Disparada del dólar: rumores de renuncia, el factor Milei y la posible medida de Massa para calmar al mercado
Sergio Massa atravesó ayer su peor jornada desde que, a principios de agosto del año pasado, se hizo cargo del ministerio de Economía. En unas pocas horas, el dólar blue y los dólares financieros, que se operan a través de los bancos, registraron alzas de hasta $20. Una magnitud inquietante, y que luce imposible para sostener la estabilidad de la economía argentina.
La preocupación en el Palacio de Hacienda es que esta semana se haya activado una corrida cambiaria que ponga en riesgo el delicado equilibrio económico.
A diferencia de otras veces en los años recientes, esta vez ya no quedan demasiados instrumentos para frenar una corrida: empezando por las reservas del Banco Central, que en términos netos apenas llegan a los u$s1.800 millones, según distintas consultoras económicas de primera línea.
Durante toda la tarde del martes, en plena escalada del dólar, las versiones de la renuncia de Massa sobrevolaban las gerencias de algunos bancos. Más tarde, el que presentó la renuncia fue Antonio Aracre, jefe de asesores de Alberto Fernández, en medio de versiones sobre un plan económico alternativo que el exSyngenta le habría presentado al Presidente.
El bache de u$s10.000 millones: ¿guiño de EE.UU.?
El diagnóstico de Massa es que, por culpa de la brutal sequía, todavía le faltan conseguir u$s10.000 millones. El shock climático le restará, en total, entre u$s20.000 y u$s22.000 millones. El ministro dice que una parte la pudo encontrar en los organismos multilaterales (Banco Mundial, BID y CAF), pero que eso no alcanza para despejar la incertidumbre.
Por ahora, no logró que el Fondo Monetario rellene el espacio vacío, a pesar de que el organismo admitió que el agujero de dólares fue producto de la sequía histórica y no de un desmanejo de la macroeconomía.
El ministro, confían funcionarios que estuvieron con él en las últimas horas, guarda la expectativa de que el gobierno de Joe Biden juegue decididamente a favor de que el FMI haga un aporte de fondos frescos para evitar el colapso de la economía. Massa espera que la Casa Blanca envíe un guiño decisivo en las próximas semanas.
El optimismo de Massa no es compartido por funcionarios del propio gabinete económico, que ven a la situación muy complicada, y no solamente por el escenario cambiario.
Se refieren a la cuestión política, con un Gobierno muy debilitado y una oposición fragmentada, sin interlocutores válidos para sellar un acuerdo de cara a la campaña electoral y a una eventual la transición en el poder. Hoy por hoy, las encuestas dan por posibles tanto la candidatura de Horacio Rodriguez Larreta como a la de Patricia Bullrich y a esta última -en coordinación con Mauricio Macri- coqueteando con Javier Milei.
El efecto Milei y una dolarización acelerada
Antes del último fin de semana, un reporte de la consultora 1816 alertaba a los clientes sobre el "efecto Milei" y el peligro de una dolarización.
La consultora está liderada por ex financistas del Banco Mariva, conocedores al dedillo de los movimientos de la City. Sus clientes son banqueros de las principales instituciones.
En el informe se alertaba que una dolarización en estas condiciones, con apenas u$s1.800 millones de reservas netas en el Banco Central, la cotización de ese dólar estaría cerca de los $10.000. A menos que un eventual gobierno de Javier Milei consiga la friolera de u$s44.700 millones para que la dolarización se haga a $400.
Ante ese escenario disruptivo, al que los financistas ven posible por las últimas encuestas conocidas de distintos especialistas, que dan al libertario como el candidato más votado en las próximas elecciones Primarias, en el mercado se evidencia una aceleración de la dolarización.
Fue lo que sucedió ayer, y que determinó la suba del blue a $420 y a los dólares financieros incluso por encima de ese valor (contado con liqui a $425).
Freno al dólar: ¿nuevas medidas bajo evaluación?
En las actuales condiciones, el único instrumento a mano que tiene Economía para apaciguar una corrida cambiaria es una suba de las tasas de interés. Hasta el fin de semana, el directorio del BCRA especulaba con la chance de dejar intacta la tasa de los plazos fijos, que están en el 113% efectivo anual.
Sin embargo, el salto del tipo de cambio -que vino precedido de un recalentamiento inflacionario, del 7,7% en marzo- no le deja demasiado espacio a evitar esa medida que impactará sobre el financiamiento de las empresas y también en la emisión monetaria, por el rendimiento de las Leliqs.
Lo peor que podría suceder en este contexto es que los ahorristas saquen los pesos de los bancos para dolarizarse.
La otra cuestión tiene que ver con las importaciones. El Gobierno admite que la restricción redunda en más presiones sobre los precios. Pero no quedan demasiadas alternativas cuando las reservas no se recuperan con fuerza ni siquiera con la puesta en marcha del "dólar soja 3".
Ayer, por caso, las cerealeras liquidaron tan sólo u$s35 millones. ¿Un incumplimiento del acuerdo rubricado hace sólo algunos pocos días? En medio de las turbulencias, esta cuestión era revisada anoche en los despachos oficiales.
No hay demasiado tiempo para demorar los ingresos de divisas si se quiere evitar un escenario todavía más explosivo del que ya existe.