Massa ya tiene nuevo plan "anti inflación": qué planea hacer con las tarifas y el costo del transporte
El Gobierno está resignado -de hecho ya lo reconoció- a que la inflación de agosto alcance los dos dígitos. Es que la devaluación superior al 20%, el precio de la carne y las últimas medidas post paso tomadas por el ministro de Economía, Sergio Massa, comienzan a caer por su propio peso.
En este marco, y tras anunciar la suma fija de 60.000 pesos, el candidato de Unión por la Patria comenzó a analizar otras estrategias para contener la disparada de los precios. Vale recordar que entre los últimos anuncios, se encuentra la renovación de Precios Justos con las empresas y la prohibición de las exportaciones de carne.
Las medidas de Massa para contener el impacto de la inflación
En primer lugar, aunque no lo anunció este domingo, el ministro estaría pensando en congelar el precio del boleto de trenes y colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). En caso de ponerse en marcha, la medida estaría vigente por 90 días, hasta después de que se lleven adelante las elecciones generales de octubre.
Pese a que no congelará las tarifas, Massa buscará dilatar la discusión por un aumento de luz y gas lo máximo posible. En este sentido, vale recordar que el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue contundente y exigió al Gobierno argentino un nuevo ajuste en este rubro para compensar los nuevos gastos, quitando subsidios.
"Las autoridades anunciarán su decisión (acción previa) de ajustar los precios de la electricidad mediante la emisión de una resolución (propuesta para finales de agosto de 2023) a partir del 1 de septiembre, para usuarios residenciales de ingresos bajos y medios, así como para usuarios comerciales más pequeños (en línea con la legislación establecida y los objetivos acordados de recuperación de costes)", expresó el FMI en un comunicado.
Al margen de la presión que ejerce el organismo liderado por Kristalina Georgieva, un eventual incremento en las tarifas requiere de una audiencia previa, lo que le permitirá a Massa acercarse a las elecciones sin antes anunciar una nueva suba.
Suma fija: ante el rechazo empresarial, Massa sube la apuesta y prepara medidas para forzar el pago
La suma fija de 60.000 pesos que anunció el Gobierno para paliar los efectos de la inflación comenzó a los tropiezos. Está dirigida a trabajadores en relación de dependencia del sector público y privado, pero la negativa a pagarlo de los gobernadores de doce provincias reforzó la posición de las cámaras empresarias de hacer lo mismo. El planteo se transformó en un duro desafío para el oficialismo en medio de la campaña. No sólo por el nivel de acatamiento del bono, sino por los recursos que puede tener el Gobierno para que su aplicación sea obligatoria.
"Las empresas que no paguen tendrán una infracción, van a tener que pagar el bono y encima una multa", aseguró este martes la ministra de Trabajo Raquel Kelly Olmos. La funcionaria buscó despejar las dudas sobre las consecuencias que afrontarían los que no paguen el bono. El interrogante es relevante porque el Ministerio de Trabajo es la autoridad encargada de verificar este pago, pero hasta el momento no hay una sanción específica para castigar el incumplimiento en el pago de un bono de estas características.
En medio del escenario electoral, el rechazo que ya anticiparon conglomerados empresarios como la CAME es un doble problema para el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa. Si el bono no se paga, pondrá en crisis una de las medidas que apuntan a mitigar el impacto de la inflación, pero también pondrá en tela de juicio la capacidad del ministro para aplicarlo.