El psicólogo, la pandemia, la guerra con Ucrania, la sequía y una inflación desbordada que pulveriza los ingresos
El número de inflación de 8,4% mensual medido a través del IPC de abril que dio a conocer ayer el INDEC ya da una idea sobre cuál será el punto de partida para mayo en vista de que algunas consultoras y bancos han comenzado a alertar que no hay que descartar los dos dígitos.
Este escenario que muestra la economía deja muy claro que, a diferencia de lo que manifestó el presidente de la Nación Alberto Fernández, la inflación no es un problema psicológico de los comerciantes minoristas argentinos o de los supermercadistas chinos sino el resultado de una política económica errática con fuertes desequilibrios fiscales monetarios y cambiarios que se han hecho más evidentes en lo que va de este año.
Fernández afirmó el jueves por la noche que mantuvo una conversación con el ministro de Economía Sergio Massa para establecer un plan para bajar la inflación y textualmente dijo que "es lo que yo decía y que me cuestionaban: la inflación autoconstruida. Es la inflación psicológica que no está en el consumidor, sino que está en el pequeño comerciante y lo peor, o tal vez lo mejor, es que los argentinos aprendimos a convivir con esa alta inflación".
Mostrando un total desconocimiento de la teoría económica, el presidente agregó además que "en abril tuvimos una corrida que llevó al dólar a 500 pesos, pero después bajó. Ahora hubo una subida de precios que opera en la cabeza de los argentinos como si fuera a repercutir toda la suba del dólar en los precios".
También señaló: "El tema es que el dólar baja, pero los precios no bajan. Algo similar ocurre con la nafta que sube cuando el petróleo aumenta, pero cuando disminuye no cae el precio".
Inflación: los buenos y malos de la película
Lo más grave fue que el presidente destacó que "las cadenas de súper e hipermercados respetan bastante el programa de Precios Justos pero el problema es que los supermercados chinos nunca quieren entrar en la iniciativa para frenar la inflación".
De acuerdo a esta mezcla de análisis psico-económico que hizo el presidente, tanto los comercios minoristas como los supermercados chinos serían los principales causantes de las remarcaciones de precios mientras que las grandes cadenas de súper e hipermercados serían los buenos de la película.
Tal vez el presidente no esté al tanto o no le hayan informado cuál es la realidad de esos acuerdos de precios. Como muestra del programa de Precios Justos, hay que mencionar que arrancó en noviembre pasado con una inflación mensual del 4,9 % y en abril la inflación subió al 8,4%. En términos interanuales. pasó del 92,4 en noviembre al 108% de abril pasado pero en abril del 2022 llegaba al 58%.
Esto implica que, a pesar de los programas de Precios Cuidados y de Precios Justos, la inflación medida mensualmente casi se duplicó en seis meses. Por otro lado, desde noviembre la inflación siempre subió el mes posterior y hace seis meses que se da ese fenómeno. La causa no es por la pandemia, por la guerra de Ucrania o por la sequía como ha mencionado varías veces Alberto Fernández.
Para entender el fenómeno de la inflación argentina podemos recomendarle al presidente y a sus asesores en temas económicos, considerar conceptos y explicaciones del recordado economista Tomas Bulat quien siempre destacaba que el problema de la economía argentina es la inflación y no el dólar.
Dólar: ¿causa del problema o su consecuencia?
Bulat sostenía que, en los momentos de confusión colectiva, donde el aparente sentido común carece de razón, es importante explicar el error de pensar que la enfermedad es el dólar y la inflación la fiebre, y no al revés.
"Es por eso que se pone el acento en que el dólar suba, pero no tanto en que lo hagan los precios. En ese sentido debemos mencionar que cuando se confunde la causa de un problema con su consecuencia, no es posible encontrar su solución", explicaba el economista.
En este caso, mencionaba que "de seguir este tipo de razonamiento, que no pocas personas aceptan cómo válido, que para mantener una inflación baja deberíamos fijar el precio del dólar y eso no funcionó nunca en la Argentina para frenar la inflación porque el dólar es un precio más de la economía".
Para demostrarlo, señalaba varios aspectos como:
1) La inflación es el aumento sistemático, sostenido y generalizado del nivel general de todos los precios de bienes y servicios de la economía y el valor del dólar es un precio más como también lo es la tasa de interés.
2) Si bien esta es una definición de diccionario, en términos callejeros significa que los precios suben, que lo hacen en todos los bienes y servicios, y que cada uno tiene su propia lógica.
3) Esto hace que algunos precios suban más que otros, que lo hagan en diferentes fechas y en diferente forma. También ocurre que una mayoría sube y el que se queda retrasado luego compensa con grandes saltos.
4) El problema de la inflación es que genera distorsiones en los precios relativos. Esas distorsiones cambian rápida y abruptamente cuanto más alta sea la inflación. Siempre existen variaciones de precios, pero con una inflación del 3% anual no son importantes, ahora bien, con una del 50% anual son en extremo peligrosas.
5) La inflación es la suba de precios, pero también puede ser vista como la contracara, es decir que dado un monto de dinero cada vez se pueda comprar menos con él. El reverso de la inflación es la pérdida de valor del dinero o de su poder adquisitivo.
6) El dinero es un bien más de la economía. Cuando hay mucha existencia de cualquier bien, este vale menos, en tanto que cuando hay poco de un bien, vale más. Esa es la relación entre la cantidad de dinero y la cantidad de bienes y servicios que tiene una economía.
7) Cada compra que hacemos, la pagamos. Por lo tanto, la cantidad de dinero existente debe alcanzar para poder pagar todas las compras de bienes o servicios que hagamos.
8) Si la cantidad de bienes y servicios crece todo el tiempo, es necesario que la cantidad de dinero crezca en una proporción similar para poder pagar esos nuevos bienes o servicios. Ahora bien, si la cantidad de dinero crece mucho más que la cantidad de bienes y servicios existentes, entonces sobra dinero.
9) Ese dinero circulante, al no poder comprar más bienes o servicios por estar agotados, se destina a los precios que suben hasta que la cantidad de dinero excedente finalmente queda absorbida.
10) La causa monetaria no es la única en la generación de inflación. Se debe tener en cuenta también la inflación estructural que es la generada por las tensiones distributivas en un país altamente agremiado (tanto trabajadores como empresarios) cuyas disputas por salario o rentabilidad se resuelven no solamente en el mercado, sino en mesas de negociación de pocas personas.
Esto hace que ante aumentos de precios para aprovechar una situación de mercado que agranda la rentabilidad de las empresas, los sindicatos de los trabajadores pidan mayores incrementos salariales.
Bulat sostenía que "nuestra ignorada inflación tiene esas dos causas. Se sigue emitiendo muy por encima de la cantidad de transacciones que tiene la economía, alimentado por el creciente déficit fiscal y también operando en una lógica de indexación constante de precios. Por ejemplo, los incrementos salariales de cada año tienen como piso el año anterior, lo cual hace que los valores nominales sean cada vez más elevados, aunque en muchos casos el poder de compra sea menor".
En este caso, la inflación ya es inercial y para que no suba más, el gobierno trata de fijar algunos precios por un tiempo, en un intento de atemperarla, aunque no de resolverla. El problema es fijar algunos precios mientras los demás aumentan en términos técnicos se lo conoce como ancla (tarifaria y cambiaria). Hay en este caso dos precios que se dejan fijos y así creernos que la inflación cederá.
Pronóstico de inflación en mayo
Con respecto al futuro, lo más preocupante es que -según el Instituto de Estadísticas de CABA-, la escalada de los dólares financieros en la segunda quincena de abril (CCL +10,8% entre el 17/04 y el 30/04) apenas impactó en la suba de precios de ese mes, poniéndole 0,2 puntos porcentuales al 7,8% calculado y dejando todo el efecto para mayo.
De acuerdo a la opinión de José Donati (director general de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires), la escalada de los dólares financieros en la segunda quincena de abril (el CCL Senebi subió 10,8% entre el 17/04 y el 30/04) tuvo una incidencia de apenas 0,2 puntos porcentuales en el índice total de abril, por lo que se verá reflejada prácticamente en su totalidad en mayo.
El último informe de Portfolio Personal Invesment destaca: "La anticipación del dato de abril brindado por CABA exhibe que la inflación sigue acelerando y tomando la media móvil de tres meses anualizada como proxy de la tendencia inflacionaria descubrimos que el núcleo (excluye estacionales y regulados) viene acelerando desde 96,7% en enero y 114,5% en marzo hasta 132,9% en abril, superando largamente la velocidad récord de julio 2022 de 114,5%".
Al respecto, ya se conocieron relevamientos de alta frecuencia de la primera semana de este mes que ubicaron la inflación en 3,5/3,6% semanal, siendo la más elevada en más de veinte años, a excepción de la medición post PASO 2019, cuando el dólar se disparó 29,6% entre el 12/08/19 y el 14/08/19.
Por lo tanto, mayo tiene una alta probabilidad de marcar una aceleración significativa y transformarse en el registro más elevado al menos desde el 10,4% de abril 2002 a la salida del Plan de Convertibilidad el ante último plan de estabilización que logró bajar la inflación en la Argentina.
El último fue el modelo impuesto por Néstor Kirchner entre el 2003 y el 2007 que logró una inflación promedio anual del 12%, algo que parece muy lejano y difícil de lograr por parte del gobierno de Alberto Fernández que acumula una inflación cercana al 500% en lo que va de su mandato. Es la inflación real y no psicológica que pulveriza los ingresos de los argentinos.