Entre 6-7-8: ¿inflación récord en marzo?
El dato del IPC del INDEC de inflación de febrero conocido el martes pasado obligó a bancos y consultoras a recalcular las expectativas del mercado financiero para marzo y para todo el 2023.
La inflación de febrero fue 6,6%, o 115,3% anualizado, incrementándose desde 6% en enero y alcanzando el registro más elevado desde que fue del 7% en agosto del año pasado
Los números de las consultoras y bancos, de acuerdo a lo que pudo saber iProfesional, con datos de la primera quincena de marzo marcan valores que van del 6,8 % -la más optimista- hasta el 8 -la más pesimista-.
Al respecto, un reciente informe de la consultora Portfolio Personal Invesment destaca que: "La inflación comenzó con un 6 por delante por segundo mes consecutivo y este fue el tercer mes de aceleración tras haber tocado un elevado piso de 4,9% en noviembre del año pasado".
Lo que se observa es que la Argentina entró en un régimen de alta inflación a pesar del control de cambios y de precios que este gobierno aplica.
Hace un año, más exactamente el 15 de marzo de 2022, el presidente Alberto Fernández anunció que iba a derrotar a la inflación y la misma paso del 50% anual a más del 100% anual.
Al parecer, el programa de Precios Cuidados, con su último remix Precios Justos, y los controles de los militantes de La Cámpora, no han funcionado contra un fenómeno de motivos estrictamente monetarios más allá de la multicausalidad que señalan algunos economistas del kirchnerismo.
Tal vez será por eso que corrieron rumores en el mundo empresarial y financiero que la vicepresidenta Cristina Kirchner estaría pidiendo la salida del secretario de Comercio Matias Tombolini, un hombre que responde a Sergio Massa. Los últimos rumores indican que podría llegar a ese puesto el economista de La Cámpora Hernán Lercher, a quien escucha la vicepresidenta, o tal vez otro hombre del equipo económico de Massa.
La dinámica del proceso inflacionario
Para entender la dinámica que tomó la inflación en los últimos 12 meses hay que recordar que en marzo del año pasado aumentó el 6,7% mensual, mientras que la anual fue del 55,1%, marcando en ese entonces un récord desde abril del 2002 cuando había llegado al 10,4% mensual.
Lo que se observa este año es un nuevo régimen en la dinámica de la inflación que en enero fue del 98,4% y en febrero llegó al 102,4% en términos anualizados, y que alcanzó los tres dígitos por primera vez desde octubre de 1991, cuando regía el Plan de Convertibilidad en el primer gobierno de Carlos Menem.
Pero el dato que más preocupa a los analistas es la aceleración de la inflación núcleo que computa el aumento de los servicios públicos. Esta se disparó a 7,7% mensual o 143,6% anualizado en febrero desde 5,4% en enero; 5,3% en diciembre y 4,8% en noviembre.
Este número marcó, además, un récord de la serie histórica que comienza en 2017 y que supera el 7,6% de septiembre de 2018, luego de la devaluación del peso del 25% del 30 de agosto de ese año.
"Específicamente, este salto estaría fuertemente influenciado por el incremento de la carne que, al haberse concentrado a partir de la segunda quincena de enero, impactó de lleno en el IPC de febrero. La carne y sus derivados (ponderación de 8,9% en el IPC, incluyendo pollo y cerdo) aceleraron 19,2% desde 3,9% en enero y 2,7% en diciembre, reflejando que comenzó a revertirse el abaratamiento relativo del segundo semestre de 2022 causado por el exceso de oferta derivado de la faena masiva", destaca el informe de Portfolio Personal Invesment.
Lo que dejó el dato de inflación de febrero pasado es que se hace muy difícil para los analistas de consultoras y bancos poder proyectar la inflación futura en un año con PASO electorales el 13 de agosto y las elecciones presidenciales del 22 de octubre.
El número promedio del 6,2% mensual del REM de febrero elaborado por el BCRA, con información de bancos y consultoras, nuevamente quedó por debajo de la inflación observada, que fue del 6,6% mensual.
Inflación: 6-7-8 por ciento mensual
En definitiva, no caben dudas de que la inflación está más acelerada que nunca y plantea que de aquí hasta fin de año, podría viajar en valores que oscilarían entre el 6-7-8 por ciento mensual, pero la emisión monetaria reaparece en el segundo semestre del año. No hay que descartar para algún mes una inflación mensual de dos dígitos.
Lo que también muestra el número de febrero es que la especie de calma inflacionaria que había logrado el ministro Sergio Massa en los primeros meses de su gestión habría finalizado y no hay que descartar nuevas presiones inflacionarias en los próximos meses.
Por donde podrían venir estas presiones de marzo en adelante:
1) La emisión monetaria que podría generar un eventual dólar "soja" 3.0 en abril/mayo.
2) La intervención del BCRA en la deuda en pesos para contener las paridades de los títulos ante ventas de inversores privados que podrían intensificarse en la antesala de la elección.
3) El déficit cuasifiscal, por un abultado stock de Leliq emitidas por el BCRA como por la tasa de interés que ahora subió la autoridad monetaria. Ese es el principal factor de expansión de la Base Monetaria
4) La demanda de dinero que podría caer en medio del proceso electoral.
Gobierno de Fernández, con la mayor inflación en las últimas décadas
El próximo 23 de mayo se cumplirán 20 años desde que el kirchnerismo llegó al poder de la mano de Néstor Kirchner el 25 de mayo de 2003.
El dato más relevante en estos casi 20 años es que en sus tres años de mandato Alberto Fernández acumula más inflación que lo que tuvieron Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri en sus respectivos mandatos presidenciales.
Desde que llegó a la Casa Rosada en diciembre de 2019 hasta febrero de 2023, acumula una inflación del 320%.
Este número supera al 295% del periodo 2015 al 2019 de Mauricio Macri, al 180% del segundo mandato de CFK, al 130% de su primer mandato y al 66% que acumuló Néstor Kirchner.
La inflación promedio anual en estos últimos 20 años fue 12% con Néstor Kirchner, 25% y 30 con CFK en su primer y segundo mandato respectivamente, y 40% con Mauricio Macri.
En el caso que se cumpliera la proyección del 60% establecida en el Presupuesto 2023, la inflación acumulada llegaría al 540% en todo su mandato. Pero si calculamos para este año el 100%, llegaría a diciembre con una acumulada del 600%.
De confirmarse una inflación similar a la del año pasado, el período presidencial de Alberto Fernández sería el de la mayor inflación acumulada en la Argentina luego del Raúl Alfonsín, entre 1983 y 1989, cuando hubo una hiperinflación.
Pero en este caso se trató de un periodo de seis años de mandato, por lo tanto, lo de Fernández es más grave.
Si tomamos el valor promedio anual en los gobiernos democráticos, la inflación en este período solo sería superada por el 400% del mandato de Raúl Alfonsín con una hiperinflación y el 275% promedio anual del gobierno de María Estela Martínez de Perón, donde se produjo el "Rodrigazo". Ambos fueron etapas de fuertes devaluaciones y con desequilibrios macroeconómicos muy pronunciados y problemas de financiamiento interno y externo.
Por qué logró bajarse la inflación con algunos Gobiernos
El periodo más largo de baja inflación en la Argentina fue entre abril de 1991 y diciembre del 2001, con la vigencia del Plan de Convertibilidad y una inflación acumulada del 50%.
En ese período hubo un esquema de tipo de cambio fijo de uno a uno del peso con el dólar. Para que se entienda: el valor del dólar se mantuvo durante casi 10 años igual y no había un único mercado libre de cambios.
Pese a todo esto, el BCRA terminó casi sin reservas internacionales a fines del 2001 y es fue una de las causas del fin del Plan de Convertibilidad junto al aumento de la tasa de inflación y de desocupación y los niveles de pobreza e indigencia que llegaron a récords históricos.
El otro período de estabilidad de precios, cambiaría monetaria y fiscal fue el de Néstor Kirchner que comenzó el 25 de mayo de 2003 con un dólar de 3 pesos y finalizó el 9 de diciembre con el mismo valor de dicha moneda. Este fue el único momento de la historia argentina en que un gobierno durante todo su mandato tuvo superávit fiscal y comercial y un BCRA con patrimonio positivo.
Estos resultados le sirven al kirchnerismo para demostrar que el gobierno de Néstor fue, en términos macroeconómicos, el mejor de la historia argentina desde 1930 en adelante y además le permitió por primera vez a un gobierno cancelar la deuda con el FMI por unos 10.000 millones de dólares.
Más que preguntarnos cuáles son las causas de una tasa de inflación tan alta, el cuestionamiento que uno podría hacerse es por qué entre 1991 y el 2001 y entre 2003 y 2007 la inflación fue tan baja en la Argentina.
En este aspecto hay que señalar: el mantenimiento de un esquema de tipo de cambio fijo único y libre junto a una macroeconomía equilibrada, un sistema de precios libres, un mercado de comercio exterior libre sin intervenciones y un BCRA con patrimonio neto positivo.
Los números de inflación de febrero pasado dejan en evidencia que la inflación inercial en la que entró Argentina desde el 2014 será muy difícil de reducir en los próximos meses y en un contexto local muy complejo y con un escenario financieros internacional muy incierto donde, al parecer, el riesgo bancario sistémico por ahora se mantiene.