Plazo fijo tradicional: para ganar más plata y tomar la mejor decisión, ¿me conviene invertir cada 30 o 60 días?
Ante el proceso inflacionario que vive el país, considerar un depósito bancario a plazo fijo podría ser una respuesta para poder invertir nuestros ahorros y ganar dinero. Y si bien en junio se observó una desaceleración, el índice sigue siendo considerablemente alto.
En este contexto, el plazo fijo se presenta como una opción atractiva para pequeños inversores, ya que la tasa nominal anual (TNA) se mantiene en un 97% para personas físicas que realicen colocaciones menores a $30 millones.
De esta manera, cada período mínimo de 30 días, que corresponde al encaje de los fondos solicitado por el sistema financiero, generaría un rendimiento del 7,97%.
Esta tasa supera el aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) registrado en mayo, que fue del 7,8%, y el de junio, que según el INDEC, fue del 6%.
Ahora bien, frente a esto una de las consultas que surge es qué tipo de plazo fijo me conviene más: ¿a 30 o a 60 días?
Plazo fijo: ¿me conviene invertir cada 30 o 60 días?
En el caso de que decidas realizar un plazo fijo por $100.000 a 30 días, vas a obtener $7.973 de intereses. De esta forma, si lo sumás al capital inicial, da como resultado un total de $107.973.
Si al mes siguiente volvés a invertir dicho monto en plazo fijo, ya con el interés obtenido de los primeros 30 días, más lo ganado en intereses, obtendrías al final del plazo $116.762, es decir lo depositado al principio de mes más un interés de $8.679.
Mientras que si de entrada invertimos los $100.000 pesos a 60 días, vamos a tener una ganancia de $15.945 al finalizar dicho período.
Es importante tener en cuenta que las tasas de interés pueden variar entre diferentes bancos, por lo que siempre es recomendable verificar la tasa específica ofrecida por la entidad financiera donde estás realizando el plazo fijo.
Además, tené en cuenta que los cálculos aquí proporcionados son aproximados y pueden variar ligeramente dependiendo de los detalles exactos del plazo fijo.
Lo que sucede es que al invertir en plazos de 30 días, se tiene la oportunidad de reinvertir las ganancias obtenidas en cada período, lo que brinda la posibilidad de aprovechar el efecto del interés compuesto. Esto significa que al final del plazo, se acumulará un mayor monto en comparación con mantener el dinero inmovilizado durante un período más largo.
El segundo motivo se vincula con el contexto económico actual y la volatilidad de los mercados. En tiempos de crisis y con la incertidumbre económica presente, resulta más conveniente mantener la flexibilidad financiera y tener la libertad de tomar decisiones estratégicas mes a mes. Optar por plazos fijos más cortos permite adaptarse a las cambiantes condiciones económicas y tomar decisiones informadas en cada vencimiento.
Correr detrás de la inflación
El jueves pasado, el Directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) confirmó, a través de un comunicado, "mantener sin cambios la tasa de política monetaria. Por segundo mes consecutivo, la inflflación mensual registró una signifificativa desaceleración respecto del mes previo, en línea con las previsiones de la autoridad monetaria".
"En junio, la tasa de inflación mensual fue de 6,0%, 1,8 p.p. menor al registro de mayo y 2,4 p.p. inferior al dato de abril. La desaceleración del IPC fue difundida al interior de sus categorías y divisiones. Así, la inflflación núcleo se ubicó en 6,5%, el registro más bajo desde enero, reduciéndose en el mes -1,3 p.p. En la categoría Estacionales y en la división de Alimentos y bebidas no alcohólicas (AyB) incidió principalmente la desaceleración de las verduras y frutas, reflflejando que fueron disipándose los efectos adversos de la sequía que en los meses previos presionaron al alza", explicaba el BCRA.
De este modo, con un dato de inflación de junio que quedó en el 6%, el rendimiento mensual del plazo fijo continúa siendo real positivo respecto del dato de evolución de precios, tal como lo exige el Fondo Monetario Internacional (FMI) y como le viene demandando constantemente el mercado al BCRA.
Y es que, hasta el quinto mes del año, los altos índices inflacionarios habían provocado que el regulador monetario tuviera que correr de atrás a la inflación por más que venía ajustando fuerte la tasa en el último tiempo y dando fuertes señales al mercado respecto de su determinación de que las tasas del plazo fijo sean positivas.