La encrucijada de Estados Unidos, entre la inflación y la crisis: ¿cómo impacta en la Argentina?
El índice de precios, correspondiente al consumo personal (PCE), excluyendo alimentos y energía, subió un 0,3% mensual en marzo y un 4,6% respecto a 2022. Lo que estos datos demuestran, es que la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) no logró alcanzar su target de 2% de inflación por lo que se vio obligada nuevamente a elevar la tasa de interés al nivel más alto de los últimos 16 años.
Desde marzo de 2022 al momento, la Fed ya ha incrementado la tasa de interés en 10 oportunidades consecutivas, llevándola del 0%~0,25% al 5%~5,25%. Los niveles en los cuales se encuentra hoy en día esta tasa de referencia mundial son comparables con los del año 2007 (el año previo a la crisis). De todos modos, el comunicado del organismo fue contundente y determinó que posiblemente sea la última suba que realizará -al menos en el corto plazo-.
El fenómeno de la inflación en los Estados Unidos
Si bien durante marzo del corriente año, la inflación en los Estados Unidos se ubicó en el punto más bajo de los últimos 2 años, la misma no alcanzó a cumplir con los objetivos establecidos por la Reserva Federal Estadounidense.
Sumado a lo anterior, los costos de empleo se incrementaron en un 1,2% durante el primer trimestre de 2023; superando los pronósticos del departamento de trabajo de los Estados Unidos. A su vez, el ingreso disponible ajustado por inflación aumentó un 1,8% en el primer trimestre del año.
Ahora bien, lo que está observando es que los consumidores están disminuyendo su nivel de gasto. El consumo personal, ajustado por precios, se estancó durante febrero y marzo; reflejando un aumento acumulado de tan sólo el 0,1% para el bimestre. Como contracara del consumo, la tasa de ahorro se elevó al 5,1% en marzo, siendo esta la más alta desde finales de 2021.
La ralentización en el gasto del consumidor sugiere que los hogares están siendo más cautelosos. Por más de que exista un sólido mercado laboral, un crecimiento salarial persistente y ahorros excedentes que respaldan (en parte) a los consumidores ante el aumento de los precios; los datos indican que el impulso se está desvaneciendo y que el aumento en la tasa de interés está dando frutos.
El consumo se apaciguó: ¿era lo que buscaba la Fed?
Imagínese al acto de la Reserva Federal de ralentizar la economía y mantener la inflación bajo control, como el del aterrizaje de un avión; el mismo puede tener tres posibles escenarios: un aterrizaje suave, uno accidentado o un desastre total. Todo esto depende puramente de la habilidad del piloto para dominar la situación
Para comprender a grandes rasgos por qué la reserva federal apela a la suba de tasas como medida para morigerar la inflación debemos comprender que la suba de tasas genera una ralentización de la economía y del mercado de trabajo. El motivo es que el incremento en la tasa de interés eleva los costos de tomar deuda, consumir y expandir un negocio (entre otros); disuadiendo a los consumidores de consumir e invertir en grandes proyectos -al menos en el corto plazo-. Esta caída en la demanda ha de generar que caiga el nivel de precios.
La Fed durante los períodos anteriores, se encontraba especialmente preocupada por el mero hecho de que la tasa subía, pero los incrementos en el consumo y los precios de los bienes no mermaban. Consecuentemente, la Fed se encontraba en la encrucijada de si seguir subiendo la tasa de interés y penalizar fuertemente la actividad económica; o dejar que se genere una expectativa de inflación persistente y se dinamice aún más el aumento de precios.
Al momento, la Fed se encuentra un tanto más satisfecha con que la tasa de inflación esté lentamente descendiendo y que el consumo se haya estancado. Es por esto que este último incremento en las tasas fue porcentualmente mucho menor y, podría llegar a ser la cota máxima de la tasa en el corto plazo.
El impacto de la suba de tasas en Argentina
La suba de una tasa de interés de referencia mundial, como lo es la estadounidense, tiene tres impactos primordiales en un país prestatario como la Argentina. Por un lado, redirecciona los capitales hacia los EE.UU., generando presiones en los tipos de cambio locales. Luego, el segundo impacto se da sobre el mercado de las commodities, las cuales tienden a depreciarse de manera relativa. Finalmente, una suba en la tasa de interés estadounidense impacta de manera directa el costo de la deuda, dificultando el pago de la misma.
Al visualizar los datos, comprendemos que el mercado descontó que la Reserva Federal iba a subir la tasa días atrás. Observamos que de finales de abril a la fecha, el precio de la tonelada de soja se redujo en un 3,5%; el de la tonelada de trigo un 9%; y, la tonelada de maíz redujo su valor en un 4%.
De todos modos, al observar el resto de las variables relevantes para los mercados emergentes, no se aprecian grandes efectos macroeconómicos sobre estas. El motivo de esto es que el incremento en las tasas no tuvo la envergadura de los anteriores; y existe una expectativa en el mercado de que podría llegar a ser el último.
¿Qué planea hacer la FED?
iProfesional consultó el último reporte de Estabilidad Financiera de la Reserva Federal de Los Estados Unidos, publicado en el corriente mes para comprender qué planea hacer el organismo con la tasa de interés.
La Fed reconoció en el informe que "posibles aumentos en las tasas de interés en los Estados Unidos y otras economías avanzadas pueden representar riesgos para el crecimiento económico mundial si las presiones inflacionarias son más fuertes de lo previsto".
También, la autoridad monetaria estadounidense está al tanto de que si sigue aumentando las tasas de interés puede exponenciar los requisitos de servicio de deuda, especialmente para los préstamos empresariales y algunas hipotecas residenciales con tasas de interés flotantes en algunos países. Pudiendo afectar de manera contundente la capacidad de los hogares, empresas y gobiernos de todo el mundo, incluyendo economías emergentes que se endeudan en el exterior.
Otro vital indicador al cual la Fed le está prestando una especial atención es al de la liquidez. El organismo entiende que, de seguir aumentando la tasa de interés, la reducción en la liquidez podría provocar salidas abruptas de depósitos y otros tipos de financiamiento a corto plazo. La Reserva Federal es consciente que un corte abrupto en la liquidez podría tensionar a las economías emergentes y así, transmitirse a los Estados Unidos a través de interrupciones en los mercados de activos, una reducción en el crédito de prestamistas extranjeros a residentes estadounidenses y efectos derivados de las interconexiones de las instituciones financieras estadounidenses con instituciones financieras extranjeras.