirán las provincias que reciben por coparticipación lo recaudado por el Impuesto a las Ganancias. Asimismo, los gremios están en estado de alerta por lo que pueda suceder, en cuanto a su posible derogación que sólo podría salir por medio de una nueva ley.
3) Devolución del IVA. Este proyecto, que aún está vigente hasta fin de año, requiere de una ley para continuar en el 2024. Cuenta con aprobación de la Cámara de Diputados, le está faltando que lo apruebe el Senado. En realidad, es un programa que está mal llamado, porque no significa una devolución concreta del IVA en el consumo de los bienes de la canasta básica, ya que consiste en un reintegro del importe total gastado por determinados consumidores. Queda por ver si a este beneficio les alcanza los efectos del paso de la "motosierra" por la economía.
4) Adelantos tributarios. El esquema tributario vigente hasta ahora, consiste en un exagerado sistema de anticipos y de retenciones que se hacen del Impuesto a las Ganancias y del impuesto al valor agregado, que lo sufren tanto las personas humanas como las empresas. A esto se le suma a que, en el momento en que se pueden deducir de las liquidaciones definitivas de los impuestos, no se les reconoce el efecto de la inflación transcurrida desde cuando se abonan hasta que se presenta la declaración jurada. Además, el gobierno anterior hizo caer el certificado de exclusión de las retenciones que se hacen en el momento de importarse un bien en la Aduana. También, queda por definir el destino del Impuesto País y de las percepciones que se usan para corregir el valor del dólar. Otro tema es que se encuentra vinculado a las retenciones de las exportaciones sobre las actividades agropecuarias, minera y de las economías regionales.
5) Reconocimiento de la inflación. El Estado, durante los últimos 22 años, no reconoció plenamente la inflación en los impuestos. A pesar de que se permiten y hacen algunas actualizaciones, por ejemplo, del Impuesto a las Ganancias impositivo, en las deducciones personales y generales del mismo impuesto y de otras cuestiones menores, en el sistema tributario existen innumerables ejemplos de rubros de mínimos y deducciones, tanto en las liquidaciones impositivas como en los regímenes de recaudación vigentes, que no se actualizan desde el momento de la convertibilidad. Esto sucede porque, a pesar de que hay alta inflación, aún siguen vigentes las leyes 23.928 y 24.073 que no permiten la actualización en los impuestos. Desde el año 2019, se encuentra parada en el Congreso una ley (de unidad de valor tributario) que permitiría ajustar por inflación diversos mínimos y deducciones que se utilizan para calcular los tributos.
6) Simplificación impositiva: La carga fiscal no se limita únicamente al pago de los impuestos. Existe mucho tiempo, no remunerado, que las empresas y las personas tienen que dedicar a cumplir con múltiples regímenes de información impuestos por la AFIP. Asimismo, hay innumerables regulaciones que lo único que producen es la pérdida de tiempo administrativo para los contribuyentes.
7) Reforma tributaria: En Argentina, se necesita una verdadera reforma tributaria. Los impuestos que rigen actualmente forman parte de la matriz realizada en los años noventa. Sólo fue eliminado el Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta, todos los demás cambios fueron "parches" que se hicieron por la constante necesidad de recaudar más. Existen muchos impuestos, que no aportan mucho, pero que su recaudación tiene que cumplir un fin específico. Por ese motivo, habrá que tener en cuenta que no debe revisarse sólo el total que aporta, sino a qué destina. Queda por ver lo que sucederá con los diferentes regímenes de promoción que se encuentran vigentes en las provincias. En 1989, por la Ley de Emergencia, muchos fueron suspendidos y a las empresas beneficiadas se les otorgaron bonos de crédito fiscal. Lógicamente, todas estas medidas traen consecuencias tanto para los empresarios como para los trabajadores, que deberán ser consideradas.
8) Distribución de los impuestos: El país se debe una actualización de la ley de coparticipación. Además, tiene que definirse el destino de la recaudación de varios impuestos, como es el caso del impuesto sobre los débitos y créditos bancarios (impuesto al cheque). A pesar de no ser justo, ya que fue creado en el año 2001 como un adelanto impositivo, nunca se lo permitió descontar luego de los demás tributos que tienen fundamento teórico. El problema es que, históricamente, fue y es el tercero en aportar a la recaudación total del país. El ministro de Economía del gobierno anterior, Sergio Massa, les prometió a los gobernadores que, para compensar la caída en la coparticipación de recaudación en el Impuesto a las Ganancias, iba a trasferir parte de la recaudación del impuesto al cheque, cosa que debería salir por ley del Congreso. Lo insólito de la medida es que, como el actual destino es la ANSES, de esta manera, los jubilados y los que cobran asignaciones familiares y planes sociales iban a ser los que financiarían la mejora en el Impuesto a las Ganancias de los altos sueldos.
9) Blanqueos: En la agenda del nuevo gobierno seguramente debe haber la salida de un nuevo blanqueo impositivo, para volver a intentar seducir a los capitales que se encuentran debajo del colchón y en el exterior. El antecedente del último blanqueo fue negativo en relación con haber incumplido la promesa de no aumentar la carga fiscal futura sobre los activos incorporados al régimen de exteriorización. En los años posteriores, Bienes Personales, que iba a desaparecer, subió notoriamente. Por otro lado, el bloqueo fiscal que otorgaba el blanqueo y en favor de los contribuyentes cumplidores, tuvo muchas filtraciones debido a que la AFIP abusó sobre la postura que tuvo sobre las facturas apócrifas que permitió abrir inspecciones retroactivas sin tener en cuenta la ley tapón.
10) Por otro lado, es muy probable que se intente pasar por el Congreso un régimen de blanqueo y de flexibilización laboral, que habrá que ver la suerte que esta vez corra en el Congreso. No habría que descartar tampoco que, a lo anterior, se le adicione una nueva moratoria tributaria.