A pesar del FMI, el "plan platita" no para: la exorbitante cifra que destina por día el Gobierno a planes sociales
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No hay plan de ajuste exigido por el FMI que valga. En un año electoral, el Gobierno sabe que si alguna chance tiene de retener el control del Estado, radica en las multimillonarias sumas destinadas a paliar el hambre.
De acuerdo con los datos de los primeros cinco meses del año, ya se destinan casi $4.000 millones diarios a los planes Potenciar Trabajo y Alimentar.
En cinco meses, ya se consumieron más de la mitad de los fondos previstos en el Presupuesto, por lo que para octubre, mes de las elecciones, se habrán agotado totalmente. Unos $600.000 millones fueron destinados a sostener a las personas más vulnerables, lo que no frenó los reclamos frente al Ministerio de Desarrollo Social y hasta la Plaza de Mayo.
"Con este nivel de inflación, esa plata es clave. De lo contrario, no sé dónde estaríamos en este momento", se sinceró un puntero de La Matanza que se encarga de distribuir bolsones de comida desde la Intendencia.
De esta forma, con la inflación mensual orillando los dos dígitos y la pobreza por encima del 40%, una de las pocas políticas sociales consistentes sigue siendo repartir plata.
Sin planes sociales efectivos, Tolosa Paz se limita a evitar conflictos
Con un dólar oficial en $230, los fondos destinados a planes sociales superarán los u$s5.000 millones cuando concluya este año electoral. Controlados por organizaciones piqueteras y La Cámpora, el monto total repartido en lo que va del año superan en un 40% a los del 2022, en línea con la inflación esperada.
La semana próxima el INDEC difundirá el IPC de mayo, que se ubicaría apenas por debajo del 8%. Eso arrojará un costo de vida acumulado del 39% en los primeros cinco meses del año.
El interés para que ese dinero fluya se tiñe cada vez más de política. La ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, quiere jugar por algún cargo en agosto, y la política social desempeña un rol clave para sus aspiraciones.
Son 1,2 millones los beneficiarios de planes Potenciar Trabajo, que hasta ahora han hecho poco y nada para reconvertirse en empleo registrado. El plan equivale a medio salario mínimo vital y móvil, lo que representa $44.000 a partir de junio. Ese monto debería tener una contraprestación de cuatro horas diarias de trabajo, de lunes a viernes. Pero en los hechos muy pocos lo terminan cumpliendo.
A esto se suma la tarjeta Alimentar, que ya consumió casi el 60% del total de los fondos presupuestados para el año. Alcanza a 1,4 millones de beneficiarias y ronda los $34.000 para madres con tres hijos.
Para septiembre, los fondos presupuestados para este plan estarán agotados y el Gobierno deberán reasignar partidas, porque no se puede dar el lujo de ir a una elección con un conflicto social de magnitud.
En este escenario de conflicto latente, el ministro de Economía, Sergio Massa, deberá agudizar el ingenio para tener algo que mostrarle al FMI como gesto de buena voluntad a cambio de que acepte adelantarle plata.
Planes sociales: los piqueteros también juegan en esta elección presidencial
Acostumbrados a manejar cientos de millones todos los meses, que en muchos caso reparten con cierta discrecionalidad, quienes conoce el día a día del mundo de los planes sociales explican que cada sector piquetero tiene su "corazoncito" para esta elección.
El kirchnerismo lleva las de ganar, ya que no sólo maneja la caja de la tarjeta Alimentar, si no que tejió acuerdos con la mayoría de los líderes piqueteros rumbo los comicios de agosto.
El Potenciar Trabajo es controlado mayoritariamente por el Movimiento Evita, que formó parte del "albertismo" que nunca terminó de instalarse y terminó en la decisión del presidente Alberto Fernández de bajar sus aspiraciones de reelección.
La novedad de las últimas semanas es que la histórica puja entre el Movimiento Evita y La Cámpora parece haber bajado de tono luego de que Emilio Pérsico participó de una foto política con Cristina Kirchner.
En ese juego de poder también talla Juan Grabois, quien coqueteó con una candidatura y fue uno de los dirigentes invitados por la vicepresidenta a subirse al palco del reciente acto en Plaza de Mayo. Grabois -quien quedó en el centro de las miradas esta semana por la polémica en torno de un mega basural a cielo abierto en Luján- tiene funcionarios en el área social que le responde, como Ramona Fernanda Miño, la secretaria de Integración Socio Urbana.
El otro dirigente que talla en el manejo de los planes es Daniel Menéndez, de Somos Barrios de Pie, subsecretario de políticas integración y formación.
La tarjeta Alimentar, en tanto, es manejado por la Cámpora, a través de Laura Valeria Alonso, funcionaria de Desarrollo Social con un presupuesto que ronda los $450.000 millones anuales
Alonso ya le advirtió a su jefe, Máximo Kirchner, que a este paso esos fondos se agotarán en septiembre. ¿Habrá sido un tema de análisis durante el largo viaje que compartieron la semana pasada Kirchner y Massa rumbo a China?
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Cerca del Ministerio de Economía aseguran que la plata para llegar a fin de año con los planes pagados en tiempo y forma estará sin problemas. Y de paso transmiten optimismo: "El costo de vida empezó a bajar en mayo. Si a fines de junio llega la plata del FMI, a Sergio no lo para nadie", aseguran. Habrá que ver cómo quedan las candidaturas del oficialismo.