La economía cruje por falta de dólares: las medidas de alto impacto que Massa evalúa para después de las PASO
Sergio Massa tiene una agenda súper nutrida hasta el viernes, ante el cierre de la campaña más importante de su vida. El tigrense quiere ser el próximo jefe de Estado. Pero, en simultáneo, ya sabe que las obligaciones como ministro no le dejarán tiempo para el relax una vez que se conozcan los resultados de las PASO, el domingo por la noche.
La semana que viene, Massa debe encaminar el preacuerdo con el Fondo Monetario que quedó pendiente de resolución en la parte final de la campaña electoral. Para convertir ese acercamiento en la realidad de un acuerdo, que le habilite al país un desembolso de u$s7.500 millones, por parte del organismo.
La paradoja es que esos fondos le permitirán al FMI cobrar un vencimiento que de otra forma no podría hacerlo. Pero, más allá de esa cuestión, lo más trascendente es que el Gobierno se verá obligado a tomar medidas adicionales para acceder a esas divisas.
Se sabe, el FMI pretende que el Gobierno vaya por una devaluación que sincere el mercado cambiario. El Gobierno seguirá bloqueando esa posibilidad.
Hace un par de semanas, Massa lanzó una "evaluación fiscal", que encareció las importaciones de bienes y servicios. Puso el impuesto PAIS del 7,5% para los bienes -con excepción de los productos de la canasta básica- y del 25% para los servicios.
Lo más probable es que ese escenario se profundizará después de las PASO.
Medidas de alto impacto, bajo análisis
Exceptuada la chance de una devaluación, la posibilidad de generalizar al impuesto PAIS hasta un 30% es algo concreto. Sería la manera de desbaratar la idea de una devaluación durante la campaña rumbo a las presidenciales de octubre.
La imposición, no obstante, persigue el objetivo de disminuir las importaciones. Un camino que inevitablemente provocaría un enfriamiento de la actividad económica.
La extensión del impuesto PAIS podría evitar una devaluación abrupta pero no una aceleración en la dinámica del "crawling peg" del dólar oficial -algo que se está viendo en la actualidad- y que también impacta en los precios internos.
Además, una medida de ese alcance provocaría una aceleración inflacionaria. Algo de eso, de hecho, ya se constata en las góndolas de los supermercados y también en otros sectores, como el automotor, por citar algunos, ante el incremento en los costos de los fabricantes.
El dólar paralelo trepa y se ensancha la brecha cambiaria
Por otra parte, el bloqueo a las importaciones, de manera tan determinante, tuvo un impacto muy negativo en el mercado cambiario.
El dólar blue volvió a escalar y, acaso todavía más relevante, también lo hicieron las cotizaciones de los dólares financieros. La brecha se volvió a ampliar, con lo cual recrudecen también las presiones sobre el tipo de cambio oficial.
En este contexto, la dinámica inflacionaria se recaliente. Sucedió cada vez que la brecha cambiaria se ensanchó.
Sucedió en marzo de este año, cuando el dólar blue se escapó a los $500 y la inflación de abril trepó al 8,4% y recién pudo desacelerar al 6% tres meses más tarde, básicamente porque el precio de la carne se estabilizó.
Los precios volvieron a acelerar. Por la aparición de un nuevo "dólar maíz" de $340, pero también por las turbulencias cambiarias.
Inflación recalentada
De acuerdo al relevamiento de Eco Go, la consultora dirigida por Marina Dal Poggetto y que semanalmente monitorea la evolución de los precios, la inflación de la última semana marcó un nuevo pico.
La suba promedio estuvo en el 2,8%, más de un punto por encima de la inflación de la semana anterior, que fue del 1,7%. Incluso por arriba del 1,4% de la primera semana de julio, que es la que se debe cotejar para evitar la influencia de la estacionalidad.
La gran diferencia la está marcando el precio de la carne.
Una fuerte suba de los precios justo en la previa de las elecciones puede enfriar las chances del candidato oficialista. Y más si el candidato es el ministro de Economía en funciones. Ese doble rol es que en estos momentos tiene Massa.
Según Eco Go, el precio de la carne lideró la inflación semanal, con un alza promedio del 8,6%. Está claro que la carne se despertó justo en el peor momento, visto desde la óptica del ministro-candidato.
La proyección de inflación para agosto, para Eco Go, trepa al 8,5%, bien por encima del 6% de junio y del estimado de 7% como máximo para julio.
La inflación de los alimentos se ubica incluso un escalón por arriba del promedio, en torno al 8,9% según Dal Poggetto y Sebastián Menescaldi.
¿Medidas para compensar?
En caso de que, finalmente, Massa se inclina por el "nuevo" impuesto PAIS para todas las importaciones, hay dos o tres medidas que ayudarían a compensar a una franja de trabajadores.
Por eso en las últimas horas se habló de la posibilidad de un bono de suma fija para trabajadores de bajos ingresos, tanto estatales como privados. Algo que Massa prometió poner a consideración de la CGT, que se vino resistiendo a esa posibilidad.
También se renovarán los bonos para jubilados y pensionados de la mínima, tal como viene sucediendo.
Y una actualización de la AUH y de la "tarjeta Alimentar", que vienen perdiendo contra la inflación.
Se vienen más momentos complejos para una economía que cruje ante la falta de dólares.