El salario de los argentinos, destruido por la inflación: ¿qué conviene hacer con los pesos?
El vicio de la política con mayor énfasis en los últimos 13 años ha sido gastar generando mayor presión tributaria, endeudamiento externo hasta recaer en una emisión monetaria desenfrenada con colocación de deuda local sin contención para financiar ese vicio. El deporte de los argentinos en esos mismos 13 años ha sido escaparle a la inflación y la pérdida de poder adquisitivo del peso argentino.
En este mismo período se ha convalidado un fraude hacia los trabajadores. Los incrementos salariales por paritarias exigidos por los gremios en marchas y cortes de calles tuvieron la aprobación de los diferentes gobiernos por parte del Ejecutivo. Sin embargo, nunca exigieron una política monetaria y fiscal que no dañara los salarios. Es decir, hay complicidad en las consecuencias de la pérdida de poder adquisitivo del salario en la omisión de no exigir la solución definitiva de sus causas. Ha sido esta estrategia una forma velada de reducir los salarios reales que volvían siempre al poco tiempo a ser igual o peor que los anteriores a las paritarias en cuanto su capacidad adquisitiva.
En el transcurso de este período, los planes distributivos de los diferentes gobiernos, los controles de precios y exculparse de los verdaderos motivos inflacionarios en la búsqueda de rentabilidad extraordinario de empresarios y comerciantes no fue la solución sino el problema.
El salario, gran perdedor frente a los aumentos de precios
Si tomamos el Salario Ripte (Remuneración Imponible Promedio de Trabajadores Estables) desde el 2011 comenzó siendo $5.280. Hoy es de $218.543, lo que significa que tuvo un aumento de 4.039%. Sin embargo, si lo comparamos con la variación del precio de 1 litro de leche o M2 de la propiedad en ese mismo período los aumentos fueron de 5.137% y 7.630%, respectivamente. Los salarios en medio del desfasaje inflacionario no pudieron acompañar los aumentos de los bienes físicos. Controlar el valor del dinero en épocas de inflación es una tarea imposible.
¿Plazo fijo, dólar blue u oro?
Si analizamos diferentes instrumentos de resguardo de valor por parte de los argentinos veremos que si tomamos la serie histórica desde el 2011 al 2023, el plazo fijo (tasa pura acumulada del período), tuvo un rendimiento de 602%, la tasa de plazo fijo con interés compuesto (tasa que acumuló capital más intereses) obtuvo un 4.280%, el dólar blue (también llamado dólar informal) tuvo un rendimiento del 9.997%. Por su parte, el oro acumuló un rendimiento de 12.054%. Sin embargo, el salario perdió y finalmente se encuentra el RIPTE con un 5.453 por ciento.
Esto significa que, durante los últimos 13 años, es mejor resguardarse en cualquier otro activo, antes que optar por los pesos, ya que el salario RIPTE perdió frente a los demás activos financieros y monetarios. Pero, sin embargo, no todos le ganaron a la inflación ya que en el acumulado de este mismo período fue del 6.140 por ciento.
Es decir, plazo fijo tradicional mensual, plazo fijo con tasa de interés compuesto perdieron frente a la inflación. Sólo el dólar paralelo y el oro estuvieron por encima de la inflación del período ofreciendo un rendimiento positivo.
Un nuevo refugio frente a la inflación
Durante los últimos 13 años, refugiarse en pesos tuvo un menor rendimiento en relación a los bienes de consumo masivo, bienes durables y activos financieros. Sin embargo, esta tendencia fue incrementándose en el tiempo durante este último año.
De acuerdo al INDEC, la inflación interanual es de 104%. Sin embargo, los precios de los bienes estacionales estuvieron muy por encima como la naranja con aumento de 422% y lechuga 239% en forma interanual. Para el caso de los activos financieros, también estuvieron por encima el dólar CCL se incrementó 118% y el Merval 170% en el mismo período.
A su vez, los argentinos han encontrado un nuevo refugio de valor. Mantener un producto de la canasta básica en un año genera mayor rendimiento que invertir en un plazo fijo o la compra de un auto 0km.
Es decir, más de un producto de consumo masivo como Alimentos, Bebidas, Artículos de Limpieza o Cuidad Personal tuvieron más rendimiento en su intento de buscar un refugio en el ahorro frente a la pérdida de valor del peso argentino frente a los Activos Financieros o Monetarios como el dólar inclusive.
Estamos en un momento muy delicado para nuestra economía por que el Gobierno reconoce que hemos tenido la peor sequía de los últimos años, que la recaudación real está cayendo pero no hace ninguna reducción del déficit fiscal extraordinario que permita una expectativa positiva en relación a una disminución de la inflación futura. Se han implantado los cimientos de una "superinflación" donde la pérdida de valor de cada unidad monetaria es mayor al nivel de circulación de billetes por caída de la demanda del dinero.
Pero a su vez, no aprendiendo la lección del proceso el gobierno inyectará más billetes en nuestra economía a punto tal que como nuestra Casa de la Moneda no da abasto con lo esa impresión se está recurriendo a 5 casas de la moneda (Francia, Malta, España, China y Brasil) de 3 continentes para importar pesos que nos sobran con dólares que no tenemos.
El salario, cada vez más atrasado respecto a la inflación
El salario quedará descalzado respecto de la inflación. Pero también las escalas del Monotributo y autónomo que pagarán más impuestos por obtener menos ingresos reales llevándolos a la quiebra. También el cuentrapropista informal sufrirá la peor de las partes ya que no conoce que es una paritaria, vacaciones o aguinaldo. La inflación perturba todo cálculo económico. El más fácil que hacen los argentinos hoy es que ir a la góndola del supermercado es más eficiente incluso que resguardarse en activos monetarios o financieros. La inflación ha destruido las verdaderas fuentes de riqueza que son el proceso previo a la generación de bienes de consumo, intermedios, activos financieros y monetarios.
En el actual contexto conviven tipos de interés artificialmente bajos para estimular una demanda que ya no tiene resto para poder hacerlo con tipos de interés de plazo fijo por debajo de la inflación actual que estimula la caída de la demanda del peso y la búsqueda de refugio en otros activos ya sean bienes o el dólar. Aún quedan por delante varios escenarios de incertidumbre política. Sin dique de contención con decisión económica para afrontar su origen la situación se agravará en los próximos meses.