• 22/12/2024

Dólar y precios: Massa, ante una pulseada decisiva para evitar un desborde antes de las elecciones

A menos de dos semanas, el Gobierno quiere ponerle un techo a los dólares alternativos. En el entorno de Milei dudan de una dolarización rápida
09/10/2023 - 11:00hs
Dólar y precios: Massa, ante una pulseada decisiva para evitar un desborde antes de las elecciones

La tesorería de una de las empresas alimenticias más grandes del país recibió el miércoles una llamada desde un despacho oficial, que inquietó al directivo. Le reclamaban que suspendiera las operaciones bursátiles, típicas de cobertura cambiaria, hasta que se enfriara la cotización de los dólares alternativos. Un piso más abajo, uno de los directores del área comercial de esa misma compañía líder, atendía a un funcionario de Comercio que le reclamaba por los aumentos de precios de la mercadería.

Casi en simultáneo, esas comunicaciones reflejan con todo su potencial los enormes desajustes de la economía, a dos semanas de las elecciones presidenciales.

Los llamados personalizados desde los despachos oficiales a grandes compañías, averiguó iProfesional, se sucedieron durante la última semana.

Hay una enorme preocupación en el equipo económico por la dinámica cambiaria. Pero no solo por eso. Massa ordenó un seguimiento pormenorizado sobre los precios y el abastecimiento de los productos de la canasta básica.

La información que tienen en Economía es que algunas de las compañías líderes encararon un veloz reemplazo de productos esenciales que están bajo control de precios con otros artículos similares, pero que escapan a los acuerdos.

Esta conducta, que también es un clásico en momentos de fuertes controles, se exacerbó en las últimas semanas, de la mano de la disparada de la inflación y la suba incontenible de los dólares alternativos. Con una brecha cambiaria del 160%, no hay posibilidad de sostener un mínimo acuerdo que contenga los precios.

La inflación, en niveles muy altos antes de las elecciones.
La inflación, en niveles muy altos antes de las elecciones.

Dólar: tensión al máximo rumbo al 22

El Gobierno ya demostró que no pondrá sobre la mesa ninguna medida audaz para llegar mejor posicionado a las elecciones. Al contrario, sin conejos en la galera, y en medio de un verdadero tembladeral cambiario, no hay otra cosa que forzados intentos por arribar a esa fecha sin que explote nada.

La tensión será permanente. En los bancos y en las empresas líderes se habla de los mecanismos que podría disponer Massa en estos días que quedan. En tren de especulaciones, una de las más escuchadas antes del fin de semana fue la de un posible feriado cambiario justo antes del domingo 22.

De alguna manera lo buscó el Gobierno la última semana, cuando volvió a extender el "parking" de bonos en dólares, con el objetivo de trabar la operatoria con el dólar contado con liqui.

Desde los despachos oficiales, la lupa está en las operaciones informales; aquéllas que pueden realizarse apelando a facturas truchas o mediante empresas "fantasmas", con CUIT desactivados. Operaciones que se suelen realizar para evadir impuestos, sobre todo el IVA, ahora aparecieron de forma masiva para acceder a los dólares alternativos.

El "veneno" de la dolarización

La insistencia de Javier Milei por dolarizar trauma a las expectativas y golpea a la economía. Los principales agentes económicos buscan dolarizarse antes de que lo plantee el actual candidato en caso de llegar a la Casa Rosada, muy probablemente en medio de una crisis peor que la actual.

Esa huida del peso provoca el germen del salto de la brecha cambiaria, y es improbable que pueda ser dominada por una ofensiva oficial con los agentes de la AFIP. No hacen falta los argumentos. En la Argentina nunca sucedió que esos operativos pongan en caja al dólar ni a la inflación.

La dolarización de Milei,
La expectativa por la dolarización de Milei ya golpea a la economía.

Juan Nápoli, referente de Milei, el organizador de sus encuentros con el "círculo rojo" en Mar del Plata, cree que el libertario no podrá dolarizar en una primera instancia. Y que, en todo caso, requerirá de al menos 12 meses para llevar a cabo su proyecto.

A esta altura, con un Milei lanzado y liderando las encuestas, nadie quiere quedarse rezagado. La ola dolarizadora es muy fuerte, a esta altura, con un Banco Central que dispone cada vez menos de reservas para hacerle frente.

Es una dinámica insostenible; a esta altura de la crisis, a ningún inversor se le escapa que la autoridad monetaria ya no le queda demasiado resto para esas intervenciones. A lo sumo, el Gobierno podría bajar la palanca de las importaciones. Una decisión que complicaría todavía más a la actividad económica.

La dinámica de la corrida se agravó y es probable que se vean momentos más dramáticos hasta el momento de ir a votar. Algunos números dan cuenta del momento de pánico: la suba del contado con liqui, que ya trepó a $900, acumula 22% en las últimas 12 ruedas, "lo que supone la cuarta corrida durante la administración Fernández", dice el último reporte de PPI (Portfolio Personal).

"En cuanto al driver de la corrida, va ganando consenso en el mercado de que el complejo plan de dolarización del candidato que lidera las encuestas podría estar exacerbando la típica dolarización de carteras preelectoral", señalan los analistas de la consultora.

Precios: el radar llega a las góndolas

La alarma en el Gobierno se vincula con los aumentos imparables de los alimentos. Según el monitoreo de la Ciudad de Buenos Aires, el rubro volvió a despuntar a la hora de hablar de la suba de los precios.

Una disparada de precios en la recta final para el voto, un escenario temido por el Gobierno.
Una disparada de precios en la recta final para el voto, un escenario temido por el Gobierno.

Contra una inflación del 12% en septiembre, los alimentos treparon 14,7% en la Ciudad. Un 147,8% en los últimos 12 meses. Este es el principal problema de la economía real en la actualidad. Pareciera que no hay ninguna solución para enfriar esa tendencia, y lo peor es que lo que viene pareciera empeorar ese lastimoso escenario.

La suba de los dólares alternativos -a un nivel cercano a los $900- influye decididamente en la inflación y lastima el poder adquisitivo.

La indefinición de la política no hace más que empeorar el panorama.