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El BCRA vende dólares en medio de una grave sequía: ¿hay peligro de una dolarización de carteras?

La economía argentina está como un paciente terminal en terapia intensiva a punto de que le saquen el respirador artificial. Los posibles escenarios
10/03/2023 - 13:00hs
El BCRA vende dólares en medio de una grave sequía: ¿hay peligro de una dolarización de carteras?

En el difícil momento qué transita la economía, por la falta de dólares y la sequía que afecta al país en general y al campo en particular, y en medio de un megacanje de la deuda en pesos que ya logró casi el 65 % de adhesión llamaron mucho la atención en el mercado financiero y en el empresariado local declaraciones a través de su cuenta de Twitter que realizó el asesor presidencial y ex CEO de Syngenta, Antonio Aracre.

"Frente a la cantidad de comunicadores "preanunciando" una recesión me gustaría difundir los datos del INDEC de ayer que señalan un crecimiento del 6% para la actividad industrial de enero (interanual) y de casi 1% para el mensual sin estacionalidad" explicó un su primer hilo dando a entender de la economía argentina en enero habría comenzado a recuperarse.

En su segundo hilo hace referencia al tema de la sequía al manifestar: "Somos conscientes que la sequía nos traerá un desafío adicional en las reservas que necesitamos para sostener este crecimiento. Pero estamos comprometidos con la producción, el trabajo y el consumo interno apalancados por paritarias libres y casi pleno empleo".

Tal vez antes de estas declaraciones Aracre no leyó el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario que muestra los datos de la que, hasta ahora, es la peor sequía de los últimos 14 años y que podría convertirse en la peor de la historia.

En su tercer hilo, el asesor presidencial remató con la siguiente frase "Traduzco: el monitor cardíaco ha marcado que el paciente terminal tiene latidos. Está más vivo que nunca".

Algunos datos que mencionaremos en esta nota sirven para demostrar que la economía argentina está como un paciente terminal en terapia intensiva a punto de que le saquen el respirador artificial.

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El país sufriría la peor sequía en los últimos 14 años

El BCRA vende dólares en medio de una grave sequía: los riesgos

En lo que va del año el BCRA perdió unos 6.200 millones de dólares, un dato que Aracre debería tener muy en cuenta, y en lo que va de febrero el saldo neto es negativo en unos 240 millones de dólares.

Las bajas reservas internacionales líquidas junto a los malos números fiscales del segundo bimestre, al que se suma una de las peores sequías de la historia y un contexto inflacionario similar al de los últimos meses del 89 y primeros del 90, muestran una situación muy difícil de revertir en un año electoral.

Los daños generados por la sequía, fuertemente agravados por la reciente helada que afectó la zona núcleo, generan nuevas proyecciones hacia abajo de la campaña 2022/23 de los analistas especializados.

El miércoles pasado la Bolsa de Comercio de Rosario recortó su estimación para la producción de soja a 27 millones de toneladas desde los 34,5 millones de toneladas calculadas previamente y además advirtió que ante las condiciones climáticas desfavorables no es posible poner un "piso" a la estimación, por lo que nuevos recortes son factibles.

Por lo tanto, la cosecha de soja experimentaría, como mínimo, una caída superior al 35% si comparamos los 43 millones de toneladas de la campaña anterior y estaría por debajo de los niveles observados en la sequía 2008/2009.

Si estos datos se confirmarán la cosecha de este año sería la más baja desde la campaña 1999/2000 en la que se registraron 20 millones de toneladas. El dato que agrava la situación es que en esa época se sembraron 8,7 millones de hectáreas, frente a 16 millones de hectáreas actuales, lo cual es más que ilustrativo de la catástrofe.

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Esta sequía, en términos generales, sería la más dañina en 60 años

El impacto de la sequía en las cosechas

Por otro lado, el informe señala que la estimación para la producción de maíz bajó a 35 millones de toneladas desde los 42,5 millones de toneladas estimadas con anterioridad lo implica una caída de la contracción de 32 si la comparamos con los 52 millones de toneladas del año pasado

De esta manera, si sumamos ambas estimaciones a una producción de trigo ya cosechado en el orden de 11,5 millones de toneladas se llega a un total de unos 73 millones de toneladas para la campaña 2022/2023 de los tres principales cultivos del país.

Esto significa una caída de un 38% anual y los menores niveles desde 2008/2009.

Por lo tanto, la Argentina enfrenta la peor sequía en catorce años y las chances de volverse la más dañina en sesenta años son crecientes a medida que transcurren los días y las lluvias no llegan.

Un reciente informe de la consultora Portfolio Personal Inversamente se pregunta cómo encarará el oficialismo este evento disruptivo.

En ese aspecto señala que "descartando el escenario de salto discreto del tipo de cambio oficial al no estar dadas las condiciones políticas por una elección presidencial ni económicas porque la inflación se podría espiralizar lo único que queda a mano es un ajuste de cantidades si el precio no se puede modificar".

Caída de las exportaciones agropecuarias

El informe destaca que las estimaciones de la Bolsa de Cereales calculan una caída de las exportaciones agropecuarias de unos 18.300 millones (20,7% de las exportaciones 2022) ante el escenario de caída de 37% del Producto Bruto Agropecuario y da la sensación de que ya estamos en ese punto.

En este sentido, el shock se volvió tan significativo que la disminución o desaparición del superávit comercial de 2022 de u$s6.923 millones no será suficiente.

Por lo tanto, en este escenario esperable, un endurecimiento del cepo cambiario recorte por lo menos unos 11.000 millones de dólares las de importaciones.

Esto implica que con importaciones por unos 81.500 millones de dólares la Argentina ya comenzó habría comenzado a entrar en una fase recesiva el año pasado ya que el EMAE cayó 2,9% directo o un 8,3% anualizado entre agosto y diciembre, por lo que recortes adicionales sólo pueden implicar una recesión más profunda.

El problema es que mayores restricciones a las importaciones reforzadas con la implementación del sistema SIRA desde mediados de octubre podría afectar seriamente el nivel de actividad económica.

En ese aspecto hay que señalar que el INDEC publicó el EMAE de enero al que hace referencia Aracre que mostró una suba mensual diciembre de 1% y es la primera suba luego de cuatro consecutivas en el de nivel de actividad que se registraron entre septiembre y diciembre del año pasado.

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El BCRA debe vender reservas en un escenario negativo por la sequía

El gran interrogante es cuánto crecerá la economía este año electoral y si esta tendencia indica que la Argentina entrará en recesión antes de fin de año.

Lo preocupante es que desde el 2002 la economía argentina no sufre una crisis que combina la recesión con una alta tasa de inflación. En ese entonces la caída del PBI fue del 10,9 % y la inflación superó el 40 por ciento anual.

El informe además explica que "la estrategia del oficialismo de permitir importaciones, pero pisar los pagos de manera de manera de atenuar el shock de oferta no parece tener mucho espacio. El acumulado de 12 meses muestra un financiamiento obligado de importaciones por casi u$s10.000 millones, resultante de un base caja de u$s72.097 millones y u$s81.655 millones base devengado a enero.

Por consiguiente, es probable que los proveedores del exterior no quieran seguir aumentado su deuda comercial con Argentina.

Si eso se cumpliera además de un impacto más que negativo sobre actividad, no puede esperarse otra cosa que una suba de la brecha cambiaria ante un exceso de pesos que tendrá más restringido que nunca su dolarización por el mercado oficial libre y único de cambios (MULC).

Al respecto el informe de Portfolio Personal Invesment destaca que al parecer el veranito cambiario que surgió tras el anuncio del programa de recompra de deuda en dólares parece estar llegando a su fin.

Con este anuncio se pudo contener al dólar CCL oscilando entre $360-370 por más de un mes y medio, trepando sólo 4,1% nominal desde el 18/01 y cayendo 5,4% en términos reales medido al viernes previo a las subas de esta semana.

Los analistas del mercado financiero consultados por iProfesional consideran que el carry trade con instrumentos de mediano plazo, como los plazos fijos, comenzó a perder atractivo.

En particular desde que el BCRA subió la tasa de Pases Pasivos a un día de 70% a 72% de TNA (TEA de 105,3%) a mediados de enero y permitió que los bancos realicen cauciones, elevando la tasa de corto plazo a un piso de 66% (TEA de 93,4%). Por el contrario, la tasa del plazo fijo minorista se mantiene sin cambios en 75% (TEA de 107%) desde el 16/09.

En definitiva, lo que se observa es que el castigo por estar invertido en instrumentos de corto plazo se redujo considerablemente, provocando que haya una salida de dinero de plazo fijo hacia money markets y cuentas remuneradas. En consecuencia, los agregados monetarios se hicieron más líquidos y se observa qué hay dinero pasando de M3 privado a M2 lo cual agudiza los riesgos de una aceleración inflacionaria y agiliza la dolarización.

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