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Cristina Kirchner busca que su "plan desdolarizador" sea el centro del debate electoral

Cristina volvió a convocar al diálogo nacional por la "economía bimonetaria". No dio propuestas concretas pero insinuó reformas en BCRA y comercio exterior
11/03/2023 - 07:01hs
Cristina Kirchner busca que su "plan desdolarizador" sea el centro del debate electoral

Cristina Kirchner volvió a su segundo tema preferido -después del "lawfare"- y otra vez dedicó un extenso discurso a argumentar sobre la necesidad de terminar con la "economía bimonetaria".

Fue en la Universidad Nacional de Río Negro, donde recibió un título honoris causa. El discurso había generado expectativa porque ocurría un día después de que la justicia diera a conocer la fundamentación de la condena judicial en la causa Vialidad. Pero Cristina apenas si mencionó el tema, ni tampoco dio señales sobre el otro tema de la atención política: si sigue pensando en mantenerse al margen de las elecciones.

En cambio, planteó que el problema de la economía bimonetaria ya a esta altura excede una mera cuestión económica y que está en la propia base de la estabilidad democrática del país.

Para la vicepresidente, la falta de dólares se está transformando en el principal escollo de crecimiento del país y de recuperación del poder adquisitivo de los salarios. Atribuyó a esa escasez de divisas la agudización del proceso inflacionario.

Y adelantó que será necesario revisar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, porque el exigente calendario de pagos que le espera al próximo gobierno no permitirá que sobren dólares como para financiar las importaciones de insumos industriales.

Como ya había hecho en otras oportunidades, formuló un llamamiento para un diálogo nacional sobre el tema, "sin adjetivaciones, sin estereotipos, sin clichés". Dejó incluso la puerta abierta a la oposición al señalar que la crisis de los dólares ha sido un problema que afectó a gobiernos de todas las tendencias.

De hecho, se mostró elogiosa con Horacio Rodríguez Larreta, sin mencionarlo, al recordar su frase sobre que "quien dice que el cepo puede levantarse desde el primer día es un chanta".

Cristina se mostró crítica con el funcionamiento del Banco Central y propuso una nueva reforma de la Carta Orgánica
Cristina se mostró crítica con el funcionamiento del Banco Central y propuso una nueva reforma de la Carta Orgánica

La nueva agenda anti-dolarización

Si bien no dio pistas concretas sobre en qué tipo de solución está pensando para que la Argentina "vuelva a tener moneda", Cristina dejó en claro que se necesita una reforma estructural, en la insinuó algunas líneas básicas:

*El superávit de cuenta corriente debe ser un objetivo prioritario; en cambio el equilibrio fiscal puede sacrificarse en momentos de enfriamiento de la economía, como forma de incentivar la actividad.

*Los controles cambiarios deben mantenerse, porque son la garantía de que los dólares escasos se deben canalizar hacia las actividades que las necesitan con prioridad.

*Debe encontrarse una alternativa de ahorro que a los argentinos les dé la misma seguridad que hoy les otorga el dólar.

*Se debe combatir la formación de activos externos, popularmente conocida como "fuga de capitales".

*El Banco Central debe ser más restrictivo en el otorgamiento de divisas para las empresas que tienen que cancelar deudas en dólares. Fue incluso más allá, y pidió una nueva carta orgánica para la entidad.

*Cualquier acuerdo que se firme con el FMI debe imponer que el país preserve su capacidad de acumular reservas.

En la propuesta de Cristina Kirchner, las restricciones a la compra de dólares por parte del público deben continuar
En la propuesta de Cristina Kirchner, las restricciones a la compra de dólares por parte del público deben continuar vigentes

Como había hecho en otras ocasiones, Cristina volvió a munirse de gráficos y cuadros para fundamentar sus argumentos. Por ejemplo, mostró una página del semanario inglés The Economist, que compara los déficits de cuenta corriente y del sector fiscal de una lista de países.

Y destacó que apenas cinco tenían superávit fiscal, un dato que aprovechó para reiterar su convicción de que no existe una relación causal entre el rojo del sector público y la inflación. En cambio, destacó la cantidad de países que contaban con un sólido superávit de la cuenta corriente, en base a su potencia exportadora.

Para fundamentar su punto, puso el ejemplo de Malasia, y recordó que el embajador de ese país estuvo reunido con ella justo el día en que se produjo el atentado contra su vida. En la reunión, el embajador le había comentado el interés malayo por participar en la financiación de una planta gasificadora en Bahía Blanca. Pero Malasia, destacó Cristina, estaba en condiciones de hacer un desembolso millonario a pesar de tener un déficit fiscal mayor que el argentino.

"Se dan cuenta cómo nos mienten cuando nos dan clases de economía y hablan horas del déficit fiscal en vez de hablar de los dólares que se llevan al exterior para evadir impuestos", dijo la ex mandataria, en una de las frases que generó los aplausos de una audiencia militante, que entonó la clásica consigna "Cristina presidenta".

Derrotas en la "batalla cultural"

Cristina demostró que el problema de los dólares le preocupa, al punto de que invierte horas en repasar números y leer a los teóricos que han escrito sobre el tema. Ya anteriormente había  mencionado documentos del gobierno estadounidense que señalan que Argentina es el segundo país en el mundo con mayor cantidad de billetes físicos de dólares en circulación, después de Estados Unidos.

También anteriormente había citado a autores célebres como Marcelo Diamand, un economista de la década de los ’60, que planteó el problema de la "economía desequilibrada" en la que el agro nunca llegaba a generar las divisas suficientes para sostener una tasa de crecimiento industrial continua. Así, el crecimiento económico siempre terminaba generando las condiciones para una devaluación, con lo cual se corregían temporalmente los desequilibrios de balanza de pagos y se recuperaba competitividad para la exportación agrícola.

Y argumentó varias veces respecto de que la dolarización obedece a un cuestión cultural y no económica. En su discurso de Viedma, sostuvo que el ahorro en dólares había comenzado como algo exclusivo de las empresas y el sector de altos ingresos a partir de 1976, y que con las sucesiones de crisis inflacionarias esa costumbre fue "permeando" hacia la clase media y baja, al contrario de lo que ocurre en otros países de la región.

La realidad es que -como lo demuestra el siempre recordado video de Tato Bores- la dolarización de los argentinos era ya algo bien difundido entre la clase media ya en los años ’60.

En contradicción con el diagnóstico de CFK, un video de Tato Bores de 1962 demuestra que la obsesión por el dólar ya era masiva mucho antes del golpe de 1976
En contradicción con el diagnóstico de CFK, un video de Tato Bores de 1962 demuestra que la obsesión por el dólar ya era masiva mucho antes del golpe de 1976

Por cierto que ya durante su gestión gubernamental Cristina había intentado una "batalla cultural" contra la dolarización, que terminó en un rotundo fracaso. Primero hizo un llamamiento a que los ahorristas vendieran sus dólares para pasarse a plazos fijos en pesos, con el argumento de que así se ganaba más dinero por las altas tasas de interés. Pero ni sus propios funcionarios le hicieron caso, al punto que retó en público a Aníbal Fernández por haberse negado a convertir sus ahorros.

También intentó sustituir al dólar como moneda de transacción del mercado inmobiliario, introduciendo una especie de cuasi-moneda llamada Cedin, que nunca terminó de ser aceptada por los propietarios y que movió un volumen muy escaso.

¿Solución a la noruega o un nuevo IAPI?

No parece que la oposición esté deseosa de sumarse al diálogo nacional que propone Cristina para solucionar la "economía bimonetaria". Primero, por una cuestión de estrategia política en un momento electoral. Pero, además, porque hay diferencias de fondo.

Por caso, Cristina planteó los inconvenientes que genera la falta de una mayor ingreso de dólares por exportaciones, pero las regulaciones del comercio exterior, tanto en su gestión como en la de Alberto Fernández, han tenido un sesgo anti exportador, como se encargan de recordarlo los productores rurales en cada protesta.

Cristina fue, por caso, la ideóloga del tope exportador a la carne, justo en un momento de alta demanda por parte de China. El argumento era que esas ventas al exterior generaban inflación en el mercado interno. Sin embargo, la medida restrictiva no frenó los aumentos, de manera que la economía sacrificó reservas sin el consuelo de haber cuidado el consumo interno de carne, que cayó mínimos históricos.

En su discurso de Viedma, mencionó el caso de países que tienen fondos de inversión y fideicomisos localizados fuera del país, en los que se preserva las divisas generadas por actividades fuertemente exportadoras. Puso el ejemplo de Noruega con su empresa petrolera estatal.

Y dejó en el aire la insinuación de que Argentina debe buscar la forma de que su potencial de generación de divisas gracias al yacimiento de Vaca Muerta y a la explotación del litio sea preservado en algún esquema de administración estatal.

Para Cristina, se debe implementar un esquema que preserve las divisas que genere la exportación de hidrocarburos en el yacimiento Vaca Muerta
Para Cristina, se debe implementar un esquema que preserve las divisas generadas por la exportación de hidrocarburos en el yacimiento Vaca Muerta

En el ámbito kirchnerista, se ha especulado respecto de si la verdadera idea de Cristina es recrear un esquema de intervención estatal plena en el comercio, remedando al histórico IAPI de Perón. Pero la realidad es que ella nunca llegó tan lejos con su propuesta.

También había trascendido el año pasado que durante su charla con Carlos Melconian, el economista le había mencionado el ejemplo de países de la región que habían sustituido al dólar mediante la implantación de unidades indexadas, que podían ser vistas por los ciudadanos como una reserva de valor en momentos de alta inflación.

Mensajes para la clase media dolarizada

La realidad es que nadie sabe con certeza qué pretende hacer Cristina para resolver la "economía bimonetaria". Lo que sí se sabe es que descarta de plano propuestas como la neo-convertibilidad y como la dolarización.

"El otro día un empresario muy importante me hablaba del caso de Ecuador, y yo recomiendo que los que están pensando en eso, se den una vuelta por Ecuador", fue una de sus frases más llamativas, en alusión al único país sudamericano que dolarizó por completo su economía.

Su advertencia es que, en ese tipo de reforma, quienes más sufren son las clases medias. "Los planeros que cortan las calles no son los que van a tener el problema, porque ellos no son los grandes consumidores en dólares", apuntó en una frase explícitamente dirigida a un sector de la sociedad que suele mostrarse hostil al kirchnerismo.

Es probable que la insistencia de Cristina haga que el tema de la "economía bimonetaria" se instale en el debate electoral. Aunque para que haya un diálogo con la oposición no parece haber la condición básica de un diagnóstico compartido: la vicepresidente cree que la vocación dolarizadora es lo que fogonea la inflación, mientras que los economistas ortodoxos creen que el orden causal es el inverso, que se produce una fuga al dólar como conducta defensiva ante un peso que se erosiona como consecuencia del déficit fiscal.