Cae el consumo por aceleración inflacionaria: dramático desplome en comercios de barrio
El consumo de productos de la canasta básica se contrajo 3,1% en mayo, en relación al mismo mes del año pasado, dando cuenta de la pérdida de poder adquisitivo de la gran mayoría de la población en medio de la aceleración inflacionaria.
El mes pasado, la inflación interanual trepó al 114,2% pero en el rubro "alimentos y bebidas" fue superior: 117,8%. En el caso de la canasta básica alimentaria, la suba resultó del 122,6%, de acuerdo a la última medición del Indec.
Esa tendencia alcista de los precios de los alimentos y bebidas, que empeoró en los últimos meses, ya muestra un impacto negativo en los bolsillos de los consumidores.
La caída en las ventas es desigual: el mayor impacto se evidencia en los pequeños comercios de barrio, que venden más caro que las grandes cadenas de supermercados. En estos grandes negocios, las ventas crecen mientras que en los autoservicios y almacenes, se desploman.
Los últimos registros
El último relevamiento de la consultora Scentia, que monitorea la realidad del consumo masivo mes a mes, da cuenta de una dramática caída en las ventas de los comercios más pequeños.
Contra mayo del año pasado, las ventas en los almacenes y autoservicios ubicados en la ciudad de Buenos Aires se desplomaron 29%. En contraposición, las ventas en los grandes supermercados crecieron 7,8%, también contra mayo de 2022.}
La situación es clara: la diferencia de precios entre los grandes comercios y los más chicos se amplió a valores históricos. Los autoservicios se abastecen en distribuidores y mayoristas, se ven obligados a vender cada vez más caro, en un contexto de aceleración inflacionaria.
La venta de alimentos se deprimió 2,7% en mayo versus el mismo mes del año pasado. En el caso de los productos consumidos en el desayuno y la merienda (lácteos en general, café y yerba), la baja es más sensible; del 7,5%.
En los productos "perecederos", que incluye a los congelados, la merma alcanzó al 7% interanual. Y en los artículos de limpieza, la baja fue del 5,1%.
El único rubro que logra mantenerse a flote es el de las bebidas, tanto alcohólicas como sin alcohol, que registraron una moderada alza, del 2,6% interanual.
El golpe no es homogéneo: impacta en los consumidores del AMBA -CABA y el gran Buenos Aires-, mientras que en los distritos del interior se mantiene un ciclo positivo, con una mejora general del 1,8%. Acá se nota el impacto del ingreso de turistas extranjeros, sobre todo a las ciudades fronterizas.
Está claro que la retracción del consumo es como un efecto lógico de la aceleración inflacionaria. Sólo unos pocos gremios lograron empardar, con sus negociaciones paritarias, al proceso inflacionario. El resto de los trabajadores sufre la pérdida del poder adquisitivo.