Sergio Massa busca darle empuje a su campaña y tomaría una sorprendente decisión
El ministro de Economía y candidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa, escuchó con atención a Lula Da Silva en su reciente visita a Brasil para acordar el respaldo del gigante sudamericano a la Argentina financiando importaciones por unos u$s 600 millones.
Lo sorprendió el nivel de detalle que el presidente brasileño maneja sobre la coyuntura política local, y notó preocupado al líder del Partido de los Trabajadores. Lula sabe cuáles son los números que vienen arrojando las encuestas de cara a las elecciones de octubre. Esos datos reflejan por ahora que la candidatura de Massa no remonta, y persiste el riesgo de una derrota en primera vuelta si se produce un vuelco masivo hacia Javier Milei.
A Lula esos datos le hicieron recordar a los que devolvían los sondeos sobre el crecimiento de Jair Bolsonaro, que finalmente lo terminaron erigiendo presidente de Brasil.
Tal vez por eso, cuando volvió del viaje, Massa le pidió a cada área de gobierno promocionar hasta el más mínimo detalle de las medidas anunciadas el domingo, poniendo especial énfasis en destacar la cantidad de dinero que está volcando el gobierno sobre la actividad económica para tratar de que la devaluación "impuesta por el FMI" no termine de paralizar una economía que da signos de fatiga.
Números que preocupan
De acuerdo con el índice de la consultora de Orlando Ferreres, la actividad económica retrocedió 0,5% en julio y en los primeros siete meses del año acumula una retracción del 1,1%. Peor le va al consumo, que cayó casi 20% en la segunda semana de agosto y agudiza esa tendencia que comenzó tras la devaluación del 22% definida la noche de la derrota electoral.
El índice elaborado por Focus Market advierte que el consumo retrocedió 6,1% en lo que va del año. Y alerta que la incorporación de impuestos para la importación de bienes y servicios, la devaluación y la evolución de la cotización del dólar está llevando a fuertes alzas de precios de hasta el 25%.
Ante ese escenario tan temido, Lula se permitió darle algunos consejos a Massa. Le dijo que, según su mirada, ahora es el tiempo de hacer campaña a fondo, y le advirtió que ningún candidato gana machacando todos los días sobre el ajuste que reclama el FMI.
"Sergio tenés que dedicarte más a la campaña, olvídate por ahora del Fondo, de las reservas y de los números", fue la frase que, palabras más, palabras menos, le dijo Lula, y que quedó dando vueltas en la cabeza de Massa en su viaje de regreso desde Brasil.
¿Giro en la campaña electoral?
Hasta dónde llega la reflexión en que se encuentra Massa es un misterio, pero se sabe que tanto la CGT como gobernadores e intendentes del PJ están pidiendo dar un giro en la campaña electoral y volver a poner sobre la mesa promesas que devuelvan algo de esperanza a una sociedad exhausta, con los bolsillos flacos.
Ante ese escenario complicado, el ministro candidato evalúa ir a fondo con los anuncios de campaña y dejar de lado la suba de tarifas prevista a partir de septiembre. Esa alza fue anticipada por la secretaria de Energía, Flavia Royon, pero ahora habría ingresado en revisión. También piensa dejar de lado las subas del transporte público, clave para la economía de millones de hogares del AMBA.
Este viernes deberían ajustarse los boletos de trenes y subtes, según la inflación de julio del 6,3%. El boleto mínimo de colectivos es de $ 53, mientras que el de trenes oscila va de $ 26 a $ 33. ¿Quedarán fijos hasta después de las elecciones?
En el Área Metropolitana es donde el peronismo considera que se puede hacer la diferencia, en particular en el conurbano bonaerense, donde hubo un corte de boleta a favor de Milei que sorprendió a más de un intendente. Por eso, el secretario de Transporte, Diego Giuliano, también está en comunicación permanente con el ministro de Economía.
Qué medidas evalúa Massa
Massa estudia congelamiento de tarifas hasta después de las elecciones y ya encargó hacer cálculos para tener los números finos sobre el impacto que tendría sobre el Fisco postergar esos ajustes que golpean con fuerza a la clase media, uno de los sectores que se aleja cada día un poco más del kirchnerismo. Hasta ahora la cuenta arroja poco más de $70.000 millones.
Tras el anuncio de medidas en etapas que Massa hizo el domingo a través de redes sociales, ahora se preparan más "buenas noticias" que hagan foco en la clase media. El congelamiento de las cuotas de la medicina prepaga, que ya subieron casi 70% en lo que va del año, apunta en ese sentido.
También el congelamiento de precios de medicamentos, donde Massa evitó aclarar que los laboratorios extranjeros no ingresaron por ahora en ese acuerdo, y de los combustibles, claro que después de permitir un ajuste del 12,5% a todas las petroleras.
El tema de las tarifas siempre ha sido muy sensible a Cristina Kirchner, que considera que subirlas es una de las medidas más piantavotos. Esa percepción hizo que durante su gobierno se produjera un retraso tarifario descomunal, que Mauricio Macri primero no se animó a ordenar y luego intentó corregir, a medias.
Ahora, Massa deberá decidir si conviene correr el riesgo de ampliar el rojo fiscal a cambio de dejar de llevar malas noticias a la puerta de una clase media que está superada por la magnitud de la suba de precios que disparó la devaluación. Esa mirada estratégica deberá abarcar las tarifas de luz y gas, y el costo de los pasajes de trenes y colectivos.