MOMENTO DECISIVO

Con el FMI en receso, crece el temor por el dólar: ¿puede aparecer un "cisne negro" después de las PASO?

Como a finales de 2001, una decisión del FMI puede cambiarlo todo. Melconian aventuró una devaluación en el corto plazo. Los escenarios post Primarias
ECONOMÍA - 03 de Agosto, 2023

Hace 21 años, ocho meses y tres semanas, la Argentina vivió una de las jornadas más determinantes de su historia económica. El 9 de noviembre de 2001, el Fondo Monetario le bajó el pulgar a un desembolso por u$s1.260 millones dando por finalizado su hasta entonces categórico respaldo a la convertibilidad.

Aunque el uno a uno entre el peso y el dólar extendió su vigencia algunas semanas más, aquel 9 de noviembre quedó claro que la ruptura del modelo era inevitable. Era cuestión de tiempo nomás.

Para algunos observadores -desde economistas con años de experiencia y también entre políticos en ambos lados de la grieta e incluso algunos funcionarios-, el actual escenario -con muchas salvedades obvias- guarda semejanzas con aquel lejano noviembre 2001.

También, como ahora, la política económica estaba dirigida por un funcionario de altísimo perfil y vehemente. Confiado hasta el extremo de sus propias posibilidades de desanudar la crisis. El Domingo Cavallo de entonces se parece a Sergio Massa.

El Gobierno, ante una crisis que se asemeja a 2001

El Fondo Monetario, a su vez, se parece a sí mismo. Tal como sucedió a principios de siglo, el organismo también dio ahora un apoyo a las políticas del Gobierno. Pero, incluso como en aquel momento, llega un punto en el que deja su estrategia bajo puntos suspensivos. Hasta que finalmente toma una determinación clave para la suerte de la economía. Y, en definitiva, del país.

Lo último que se sabe es que el staff del Fondo llegó a un "principio de acuerdo" con el equipo económico sobre las nuevas metas fiscales, monetarias y de acumulación de reservas, luego del incumplimiento por parte del Gobierno.

El resultado que obtenga Massa el 13 de agosto será clave en la negociación con el FMI.

Tras esa decisión, de hace unos días, el organismo entró en receso hasta la segunda quincena de agosto, algo tradicional en Washington a esta altura del verano, y que este año calza justo con el calendario electoral en la Argentina.

Hasta que sucedan las PASO, entonces, no habrá novedades del directorio del FMI, que debería convalidar -o no- lo sugerido por el staff.

Pocos dudan de que los directores, en representación de los países socios del Fondo Monetario, levantarán el pulgar. Al menos la mayoría de ellos, como también fue habitual en las últimas votaciones sobre los acuerdos con la Argentina.

Esta vez, la duda y la preocupación pasa por otro lado.

¿Y si aparece el "cisne negro"?

Carlos Melconián, referente tanto de Patricia Bullrich como de Horacio Rodríguez Larreta, se mostró pesimista sobre el día posterior a las PASO. "Es altamente probable una devaluación después del 13 de agosto", vaticinó el economista de la Fundación Capital.

"Hay que tomar este jarabe de la devaluación y no por el club de devaluacionistas, sino porque todos los días abrís y cerrás el boliche y te da más lo que sale que lo que entra", argumentó.

El pronóstico de Melconián hizo ruido entre empresarios y gerentes de empresas en las últimas horas. No porque el economista haya dicho algo disruptivo. Más bien, la cuestión pasa por si ese argumento no va en línea con lo que piensan en el FMI. Es decir, si el Directorio del Fondo no obligará al Gobierno a medidas cambiarias -una devaluación- como condición para efectuar el desembolso de dólares prometido.

Melconian anticipó una devaluación desde el 14 de este mes y crece el temor por un pedido del FMI para devaluar.

En el comunicado distribuido por el organismo sobre el preacuerdo con la Argentina no figuró ninguna medida consensuada con el Gobierno.

Sergio Massa, horas antes del anuncio, puso sobre la mesa una serie de medidas que lubricaron ese preacuerdo con el FMI. Básicamente, la creación de un "dólar maíz" de $340 y la imposición de impuestos a las importaciones de bienes y servicios, que en la práctica funcionan como una devaluación. Pero eso no es lo que reclama el organismo.

¿Alcanzará el paquete anunciado la semana pasada para liberar los desembolsos de u$s7.500 millones que servirán para cumplir con los vencimientos del propio organismo?

Hay quienes sospechan que el resultado de las PASO del domingo 13 serán determinantes para esa respuesta. Que todo dependerá de la suerte del propio Massa en esas elecciones. ¿Será lo mismo una negociación con un candidato con chances de ser el próximo Presidente a una en la cual el ministro-candidato quede sin chances?

Si ese fuese el escenario, y Bullrich o Rodríguez Larreta ya se encaminen a ser (alguno de los dos) el próximo jefe de Estado, ¿acaso no tendrán nada que decir sobre el país posterior al 10 de diciembre? ¿Querrán que el FMI aparezca como el sostén de una dinámica económica que consideran insostenible? Más bien que todo lo contrario. Estarían a favor de que sea esta misma administración quien se haga cargo de los desajustes. De una eventual devaluación.

A 11 días de las PASO, la inflación se acelera

En las últimas dos semanas se evidencia un recalentamiento de los precios. Una parte se explica por la puesta en marcha de las nuevas medidas. La otra, por la incertidumbre en medio de la falta de dólares y las reservas negativas del Banco Central en medio de una campaña presidencial.

En plena campaña, la inflación podría dispararse nuevamente y el Banco Central registra reservas netas negativas.

A 11 días de las primarias, que definirán el nuevo mapa político de la Argentina, las principales empresas del país están definiendo los aumentos de los precios que aplicarán a partir de los próximos días. Ejecutivos consultados por iProfesional admiten que la situación es de una gran incertidumbre, tras las últimas medidas tomadas por el Gobierno.

A menos de dos semanas de las PASO, cada vez queda más claro que se vienen momentos decisivos para la vida política, económica y social del país.

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