Los cuatro indicadores que muestran la posible llegada de una recesión con inflación antes de fin de año
La caída del 1 % que mostró el Estimador Mensual de Actividad Industrial (EMAE) de diciembre del año pasado muestra que el impacto de la sequía comenzó a afectar el crecimiento económico antes de lo esperado.
Por otra parte, los números de la recaudación impositiva de enero también muestran una menor recaudación en los impuestos en concepto de retenciones. A esto se suma el resultado negativo del balance comercial de enero con una importante caída de las exportaciones agropecuarias.
Estos tres indicadores conocidos esta semana junto a la inflación mensual del 6 % del IPC de enero muestran que de continuar así la Argentina tendrá muchas dificultades para poder crecer y acumular reservas internacionales y cumplir con la metas fiscales comprometidas con el FMI para este año.
Los números del EMAE de enero pasado muestran que la actividad económica cayó un 1% con respecto a noviembre registrando la cuarta caída consecutiva mensual en tanto que en el año se registró un aumento del 5,2 %.
Datos que explican la caída de la actividad económica
En este caso los malos resultados del sector agropecuario, de la industria manufacturera y del comercio explican en gran parte la caída de diciembre. En el acumulado del año hubo una mejora del 5,2%.
En ese aspecto hay que mencionar el caso de la actividad agroindustrial que además de caer un 18 % y ya había caído un 2,8 % en octubre y un 7,5 % en noviembre. Con estos números el escenario de una sequía que no afloja y los malos pronósticos para la próxima cosecha el futuro se presenta bastante complicado.
Por otra parte el sector Agricultura, Ganadería Caza y Silvicultura tuvo una caída de 18 %, la Industria Manufacturera una baja del 2.1 % y el Comercio Mayorista y Minorista una caída del 1,1%.
El crecimiento del 5,2 % del EMAE en el 2022 muestra que la economía perdió impulso luego del crecimiento récord del 10,3 %.
Qué pasará en 2023: las dudas que genera un año electoral
El gran interrogante es cuánto crecerá la economía este año electoral y si esta tendencia indica que la Argentina entrará en recesión antes de fin de año.
Lo preocupante es que desde el 2002 la economía argentina no sufre una crisis que combina la recesión con una alta tasa de inflación.
En ese entonces la caída del PBI fue del 10,9 % y la inflación superó el 40%.
Por otra parte del índice de producción industrial del INDEC mostró una baja del 1 % en diciembre con respecto al mes previo y una caída del 2,7 % si se lo compara con el mismo mes del año anterior en tanto que el índice de la actividad de la construcción registró una baja del 3,5 % mensual y una caída interanual del 10,6 %.
El freno de la actividad económica
Estos tres indicadores muestran que la actividad económica se comenzó a frenar en el segundo semestre del año pasado luego de la crisis de la deuda en pesos del periodo junio-julio antes de la llegada de Sergio Massa al ministerio de Economía.
Esa especie de desanclaje nominal-monetario del bimestre junio-julio obligó a la política económica a dar un giro de 180° en materia fiscal con un ajuste de las principales partidas del gasto y un ajuste monetario con suba de tasas de interés.
Estos ajustes habrían comenzado a golpear el nivel de actividad económica. Según el INDEC, tanto la producción industrial manufacturera como la construcción retrocedieron en diciembre.
En relación al Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) hay que señalar que registra 5 meses consecutivos de contracción mensual desestacionalizada. Es la , mayor caída consecutiva desde enero de 2012 en el que el INDEC comenzó a publicar ese dato. Puntualmente, desde julio 2022 cuando la construcción prácticamente volvió a los niveles máximos del del 2018 el sector ya acumula una baja desestacionalizada del 24,8%, regresando así a niveles de mediados del 2021.
Qué pasa con el comercio exterior y otros sectores
Los números fiscales en particular los relacionados con el comercio exterior también muestran el impacto de la sequía por el menor aumento en la recaudación de las retenciones como consecuencia de la baja en las exportaciones de productos agroindustriales.
En el primer mes de este año el Sector Público Nacional registró un déficit primario de $203.938 producto de un significativo aumento en la inversión en infraestructura energética, vivienda y transporte sumado a una caída en los tributos del comercio exterior por el impacto de la sequía. Por el lado de los derechos de exportación se registró una suba interanual de 41,1% afectada por la sequía de los últimos meses.
Los ingresos tributarios vinculados a la actividad económica crecieron 103,3% por el lado del IVA neto de Reintegros y 104,4% i.a. por el lado del impuesto a las ganancias. Mientras tanto, las contribuciones a la Seguridad Social crecieron 101,5%.
El gasto primario del Sector Público Nacional alcanzó los $1.927.142,8 millones y presentó una suba de +111,2% contra enero del 2022. Al mismo tiempo, el gasto de capital creció 151,6% frente a enero de 2022.
El saldo negativo de la balanza comercial
El otro indicador que podría estar indicando el ingreso a una recesión antes de fin de año es el saldo negativo de 484 millones de dólares que mostró la balanza comercial en enero pasado que dio a conocer el INDEC.
En diciembre pasado el saldo comercial medido a través del Intercambio Comercial Argentino (ICA) llegó a los 1.102 millones de dólares.
En el primer mes del año las exportaciones llegaron a los 4.900 millones de dólares en tanto que las importaciones sumaron unos 5.384 millones de dólares. Es el primer resultado negativo de la balanza comercial desde agosto del año pasado.
En el informe se observa que las exportaciones cayeron un 11,7 % con respecto al mismo mes del año anterior con una baja de unos 648 millones de dólares. En tanto que las importaciones subieron un 2,5 % con respecto a enero del año pasado registrando una suba de unos 133 millones de dólares.
Exportaciones de bienes y servicios
De acuerdo a la opinión del Director de la consultora DNI, el economista Marcelo Elizondo, Argentina alcanzó un récord de exportaciones de bienes por unos 88.400 millones de dólares mientras que las exportaciones de servicios habrían superado los 13.000 millones de dólares por lo tanto el total exportado podría llegar a unos 98.000 millones de dólares.
Elizondo explicó a iProfesional que: "el crecimiento de las exportaciones de bienes estuvo explicado en gran parte por los mejores precios internacionales porque las cantidades exportadas descendieron con respecto al 2021".
Por su parte un reciente informe de la consultora ABCEB, que dirige el economista Dante Sica, señala que "de cara a 2023 esperamos una caída tanto en las exportaciones como en las importaciones, y un saldo comercial aún menor al de 2022".
El informe agrega que en relación con las exportaciones, el principal driver de dicha caída es el comportamiento del agro, afectado severamente por las sequías y heladas en curso. De hecho, las exportaciones de este sector podrían caer entre 5.500 y 8.500 millones de dólares. Además destaca que la caída total de las exportaciones sería mayor aún si no fuera por el comportamiento del sector automotriz y energético, para los cuales esperamos un incremento en sus exportaciones vs. 2022.
Las reservas, otro dolor de cabeza para el Gobierno
Por su parte, en relación con las importaciones el informe describe que la magnitud de su retracción dependerá principalmente de la situación en materia de reservas del BCRA: si el saldo comercial se ve debilitado por un menor ingreso de dólares, éste se compensará mediante un apretón más fuerte en las importaciones -principalmente en Bienes intermedios y de consumo; que, tal como se mencionó, cerraron 2022 en niveles históricos relativamente elevados dados los niveles de actividad económica.
A lo anterior se suma una actividad que permanecerá casi estancada -creciendo en torno a 1% promedio durante 2023-y que por consiguiente demandará menos compras del exterior.
Una gran parte de las consultoras estiman que entre agosto y diciembre de este año la economía acumulará una caída del 2,4%.
Los números de inflación de enero pasado dejan en evidencia que la inflación inercial en la que entró Argentina desde el 2014 será muy difícil de reducir en los próximos meses y las consultoras y bancos han comenzado a modificar el número de este año a valores que van desde el 100 % al 120 % anual por lo tanto no habría que descartar para fines de este año la posibilidad de un escenario de recesión con una alta inflación.