• 21/11/2024

Tras los vaivenes del dólar agro, ¿termina en mayo o se viene un "dólar soja 4"?

El economista de Romano Group analiza el resultado que el incentivo tuvo para el BCRA y qué  condiciones convencerían a los productores de volver a vender
24/05/2023 - 20:00hs
Tras los vaivenes del dólar agro, ¿termina en mayo o se viene un "dólar soja 4"?

Según lo anunciado en su origen, nos adentramos en la antesala de las últimas ruedas de vigencia del "Dólar Agro" vigente hasta el 31 de mayo para el caso de la soja. "Economías Regionales" quedará vigente hasta el 31 de agosto, aunque de todas maneras el grueso liquidado corresponde a la oleaginosa.

Las incógnitas que comienzan a ser cada vez más frecuentes son si se cumplirá la meta propuesta, si realmente fue exitoso este esquema, qué sucederá luego del 31 de mayo, cómo sucederán las liquidaciones, cuál podría ser la dinámica cambiaria del Banco Central luego de esta edición. Aquí se intentará dar un breve análisis sobre cómo se podría desenvolverse dichas variables.

Se avizoraba un inicio de esquema con sus rigideces debido a cómo venía cotizando la soja los días anteriores y que probablemente la mejora en el precio en pesos podría llegar a ser inferior a lo que estaban esperando los productores. Ello despertó cierta frustración e incluso enojo al conocer los primeros precios ofrecidos por el sector exportador que a ojos de la oferta, generaba gusto a poco.

Con el correr de los días la comercialización se encontraba poco lubricada hasta principios de mayo, cuando los precios comenzaron a aumentar por el lado de la oferta, en pos de "quitarse" los pesos de encima y al mismo tiempo lograr una originación de mayor contundencia.

¿Por qué la necesidad de volcar pesos? Debido a que ya habían sido liquidadas las divisas a $ 300 y se necesitaba comprar la mercadería para dar por finalizado el giro. No es un dato menor.

En el ínterin, el Banco Central lograba acumular reservas pero "a cuentagotas". Ello lo acusa claramente el porcentaje de divisas que logró retener la autoridad monetaria en sus arcas en comparación de las divisas liquidas. A priori, se le escaparon muchos dólares en el Mercado Único Libre de Cambios.

 

Es por ello que, si bien esta edición del "Dólar Soja" (re-bautizado "Dólar Agro") no fue significativo en términos de acumulación, sí lo fue como refuerzo que impidió un drenaje de divisas de mayor escala. Por ende, exitoso en acumulación no fue, pero si permitió un "ahorro" de reservas.

En las ruedas que quedan, a excepción de algún evento extraordinario a la dinámica actual, es probable que se mantenga en tal racha, habiendo comprado poco con respecto a las ediciones anteriores. Incluso en términos nominales, lleva comprado neto u$s746 millones comparado con u$s2.326 millones y u$s4.980 millones, en el Dólar Soja 2 y 1, respectivamente.

En cuanto a la meta establecida de u$s5.000 millones a cumplir a fines de mayo, todo apunta a que no  podrá ser cumplida. Hasta el 23 de mayo se llevaban liquidados u$s3.202 millones, por lo que significaría en promedio de las ruedas restantes, estar liquidando u$s450 millones diarios, es decir, un 307% más que el promedio diario de esta edición.

¿Se viene un Dólar Soja 4?

La gran incógnita que se está planteando el mercado es si viene en camino un tipo de cambio diferencial "nuevo". Por ahora ha quedado dentro del ámbito del rumor y comentarios, pero sin datos oficiales que nos aclaren el panorama. Se habla de una posible prórroga de esta edición, otros sobre un posible "Dólar Maíz", etc.

No obstante, es importante destacar que la posición de soja a junio de 2023 cotizó a u$s388 por tonelada, mientras que el precio de la soja disponible (la que se vende bajo el esquema de "Dólar Agro") cotiza a u$s340 por tonelada. Esto implica que por una diferencia de nueve días, el mercado le asigna un carry al valor de la soja de u$s48. ¿Por qué ese fuerte diferencial?

Todo apunta a que el mercado descuenta que el "Dólar Agro" finalizaría efectivamente el 31 de mayo y es por ello que la soja cotiza con una prima en una posición que se encuentra a solo pocos días de ser vigente. Por ende, la soja sube en dólares para intentar colocarse en sintonía con lo que sería el valor en pesos de la soja que el mercado cree acorde (algo similar pasó anteriormente luego de cada esquema, donde la soja quedó "inflada", tal como se comentó anteriormente en la columna "Productores y exportadores no se ponen de acuerdo en el precio: ¿Se agota el dólar agro?").

La experiencia reciente nos indica que en la medida que no se ofrezca un tipo de cambio diferencial, las liquidaciones del sector impactado bajan rotundamente. Si a ello se le suma la incertidumbre electoral donde será dificultoso que productores se deshagan de divisas.

 

Allí es donde es probable que veamos un Banco Central cuya situación cambiaria empeore y sume fragilidad al ya deteriorado escenario cambiario, cuyas reservas netas rozan valores negativos en torno a los u$s1.550 millones. En dicha situación es donde la idea de otro tipo de cambio diferencial cobra fuerza.

Esto será clave monitorear, ya que el mercado entendió que cuando las "papas queman", el Banco Central ofrece un tipo de cambio más competitivo para evitar el drenaje de divisas o bien acumular reservas, en el mejor de los casos.

Todo apunta a que la intención es evitar la devaluación (mediante salto discreto), aunque, ¿acaso no estamos hablando ya de devaluaciones segmentadas? Mientras tanto, al Dólar Agro se le acaba el tiempo, y al Banco Central, las reservas.