Ante la negativa de China, Massa espera una "bala de plata" de Brasil y enfrenta un dilema: ¿reservas o importaciones?
En finanzas como en la vida, "el infierno es un camino empedrado de buenas intenciones" como sostuviera San Francisco de Sales, en el siglo XVII. Acaso, Luiz Inácio Lula Da Silva tuvo la mejor de las intenciones al intentar ayudar a la nación Argentina que está atravesando una crisis de reservas, monetaria y fiscal que tiene un impacto cotidiano en las finanzas diarias de su población pero que, además, incide negativamente en las ventas que Brasil realiza al país sudamericano cuyos importadores demandan dólares prácticamente inexistentes a las autoridades del Banco Central (BCRA).
La institución que dirige Miguel Pesce, (BCRA), atraviesa una disyuntiva.
China no libera dólares y Massa enfrenta un gran dilema
A la espera de las divisas que pueda conseguir la gestión económica que encabeza el ministro de Economía, Sergio Massa, de visita oficial en China, debe elegir entre abastecer las necesidades de los importadores o fortalecer las reservas poniendo en peligro el nivel de actividad, el abastecimiento de bienes y servicios con el consiguiente impacto que pueda tener en precios ante la carencia de productos.
Desde luego que lo que suceda en las grandes capitales financieras, Washington, Shangai, Beijing, con el auxilio económico para la Argentina, definirá el rumbo próximo del mercado.
Mientras la dolarización de las carteras continúa, los directores del Banco Central se manejan con escasas reservas, u$s9.000 millones, para enfriar el dólar futuro en un año eleccionario que arroja pocas certezas acerca de la próxima administración central.
Financiar a Argentina: fracasa la idea de Brasil
En ese contexto, el fracaso de "Lula" y Dilma Rousseff en su ingeniería para ayudar a su socio comercial hace mucho ruido en la economía y lleva al ministro Sergio Massa a evaluar caminos heterodoxos para conseguir divisas de la manera que sea.
Consumada la negativa del gobierno chino de Xi Xinping para modificar el artículo 7ª del estatuto del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) que le hubiera permitido a un tercer país, que no integrara la estructura de los BRICS, obtener garantías financieras de la institución monetaria, la titular de la entidad, Dilma Rousseff, esbozó una idea ante Sergio Massa para que un país miembro del club de los BRICS solicite el capital necesario para realizar un proyecto específico que se ejecutaría en la Argentina.
De esta manera se realizaría una especie de crédito puente y las divisas y/o garantías llegarían a la Argentina vía un préstamo del NBD a la India para financiar sus compras de aceite de girasol al país o un aporte de capital para Brasil que lo utilizará para multiplicar el comercio con su socio principal del Mercosur.
Una solución de último momento que se justifica para salvar del papelón a los gobiernos sudamericanos que se habían comprometido públicamente a reforzar las reservas del Banco Central argentino con el apoyo financiero de los BRICS.
"No fue posible. Hay dificultades para cambiar el artículo" reconoció, Lula Da Silva, recientemente, al ser consultado en conferencia de prensa acerca de su idea original para sostener financieramente a Argentina.
¿Se apresuró "Lula" Da Silva al realizar ese anuncio que no se pudo cumplir junto a su amigo Alberto Fernández o se confió en el poder que ha vuelto a tener su "ahijada política", Dilma Rousseff, que fue nombrada titular del banco de los BRICS por unanimidad?
La economista de 75 años, ejerció como la primera mujer presidenta de Brasil desde 2011 hasta que fue destituida en 2016, cuando cayó a un corto ostracismo de la vida pública de la cual fue rescatada recientemente por la administración de "Lula" Da Silva para que dirija el acaudalado, Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) que responde a los BRICS, y del cual el gobierno argentino necesita que sea garante financiero de la importaciones de Brasil.
Desde luego que el expediente argentino es tan sólo uno de los difíciles casos que deberá atender la economista del Partido de los Trabajadores (PT) al frente del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD).
Porque su elección para dirigir el banco de los BRICS, acrónimo utilizado para nombrar a economías emergentes con grandes dimensiones geográficas y demográficas y que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, deberá resolver el futuro crediticio de uno de sus socios principales: la Federación de Rusia, que conduce Vladimir Putin.
La invasión a Ucrania decidida por el Kremlin conllevó a la suspensión de préstamos y financiación a Rusia de parte del NBD debido a un escenario de "incertidumbres y restricciones", según un reporte de prensa de marzo de 2020 que evitó hablar de la agresión del Kremlin a Ucrania.
La violación de las fronteras de un país soberano retrotrajo las relaciones y el derecho internacional hasta los comienzos de los juicios de Nuremberg.
A pesar de no haber condenado de manera explícita la decisión de Moscú, el directorio del NBD se sumó a las sanciones financieras occidentales, en un momento en el que el directorio del banco contaba con un representante del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, el banquero Marcos Troyjo.
Troyjo había sido designado para el cargo por el gobierno conservador de Bolsonaro para el período 2021-25, en el que la presidencia rotatoria del NBD recae en Brasil, pero la administración de "Lula" Da Silva necesitaba otro perfil en ese puesto. Principalmente una persona de confianza para una posición estratégica en materia de política exterior brasileña.
Brics: el objetivo del Nuevo Banco de Desarrollo
Con sede en Shanghái, el NBD fue creado en 2014 por los países BRICS y tiene como misión financiar proyectos de infraestructuras y desarrollo sostenible en los países fundadores, economías emergentes y en desarrollo.
Desde entonces, ha aprobado una financiación de 32.800 millones de dólares para 96 proyectos. En la actualidad cuenta con nueve miembros, además de los cinco países fundadores, se sumaron Bangladesh, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Uruguay.
El ministro Sergio Massa participa hasta el 31 de mayo de la cumbre del directorio del banco, invitado por el embajador de China, ZouXiaoli y por Dilma.
En la invitación formal que recibió el equipo de Sergio Massa se lee un párrafo suscripto por DilmaRousseff que señala, "... el desarrollo mundial se enfrenta a retos cada vez mayores como el debilitamiento del crecimiento económico, el aumento de la volatilidad de los mercados financieros, el recrudecimiento de las tensiones geopolíticas, la fragmentación de las redes comerciales y el deterioro de las perspectivas climáticas. El mundo está experimentando grandes cambios que no se veían desde hace un siglo".
Por estas horas, tanto Massa como Rousseff, están buscando una salida creativa a una de las crisis de reservas más fenomenales que ha conocido la Argentina en su historia como nación.