La inflación se acelera y cruje Precios Cuidados: empresas ya quieren renegociar el plan oficial
A pocas semanas del relanzamiento de "Precios Justos", algunas de las empresas líderes que firmaron el acuerdo evalúan pedirle a Sergio Massa una renegociación. Esas compañías de primera línea -todas del sector del consumo masivo (alimentos, bebidas, productos de higiene personal y de limpieza)- aseguran que se quedaron cortas con el aumento mensual firmado en la secretaría de Comercio, del 3,2%.
"Ese 3,2% aprieta. Nuestros costos se fueron por encima de ese incremento", asegura una fuente, de una de las empresas firmantes. El tema ya fue evaluado extraoficialmente entre las compañías que adhirieron a "Precios Justos", el principal programa de control de precios que tiene el Gobierno.
Ese programa oficial incluye una canasta de unos 1.900 productos esenciales con precios congelados por los próximos 90 días, y el límite de 3,2% de aumento para otros 30.000 artículos de primera necesidad que se venden en los supermercados.
El cuestionamiento de los empresarios se vincula con la aceleración inflacionaria de las últimas semanas, justo después de la rúbrica del último acuerdo. Para los ejecutivos, es muy complicado asegurar la provisión de los productos con una pauta de aumento mensual del 3,2%, que ahora se queda a mitad de camino de la inflación general.
En las próximas semanas, los empresarios van a unificar sus posiciones. La clave es ver si hay rubros que pueden sostener el acuerdo y otros que están muy "jugados".
Al respecto, el ejecutivo de una de las compañías dijo a iProfesional que hay problemas con el sector bebidas (vinos, por ejemplo) y con el precio de la harina y los subproductos.
Alerta por el consumo y la inflación
En dos empresas de primera línea que accedieron al diálogo con iProfesional coincidieron que la primera mitad de febrero fue "pobre" en materia de ventas minoristas. Una tendencia que se empezó a vislumbrar en diciembre, continuó en enero y que ahora se estaría agravando.
Esa trayectoria va en línea con las mediciones del INDEC: la actividad económica ya lleva cuatro meses consecutivos de retroceso y acumula una caída de 2,8% entre agosto y diciembre pasados (último dato disponible).
La aceleración inflacionaria está golpeando al bolsillo de los consumidores. Según el último reporte de la consultora Eco Go, para este mes se espera una inflación del 6,3%, por encima del 6,0% de enero y del 5,1% del último mes del año.
La peor parte -otra vez- se la lleva el rubro de los alimentos. Para Eco Go, la inflación en ese sector se acercaría al 7,8%, un número que va en línea con el peor momento de la crisis del año pasado, cuando en julio renunció Martín Guzmán y se desató una tormenta económica y financiera.
En enero, de acuerdo al INDEC, la inflación de los alimentos había sido del 6,8%, contra 6,0% del IPC.
Esta trayectoria complica el panorama político del Gobierno y de Sergio Massa, en particular. El ministro se había comprometido a llevar la inflación mensual a menos del 4% para abril. Está claro que esa promesa será imposible de cumplir.
Pero lo peor es que lo que más viene en aumento son los alimentos. Y no solamente las carnes. De ahí la advertencia de las empresas del sector.
Precios: las razones del desvío
Desde el sector empresario tienen sus propios argumentos sobre el salto inflacionario de las últimas semanas:
- Aseguran que desde la industria no pueden sostener aumentos de 3,2% mensuales cuando el tipo de cambio oficial sube alrededor de 5,6%. El dólar, aducen, es un formador de costos ineludible.
- Paritarias. Según el economista Ricardo Delgado, presidente de la consultora Analytica, los trabajadores formales recibieron recomposiciones promedio del 7% mensual en la última parte del año pasado, y eso se está trasladando a los precios finales en la actualidad.
- Escasez de dólares. Aun cuando el Gobierno se comprometió a abrirles la canilla de las importaciones a las empresas alimenticias, los ejecutivos se comportan como si, en cualquier momento esa posibilidad se fuera a cerrar. Sin dólares asegurados en el BCRA, los ejecutivos de empresas razonan que esa incertidumbre tiene un costo, que debe cargarse a los precios. Se trata de una práctica que fue común a lo largo del año pasado, pero que había menguado tras la llegada de Massa al ministerio de Economía.
- La brecha cambiaria, que no baja del 90% a 100% también mantiene la presión sobre los precios. "Es un fuego permanente", grafica Delgado.
- Sequía. Así como favoreció al precio de la carne en los últimos meses, ahora el escenario se dio vuelta. A su vez, la caída en la producción de frutas y verduras presiona sobre los valores en estos rubros, con alzas muy importantes que van más allá de la típica estacionalidad.
- Alza en combustibles. Si bien es del 4% mensual, por debajo del IPC, está claro que también tiene un impacto generalizado, que hace muy difícil enfriar el proceso inflacionario y los ejecutivos toman nota de esa realidad.
La actividad económica se enfría
La lógica pérdida de poder adquisitivo por la alta inflación está impactando sobre la actividad económica. Es lo que ya viene reportando el INDEC.
La preocupación oficial y en las empresas es que esa tendencia negativa también se profundice. Algo que se empezará a develar en las próximas semanas, cuando la campaña electoral entre en calor.