Salarios: se acortan los plazos de paritarias y se incrementan las subas, ¿alcanzan para pelearle a la inflación?
A pocas semanas de terminar la primera parte del año, la dinámica inflacionaria luce bien distinta a la imaginada por Sergio Massa. Los precios suben bastante más allá de lo prometido por el ministro de Economía. A medida que transcurren las semanas, los acuerdos paritarios -entre sindicatos y empresas- se van acomodando a esa realidad. Y los expertos apuntan a que el escenario podría complicarse más temprano que tarde, aun cuando no haya un evento disruptivo como una devaluación.
En las últimas semanas se cerraron varios acuerdos. En promedio acordaron aumentos que, en términos anualizados, ascendieron a 124,5%. Prácticamente en línea con la inflación esperada: de acuerdo al último relevamiento de expectativas del Banco Central (REM), el IPC cerraría este año en el 126%.
El otro dato llamativo se relaciona con el período de vigencia de los últimos acuerdos entre empresarios y gremios: fue de tres meses en promedio.
Lo anterior remarca que, ante la aceleración inflacionaria, se siguen acortando los plazos de las paritarias.
Incluso, en todos los casos se pauta una revisión más adelante. No obstante eso, como ninguno de los gremios quiere perder contra la inflación en el mes a mes, las pautas mensuales son cada vez más elevadas.
Los datos están incluidos en el último informe gremial preparado para sus clientes por la consultora Synopsis, que dirige el politólogo Lucas Romero.
Sueldos: el ritmo de los gremios
El plazo de los acuerdos -y también el porcentaje de los incrementos salariales- se fueron modificando a medida que la inflación se recalentó, desde que empezó este 2023. Fueron en el sentido contrario: mientras los plazos se acortaron, los ajustes se fueron agrandando.
¿Cómo se resolvieron las últimas negociaciones, las que se concretaron durante mayo?
En total, el mes pasado se cerraron cinco acuerdos, la mayoría de gremios medianos, que en total involucran a medio millón de trabajadores. A continuación, los detalles de los últimos acuerdos:
- Químicos (10.000 afiliados). Acordaron un ajuste del 37% para los meses mayo a julio, con una revisión al mes siguiente.
- UPCN (220.000 empleados). Este grupo de estatales acordó un 33% de incremento para los meses de junio a agosto.
- Ferroviarios (30.000 afiliados). Selló un acuerdo del 37% para el cuatrimestre que va de abril a julio.
- Gastronómicos (160.000 afiliados). Firmó un 30% para los próximos tres meses. En el gremio dijeron que "habrá revisiones permanentes".
- Bancarios (92.000 afiliados). Revisó su acuerdo para el primer semestre, por un total del 66%. Revisarán nuevamente en agosto.
Salarios formales le ganan a la inflación, por ahora
Con la única excepción de enero, en los meses subsiguientes, los sueldos formales del sector privado lograron ganarle a la inflación, a pesar de la aceleración de los precios.
En abril -el último registro publicado por el INDEC- la mejora salarial promedio fue del 9,8% contra una inflación del mes del 8,4%. En marzo, la suba de los salarios también había sido del 9,8%, contra una inflación del 7,7%. Un mes antes, en febrero, los salarios formales crecieron 8,4% mientras la inflación fue del 6,6%.
En enero habían perdido: con un alza salarial de 3,8%, la inflación ganó la carrera con el 6%.
Durante la primera parte del año, los acuerdos salariales fueron en torno del 8% mensual, algo que avanzó ahora un par de puntos, hasta el 10% cada mes, como quedó demostrado en los gremios detallados más arriba.
Lo llamativo, acaso, es que con la mayoría de los trabajadores perdiendo la carrera contra la inflación, la conflictividad laboral es baja. Se encuentra en el nivel más bajo de los últimos 16 años.
"Durante todo el año pasado hubo 724 conflictos con paro y 831.000 huelguistas en huelga, siendo ambos registros los más bajos desde que se lleva la estadística del Ministerio de Trabajo", destacó el informe de Synopsis.
¿Un bono para recuperar salarios?
A pesar de la presión desde distintos sectores sociales, el Gobierno sigue rechazando la idea de un bono compensador para los trabajadores que pierden poder adquisitivo, en su mayoría pertenecientes a gremios pequeños o, directamente, no sindicalizados.
La ministra de Trabajo, Kelly Olmos, desestima la posibilidad de un bono compensador, de suma fija, para los trabajadores. "La inflación, al ser un proceso continuo, no se puede resolver con una suma fija, que es una decisión discreta", argumenta la funcionaria.
El problema para el resto de los trabajadores, aquéllos que no forman parte de la elite (los que están agremiados a los sindicatos más grandes) sin dudas, será no perder poder de compra este año, con una inflación que se encarama al 130%.