• 18/11/2024

Shock climático y dólares: cuál es el verdadero impacto de la sequía en las exportaciones de soja, maíz y trigo

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, se cosecharán 50 millones de toneladas menos, con un impacto económico total de u$s 19.000 millones, el 3% del PBI
15/03/2023 - 15:40hs
Shock climático y dólares: cuál es el verdadero impacto de la sequía en las exportaciones de soja, maíz y trigo

De los cinco principales rubros de exportación del país, el 1°, el 2° y el 5° vienen del campo: el complejo soja (harinas/pellets, aceite, granos, biodiésel); el maíz y el trigo (granos y harinas). Entre los tres, el año pasado generaron más de 39.000 millones de dólares por exportaciones, el 44% de todo lo que vendió el país al exterior, según el INDEC.

Esas cifras no se repetirán este año. La catástrofe climática que se ha ensañado en vastas regiones agrícolas del país hace que las proyecciones de lo que se podrá cosechar, procesar y exportar se recorten semana tras semana. Hoy, de acuerdo con un espeluznante informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) sobre el impacto de la sequía, se prevé que soja, maíz y trigo, que representan el 87% de la producción de granos de la Argentina, produzcan 50 millones de toneladas menos de lo que se proyectaba cuando se sembraron.

Muy grosso modo, serían 1,8 millones de camiones menos, tomando un promedio de 28 toneladas por camión.

Combo diabólico: récord de sequía, de calor y de frío

Según el informe, las estimaciones de producción de estos tres cultivos al inicio de la campaña, basadas en el área que los productores pretendían sembrar, los rendimientos por hectárea históricos y la tecnología disponible, apuntaban a una cosecha de 19 millones de toneladas de trigo, 54 millones de maíz y 49 millones de soja. Sin que fueran máximos históricos, se esperaba una buena campaña.

Pero la falta de humedad propició temperaturas extremas, y el combo fue fatídico: hoy esas proyecciones se reducen a 11,5 millones de toneladas de trigo, 35 millones de maíz y 27 millones de soja. "No hay palabras para describir el impacto que ha tenido una campaña marcada por todos los récords históricos de tiempo: déficit de lluvias por tercer año consecutivo en el verano, olas de calor persistentes hasta entrado el mes de marzo y heladas agronómicas tan tarde como octubre en 2022 y tan temprano como febrero en 2023", dice la BCR.

Así, el achicamiento de la producción viene por tres vías: las hectáreas que no pudieron sembrarse, las que se sembraron pero no se pueden cosechar y las que se cosechan con rendimientos muy afectados. Por estos días abundan en redes sociales videos de productores mostrando sojas arruinadas por las últimas heladas y maíces que no llegaron a formar granos, entre otras penurias.

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La inestabilidad climática pone en jaque la producción agropecuaria y también las reservas del BCRA por exportaciones.

35 millones de toneladas menos para exportar

La menor producción arrastrará una brutal caída en las exportaciones: de los 93 millones de toneladas provenientes de esos tres cultivos que se preveía despachar al exterior al inicio de la campaña, hoy la BCR estima que se podrán alcanzar 58 millones de toneladas, 35 millones de toneladas menos.

Traducido a divisas, ese menor volumen significará u$s 12.300 millones menos por exportaciones (desde los u$s 38.800 millones que se preveían al inicio,a los u$s 26.500 millones actuales).

A la vez, indica el informe, las fábricas de molienda (crushing) de soja deberán importar más soja para procesar: ingresarían 7,9 millones de toneladas, en lugar de las 4,8 millones previstas al inicio. Pero, "incluso así, el crush de soja tocaría en la campaña 2022/23 su nivel más bajo desde el ciclo 2008/09, con 29 millones de toneladas", sostiene la BCR.

Las menores exportaciones netas desde 2017/18

Descontando esas importaciones, "la caída en el valor estimado de las exportaciones netas 2022/23 atribuibles a soja, maíz y trigo alcanza los u$s14.240 millones, o un 40% de lo proyectado hace apenas un semestre", valuando las cantidades proyectadas en septiembre a los precios vigentes en ese momento y las estimaciones actuales al valor actual.

Así, la campaña 2022/23 tendrá las menores exportaciones netas de estos tres cultivos desde la campaña 2017/18, cuando aquella gran sequía seguida de lluvias en abril que no dejaron cosechar le aplicó un cross a la mandíbula al gobierno de Mauricio Macri y lo empujó a recurrir a las arcas del FMI. El ingreso de dólares agrícolas que enfrentará el actual gobierno no será tan bajo como aquel, pero la caída sí será mucho más pronunciada, ya que viene de dos años de un nivel de ingreso de divisas como nunca se había conocido.

Un 3% menos de PBI y u$s6.000 millones menos de recaudación tributaria

Si a las pérdidas de los productores se les agregan las que implica la menor cosecha (menor demanda de fletes, de labores, de servicios financieros, etc.), "las pérdidas totales para la actividad económica nacional ascienden a u$s19.000 millones", sostiene la BCR. "En otras palabras, la sequía ya se ha cobrado 3 puntos del PBI argentino estimado para el año 2023".

El informe de la entidad estimó también el impacto de la retracción de estas exportaciones agrícolas sobre la recaudación fiscal, que en derechos de exportación (las llamadas "retenciones") implicará una caída de más de u$s2.314 millones en relación con lo que se esperaba al sembrar. Además, "se perderían otros u$s3.742 millones en concepto de otros impuestos, incluyendo Ganancias". En conjunto, la entidad calcula que la sequía habría erosionado los ingresos del fisco estimados para la campaña en un total de u$s6.056 millones.

"El golpe sobre la fábrica a cielo abierto del campo ha sido dramático: cultivos, animales, recursos naturales, han visto semana a semana deteriorarse sus condiciones hasta dejarnos en vísperas del invierno con un vendaval de pérdidas", sostiene el trabajo.

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