Consultoras corrigen proyección de inflación y el índice se encamina al récord del año
Las principales consultoras económicas revisaron, en las últimas horas, sus estimaciones inflacionarias de noviembre. En las últimas dos semanas hubo incrementos violentos en distintos rubros, de hasta 50%, en productos de la canasta básica.
Para noviembre, la inflación estimada de las consultoras ya da por arriba del 13%, cuando hasta hace una semana se hablaba de 11%.
Eco Go cree que noviembre cerró con el 13,5% pero en alimentos habría superado el 15%. Orlando Ferreres también midió en torno de esa cifra.
En las últimas horas, previas al traspaso presidencial, algunas de las principales fábricas de alimentos y bebidas anunciaron ajustes muy por encima de la dinámica que venía prevaleciendo. Los ajustes superan, en algunos casos, el 50%.
Dinámica preocupante
Está claro que la ola de remarcaciones de las últimas dos semanas se vinculan con la expectativa, cierta, de una devaluación en las primeras horas tras la jura de Javier Milei.
Guillermo Francos, designado ministro del Interior, habló de un "dólar razonable" de $650, y las compañías ya tomaron ese valor como nueva referencia para marcar sus precios.
Las empresas se han lanzado a una ola de remarcaciones pocas veces vista cuando no hay una disrupción de por medio. Sin una devaluación, compañías de diversos sectores -desde alimenticias hasta laboratorios y cadenas de electrodomésticos- tomaron coberturas, para algunos incluso exageradas, ante lo que puede suceder desde el próximo lunes 11.
Los aumentos atraviesan a toda la economía, pero son más graves en el rubro alimenticio. De hecho, la inflación de los alimentos terminó noviembre por arriba del resto, y lo más seguro es que haya sido récord para lo que va del año. Diciembre será peor, seguramente.
Lo que viene
Hasta hace algunas semanas, la referencia de los precios de los alimentos era -sin dudas- la cotización del dólar oficial, que ahora está en torno a los $360. Pero esta paridad ya no existe: es un precio al que no se consigue nada.
Ese régimen se quebró a mediados de diciembre cuando el Gobierno actualizó el dólar exportador y lo llevó a 50% y 50% entre el valor del dólar oficial y el contado con liqui, respectivamente.
"Vamos hacia una caída del consumo, de eso no tenemos dudas. Pero por ahora no hay manera de pensar en dónde va a frenar el proceso inflacionario", enfatiza el director de la empresa de la alimentación.
La clave es que nadie puede asegurar una estabilidad cambiaria con un Banco Central con reservas negativas, y con una deuda imposible de afrontar con los importadores. La presión para que los precios sigan para arriba con virulencia continuará.
De hecho, la expectativa de los principales bancos y consultoras dan cuenta de que la inflación de 2024 será más elevada que la de este año.