• 22/11/2024

Revés para Precios Justos: hay brecha de precios récord entre supermercados y pequeños comercios

La diferencia de precios entre las grandes cadenas y los comercios tradicionales es histórica. Sergio Massa, más lejos de cumplir con su meta de inflación
09/02/2023 - 07:00hs
Revés para Precios Justos: hay brecha de precios récord entre supermercados y pequeños comercios

La "brecha" no es exclusiva del mercado cambiario. También existe una en el sector comercial. No es tan amplia como a la hora de hablar del dólar blue, el "contado con liqui" o el dólar oficial, pero también perjudica a consumidores y a los pequeños comerciantes.

Se trata de la diferencia de precios entre los productos que se venden en los comercios tradicionales -de barrio- y los que se ofrecen en las góndolas de los supermercados. Son los mismos artículos pero que tienen precios bien diferentes según el comprador los adquiera en una cadena de supermercados o en el "autoservicio chino" o almacén de la vuelta de su casa.

La cuestión tiene un inevitable condimento social: en su gran mayoría se trata de productos de consumo masivo: alimentos, bebidas y productos de limpieza e higiene, que terminan pagándose más caro en los negocios de proximidad, que son aquéllos a los que acceden los consumidores de menores recursos.

Un informe de la consultora Scentia -especializada en consumo masivo- da cuenta de que el diferencial de precios de los alimentos y bebidas, y también en los artículos de limpieza y aseo personal se encuentra en su máximo histórico.

Como nunca antes, desde la aparición de las cadenas internacionales de supermercados en los años 90, la brecha de precios fue tan amplia como ahora.

Brecha récord: cuál es la diferencia en los precios

De acuerdo a Scentia, los precios de los almacenes y autoservicios son alrededor de un 33% más caros, en promedio, que en las grandes cadenas de supermercados.

Precios Justos, en problemas: crece la brecha entre supermercados y comercios de cercanía.
Precios Justos, en problemas: crece la brecha entre supermercados y comercios de cercanía.

La brecha suele ser incluso más amplia en aquellas categorías que tienen un mayor control por parte del Gobierno.

Esa diferencia se amplió en los últimos tiempos, a medida que se hizo más exhaustiva la regulación estatal sobre las cadenas de supermercados, que es donde se pueden conseguir los productos de "Precios Justos" (congelados ahora hasta el mes de junio), y que -además- cuentan con un acuerdo entre el Gobierno y los empresarios para que el aumento mensual nunca supere el 3,2%.

El canal tradicional (pequeños comercios) está excluido de esos acuerdos. Ahí no vale ni la canasta de 2.000 productos con precios congelados hasta mitad de año, ni el tope de aumentos por mes.

Osvaldo del Río, director de Scentia, comentó a iProfesional que, en los últimos años, la diferencia de precios entre las cadenas y los pequeños comerciantes fue del 20% en promedio. "Cuando llegaron los grandes supermercados, ese diferencial era de entre 6% y 8%. Luego subió al 20% y ahora ya estamos en un récord", dijo a iProfesional.

Del Río suma un dato adicional para tener una idea más cabal sobre lo que está sucediendo a nivel comercial. "Durante el año pasado, la inflación alcanzó al 98,1% en los negocios de barrio, mientras que en las grandes cadenas de supermercados fue del 84,7%. Para comparar el índice de inflación medido por el INDEC para "Alimentos y Bebidas" resultó del 97,5% el año pasado", detalló el experto.

Faltantes en las góndolas

En una economía con inflación del 5% mensual, las compañías fueron perdiendo incentivos para participar en el programa oficial con el correr de las semanas.

El desabastecimiento, otro fantasma que acecha a Precios Justos.
El desabastecimiento, otro fantasma que acecha a Precios Justos.

Según Comercio Interior, el cumplimiento de abastecimiento en los supermercados alcanzó al 68% en enero. Había sido de apenas el 52% durante noviembre, lo que obligó a Matías Tombolini a llevar adelante una serie de inspecciones para obligar a las empresas a elevar el nivel de cumplimiento. 

Hay empresas -tanto grandes como medianas y pequeñas- que decidieron dejar de entregarles mercadería a las grandes cadenas porque prefieren abastecer a los comercios más chicos (autoservicios y mayoristas), que no firmaron el acuerdo con Comercio Interior. En ese canal pueden poner los precios sin controles.

Ese corrimiento de un canal a otro es el que también provocó desabastecimiento en las góndolas de las grandes tiendas.

Además, el equipo de Tombolini abrió expedientes para saber si las grandes empresas proveedoras de alimentos, bebidas y productos de higiene están faltando a su compromiso y entregan menos mercadería.

Una inflación difícil de doblegar

El relanzamiento de "Precios Justos" se da en un contexto de aceleración inflacionaria, que incluye a los alimentos.

Al contrario de lo que el propio Massa prometió hace apenas un mes -una desaceleración en la suba de los precios-, la inflación está subiendo en lugar de bajar. Está claro que al ministro le será imposible cumplir con el pronóstico de una inflación por debajo del 4% hacia el mes de abril.

Los precios no frenan y la pauta inflacionaria de Massa luce cada vez más complicada.
Los precios no frenan y la pauta inflacionaria de Massa luce cada vez más complicada.

Ahora, Massa pretende -a lo sumo- que los precios de la comida se alineen en las grandes tiendas. El propio Tombolini marcó los límites que tienen los controles.

"El distribuidor que le compra a la marca y le revende al chino, no llega con la pauta de precio. Entonces, se hace de cumplimiento imposible, como así también que podamos fiscalizar la tienda y hacer la multa; no se llega hasta ahí", explicó Tombolini para dar cuenta de la inexistencia de "Precios Justos" en los comercios tradicionales. 

La dinámica da cuenta de la enorme dificultad para desacelerar el proceso inflacionario, que ya lleva varios años y que se fue agravando.

El ministro quiere que, sí o sí, haya un enfriamiento en la suba de los precios. Lo necesita porque él mismo se comprometió a que la inflación de abril bajaría al 3% y, además, porque en los próximos días se abrirán las negociaciones salariales para este año, y el ministro quiere que se ajusten con el pronóstico de inflación del 60% para este 2023.

Si la inflación se encamina al 5% mensual, eso significa que la inflación anual será de por lo menos el 80%, veinte puntos por encima de su promesa.

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