Créditos Anses para jubilados: un intento por revertir el desplome de las líneas para consumo
El relanzamiento de los créditos baratos de la Anses para jubilados y pensionados intentará dar vuelta una dinámica: el fuerte retroceso de las líneas destinadas al consumo que ofrecen los bancos a sus clientes y que, en otras épocas, fueron verdaderos impulsores de las ventas en grandes y pequeños comercios de diversos rubros.
Por culpa de la inflación -que derivó en una fuerte suba de las tasas de interés y en una pérdida del poder adquisitivo de la población imposible de disimular, los créditos al consumo marcan una tendencia negativa, que el Gobierno busca al menos atemperar con estas líneas focalizadas.
La tasa de interés de estos créditos es la más baja del mercado, por lejos. Un costo nominal anual del 29%, que llega a tan sólo el 37,5% de CFT cuando se le añaden los gastos e impuestos asociados.
Los últimos datos del Banco Central dan cuenta de la caída en las líneas para el consumo.
Qué pasa con los créditos bancarios
En efecto, la autoridad monetaria acaba de informar una caída de los préstamos al consumo a las familias: del 0,9% en junio respecto de mayo. Y del 14,6% versus junio del año pasado; nada menos, dando cuenta de la merma en la capacidad de la gente por tomar deuda y poder pagar las cuotas mensuales.
Dentro de los préstamos bancarios para el consumo, los más críticos son los créditos personales, que tuvieron una contracción del 3,7% en junio versus mayo; y del 21,7% en relación a un año atrás.
En las compras con tarjetas de crédito, la caída interanual "real" llegó al 10,2%. Mientras que en los créditos prendarios, se registró una baja del 1,1% entre mayo y junio, y un retroceso del 12,0% contra junio del año pasado.
La caída en el nivel de financiamiento al consumo se verifica en distintos sectores. Lo acaba de medir la cámara que agrupa a los pequeños comercios: la CAME detectó una baja del 3,6% en el volumen de ventas en junio respecto a un año atrás.
Caída de los salarios
Desde que comenzó la actual crisis cambiaria, en abril de 2018, la pérdida de los salarios formales ya superó el 18% desde entonces. Y alcanzó al 41,4% para los trabajadores "informales".
En todo caso, lo que sorprende en este 2023, al menos en el recorrido de los primeros seis meses del año, es que el consumo de los bienes "no durables" viene en ascenso.
Es decir que aun con un quebranto notable en sus bolsillos, productos de una inflación que bordea el 120% anual, las ventas de bienes de consumo "inmediato" siguen en alza.
El fenómeno abarca algunos segmentos de bienes "durables", como los autos, ya sean cero kilómetro o usados. Incluso en esta Argentina con problemas de dólares, que impiden a las fábricas conformar a la demanda que tienen los consumidores.