Pese al programa "Ahora 12", el consumo con Tarjetas de Crédito no repunta
Según un informe de First Data Capital Group, en septiembre las operaciones con tarjetas de crédito en pesos, movieron $3.851.853 millones, lo cual significa un aumento de un 4,4% respecto al cierre del mes pasado, y muy por debajo de los valores de la inflación esperada para este período.
El crecimiento interanual, llegó al 114,3%, quedando por debajo de los niveles de la inflación estimada del año, arrojando en consecuencia una baja en términos reales. "Luego de un mes de agosto con incremento real positivo, nos encontramos con una módica alza en los saldos financiados a pesar de los esfuerzos de las autoridades económicas por mantener la tasa de interés controlada y fomentar los programas "Ahora 12"y similares", explicó Guillermo Barbero, Socio de First Data Capital Group.
Las operaciones con tarjetas de crédito en dólares registraron una baja interanual del 10,7%, aunque con un comportamiento mensual irregular alternando alzas y bajas.
En septiembre hubo un aumento del 1,1% respecto al mes anterior. El saldo asciende a US$ 283 millones. ¨Valores muy por debajo de lo que solía ser el financiamiento en épocas previas a la Pandemia del Covid 19¨, finalizó Barbero.
Las compras de primera necesidad ya se hacen con tarjeta
En un contexto de alta inflación, cada vez se utiliza más la tarjeta de crédito para consumos de primera necesidad. Puntualmente, los gastos básicos, como los alimentos, se pagan con plástico y, de esa manera, prácticamente se pueden "patear" durante un mes y así "ganarle" a la inflación, al menos por unos días.
"El 36% de las compras en artículos de primera necesidad se realiza a crédito; la tarjeta es el medio de pago más utilizado para estas operaciones", señala un informe de la Bolsa de Comercio de Córdoba. El documento hace referencia al consumo, que logró recuperarse después de haber tocado un piso durante la pandemia del Covid-19, pero que todavía está por debajo de los niveles de 2017.
"El consumo es el principal componente de la demanda agregada de una economía. En la Argentina, el consumo privado representó el año pasado el 73% del PBI, pero en un contexto de alta inflación y gran nivel de endeudamiento, ese nivel no es necesariamente un signo positivo", señala el informe.
Desde 2022 comenzó a reducirse la tasa de crecimiento del consumo real. No solo por efecto de la inflación, que el año pasado rozó el 95%, sino también por "la caída de los salarios reales tanto del trabajo formal como informal, por lo que tanto el ahorro como el consumo fueron afectados negativamente".
En junio de este año, el 36% de las compras realizadas en supermercados se pagó con tarjeta de crédito, 32% con débito y 25% con efectivo, agrega el documento de la bolsa cordobesa. "Esos datos revelan un cambio en la participación de los medios de pago respecto a 2017: el uso del efectivo cash cayó 27%, en tanto el débito y crédito se incrementaron en 21% y 12%, respectivamente. Esta evolución permitió posicionar al consumo con tarjetas de crédito como el medio de pago más utilizado", señala.
El documento luego intenta explicar por qué se financian compras de primera necesidad. En primer lugar, de acuerdo al informe, hay una caída de salarios reales de la economía. "A junio la pérdida del poder adquisitivo interanual en el caso del sector informal fue del 15%. El 37% de los ocupados integran esa franja", agrega.
Por otro lado, aumentó la canasta básica, que en lo que va del año acumula una suba del 63,2% y se ubica por arriba de la inflación promedio. Finalmente, por la medida de incentivo por parte del Gobierno, que subió los límites de las tarjetas de crédito.
"En economías altamente inflacionarias se da el fenómeno de que la suba constante del nivel de precios "beneficia" a los deudores y perjudica a los acreedores, por tasas de interés reales que pueden ser muy bajas o incluso negativas", concluye el informe.