El giro de Massa: pone foco en el dólar y la política, mientras se baja de la pelea por la inflación
Para varios de los empresarios de primera línea que lo escucharon en vivo y en directo, no quedan demasiadas dudas: Sergio Massa le está dando un giro a su gestión al frente del Palacio de Hacienda.
Ese giro, creen, tiene dos movimientos: uno puramente en torno a su trabajo en Economía y el otro político, a poco de arrancar la campaña rumbo a las presidenciales de octubre.
El ministro está enfocado al 99% en la búsqueda de dólares que le aseguren la estabilidad para los próximos meses. Un mínimo de tiempo le dedica al monitoreo de la inflación, que ya tiene un piso mensual del 7% pero que ya está más cerca de 8% y amaga con seguir para arriba por la presión en los alimentos.
Pruebas a la vista: la secretaría de Comercio, a cargo de Matías Tombolini, está a punto de acordar una nueva lista de productos con "Precios Justos" con los fabricantes y los supermercados. Esa nómina contendrá 14.050 productos, menos de la mitad de los 30.000 del programa vigente hasta ahora.
Además, ya no habrá precios congelados (regía hasta acá una canasta de 1.900 artículos con precios sin cambios), y el ajuste mensual será de 5% y ya no del 3,2%.
Para cualquier lector atento, estos cambios no hacen más que transparentar la dinámica inflacionaria, que empeoró en los últimos meses.
También hay un costado político: Massa -en plena aceleración de la inflación- quiere privilegiar el abastecimiento de productos en las góndolas antes que dar una pelea infructuosa.
El diagnóstico del ministro coincide con la de los ejecutivos: sin dólares suficientes en el Banco Central, el control de los precios parece una tarea imposible.
Las negociaciones por los dólares
Massa tiene pocas semanas por delante para llegar a un nuevo acuerdo con el FMI, que habilite el adelanto de desembolsos del organismo por unos u$s10.000 millones antes de que comience el segundo semestre.
En su encuentro con empresarios, el ministro no quiso dar detalles sobre esas conversaciones que dirige -vía zoom- el vice, Gabriel Rubinstein, y el jefe de asesores, Leonardo Madcur.
El propio Massa menciona que viene apelando a distintas "canastas" de las que consigue divisas para enfrentar el difícil momento: desde créditos del BID y la CAF hasta la activación del swap con China, al que el ministro quiere ampliar en las próximas semanas.
Pero no alcanza. Tampoco lo haría un eventual adelantamiento de fondos del FMI. Sería, eso sí, un gesto poderoso del organismo de que no quisiera una explosión cambiaria que termine agravando el escenario de por sí complicadísimo.
"El front load (adelanto de desembolsos) es estatutariamente una de las herramientas que tiene el Fondo para llevar adelante. Está todo sobre la mesa en la discusión con el Fondo, absolutamente todo", dijo Massa en su exposición ante ejecutivos de empresas estadounidenses, el martes en la Amcham, la cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina.
¿Massa, el único candidato del oficialismo?
Por primera vez desde que es ministro, el tigrense se juega en el plano político. Hasta ahora venía hablando exclusivamente de economía. Incluso era la condición para aceptar las pocas entrevistas que concedió desde que asumió, en agosto del año pasado.
Frente a los empresarios de la Amcham, Massa se mostró efusivamente en contra de las PASO. Pretende, en línea con Cristina Kirchner, que el candidato del oficialismo salga por consenso dentro de la coalición gobernante.
"Esto de querer exponer en una primaria si el Gobierno tiene diferencias o no las tiene, la verdad que me parece un gravísimo error. Nosotros estamos para decirle a la gente cómo va a ser el mañana y no para llenarlos de preguntas al que ya tiene mil preguntas el día a día de su vida", dijo el ministro sobre una eventual candidatura a Presidente.
Ese giro de Massa deja entrever una verdadera chance, más aún cuando -en las horas previas-, Daniel Scioli volvió a reclamar por las primarias para elegir al candidato del peronismo. El exgobernador, que se viene mostrando muy activo, pretende correr para tener su nueva chance electoral.
El ministro de Economía depende de que aparezca el respaldo de Cristina. ¿Aparecerá el próximo feriado? Se trata de la consigna que no pueden responder ni siquiera en el entorno de la vicepresidenta.
Lo que sí se sabe, y que el propio Massa dejó sobre la mesa en las últimas horas, es que queda poco tiempo para una definición, más allá de que en la formalidad quedan varias semanas hasta el 4 de junio, que es el día de la oficialización de las listas.
El titular de Hacienda, y en esto coinciden en Wall Street y en los bancos de Buenos Aires, supone que una candidatura de consenso le ayudaría a conseguir los dólares del FMI para llegar a las elecciones sin cimbronazos cambiarios.
La inflación que aplasta
El contexto es agresivo: una inflación acelerada, que puede quedar en 8% este mismo mes, con los alimentos por arriba del 10%, aun cuando la carne vacuna se muestra estable tras el salto de febrero y marzo.
En estas condiciones, y sin acuerdos que puedan cumplirse para el mediano plazo, Massa puso al abastecimiento como prioridad. Un agravamiento de los faltantes que ya se perciben en las góndolas -más por los problemas con las importaciones de insumos que por otra variable- empeoraría el humor social y la incertidumbre.
Las próximas dos o tres semanas serán determinantes para este delicado equilibrio.