Reservas, deuda e inflación: el "Triángulo de las Bermudas" que preocupa al mercado financiero
El programa de recompra de deuda en dólares anunciado por el ministro de Economía Sergio Massa el 18 de enero genera mucha incertidumbre en el mercado financiero y en particular mucho rechazo en la oposición.
También hay muchas dudas con respecto a la evolución de las reservas internacionales del BCRA, que desde el pico de fines de diciembre cayeron unos 4.000 millones de dólares. A esto se suma la preocupación por el dato de inflación de enero que ya tuvo un anticipo al conocerse el lunes la inflación de CABA. Esta combinación de efectos es lo que hoy en el mercado financiero llaman el "Triángulo de las Bermudas" de Sergio Massa.
Esa incertidumbre en el mercado se tradujo en una nueva suba del dólar blue qué pasó de 373 a 377 pesos tras la baja observada el lunes.
En tanto en el mercado bursátil el dólar CCL llegó a los 364 pesos y el dólar MEP alcanzó los 354 pesos.
¿Bomba de tiempo?
Por otro lado el dólar oficial en el segmento mayorista llegó a los 189 pesos con una suba de 42 centavos que marca un ritmo de devaluación mensual del peso cercano al 6 % mensual frente a una inflación proyectada para febrero que oscilará entre el 5,5 y el 6 % mensual de acuerdo a la estimación de las principales consultoras.
En lo que respecta a las reservas internacionales brutas del BCRA totalizaron los 40.300 millones de dólares frente a un récord de diciembre de unos 44.500 millones de dólares registrados en diciembre gracias las liquidaciones de dólar soja 2.0 a 230 pesos por parte del sector agroexportador industrial.
Pero el duro comunicado de Juntos Por el Cambio al alertar sobre la bomba de tiempo que significa la renovación de la deuda en pesos que el gobierno deberá enfrentar entre abril y agosto cuando se realicen las PASO presidenciales provocó que dos funcionarios del equipo económico, el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein y secretario de Finazas Eduardo Setti salieran ayer a defender el programa con dos tuits bastante polémicos que provocaron más rechazo en la oposición.
Setti anunció a través de su cuenta de twitter que el Tesoro seguirá interviniendo con fuertes posturas compradoras de bonos en dólares en el mercado secundario dentro del plan de recompra anunciado por el gobierno.
Qué pasa con la deuda en pesos
También mencionó que la suba de tasas de interés de la FED generó una situación de caída general en los mercados emergentes que nos da una oportunidad para seguir consolidando el proceso de recompra y hoy estaremos presentes con una compra de un 20 % dentro del programa anunciado. Este mensaje también fue retuiteado por el ministro Sergio Massa.
Por su parte Rubinstein le dio fuerza a la polémica al manifestar que: "A diferencia del período 2016/2019, en que se emitía mayoritariamente deuda en dólares hoy el mercado de deuda en pesos constituye la principal fuente de financiamiento del Tesoro".
Con respecto al endeudamiento escribió que "este Gobierno no sólo no se endeudó con el exterior, sino que además reestructuró más de 100.000 millones de dólares de títulos de deuda en moneda extranjera, renegoció el Préstamo Stand-by de 2018 con el FMI por más de 44.000 millones de dólares y arribó a un nuevo acuerdo con el Club de París y reconstruyó el mercado de deuda en pesos luego de su reperfilamiento (defaulteado) por el Gobierno anterior en 2019".
Además destacó que "como resultado, el ratio deuda-PBI, que se había incrementado durante 2015-2019 desde 52,6% a 89,8%, al tercer trimestre de 2022 ya acumula un descenso de 10 puntos porcentuales hasta el 79,8%y al mismo tiempo, se verifica una "desdolarización" de la deuda respecto de la recibida en 2019, pasando de una proporción de deuda en dolares del 70% al 53% actualmente".
El tamaño de la deuda
Lo que explicó Rubinstein es que desde el punto de vista del gobierno la deuda en relación al tamaño y capacidad de la economía es sensiblemente menor en muy poco tiempo, tanto por un buen manejo de la deuda como también por el crecimiento económico desde la recuperación post pandemia y a diferencia del período 2015-2019, la actual estrategia de financiamiento se basa en la emisión de deuda en la moneda que el País emite.
Con respecto al gobierno de Mauricio Macri explicó que "aquel gobierno emitió Letes en Dólares a cortísimo plazo con tasas cercanas al 7,5% anual, llegando a acumular hacia finales de 2019 un monto equivalente al 8% del PBI que ellos mismos tuvieron que "reperfilar"; perjudicando principalmente a los ahorristas argentinos. Este Gobierno se financia en Pesos, y la porción denominada Dólar Linked, que se ajusta por el tipo de cambio oficial, paga tasas de interés del 0%".
Con respecto a la composición y evolución de las reservas internacionales el especialista Salvador Di Stefano explicó a iProfesional que "las mismas se financian no pagando importaciones y solicitando adelanto de exportaciones, bien medidas son negativas, el peso no tiene respaldo".
Además destacó que "el Estado está esquilmando el sistema financiero, que está al servicio del Estado, y el Banco Central es una máquina de generar inflación. Los datos son irrefutables en un escenario en donde las reservas son cada vez más escasas".
Un sistema financiero al servicio del Estado
Di Stefano señaló que el BCRA les pidió a los exportadores un total de unos 2.000 millones de dólares de adelanto, y postergó pagos de importaciones por aproximadamente unos 13.000 millones de dólares y si estos pagos estuvieran al día, las reservas del BCRA serían negativas, mucho peor de lo que dejó Cristina Fernández de Kirchner a fines del 2.015.Esto implica que las reservas del BCRA están financiadas por las postergaciones de pagos del comercio exterior y el adelanto de exportaciones.
De acuerdo al último informe de la consultora Invecq computando el porcentaje de DEGs computables que recibirá el país del Fondo Monetario Internacional en marzo luego de la revisión y aprobación de las metas de diciembre del año pasado se estiman que el BCRA deberá acumular adicionalmente entre febrero y marzo unos 1.800 millones de dólares para cumplir con la meta de reservas netas del primer trimestre.
En ese aspecto nos podemos preguntar si es factible acumular 900 millones de dólares este mes y otros 900 millones en marzo en las actuales condiciones macroeconómicas y políticas.
El informe explica que bajo condiciones normales y excluyendo un nuevo "dólar soja" el panorama es difícil.
Panorama complicado
Como dato es importante destacar que desde la salida de la Convertibilidad en enero de 2002 a la fecha el Banco Central compró unos 330 millones de dólares promedio los primeros trimestres y unos 264 millones de dólares en años de cepo cambiario.
Suponiendo que se pudiera cumplir la meta de reservas netas del primer trimestre con alguna ayudita del FMI debemos mencionar que las operaciones con el organismo del 2023 no implican un ingreso neto de divisas como en 2022 que llegaron a más de 5.000 millones de dólares. Las mismas implicarán un egreso neto de divisas de casi unos 2.500 millones de dólares y contemplando el desembolso de diciembre 2022 los pagos al FMI del 2023 solo están calzados hasta junio esto quiere decir que no habrá dólares del FMI en el segundo semestre de este año.
En ese aspecto debemos señalar que el estrés del mercado de deuda en pesos de junio-julio modificó el panorama político económico y se llevó puestos a dos ministros de Economía. Primero a Martín Guzmán y luego a Silvina Batakis para que luego llegara Sergio Massa a intentar una búsqueda de la estabilización de la economia.
Crisis política y económica
La crisis de la deuda en pesos del Tesoro no solo gatilló una crisis política, sino también una sustancial reacción de política monetaria ya que en dicho bimestre el BCRA emitió pesos por el equivalente al 1,5% del PIB para sostener las paridades de la deuda de corto plazo en pesos y 2 % en todo el 2022" señala el informe de Invecq.
Esa crisis de la deuda en términos de financiamiento, se tradujo en un acortamiento de los plazos de colocación, mayores tasas de interés que tiene que pagar el Tesoro para renovar vencimientos,la utilización de instrumentos financieros indexados por la inflación o ajustados por la evolución del tipo de cambio oficial y una recurrencia a los canjes de deuda.
El dato preocupante es que un 70% de los más de 8,8 billones de pesos que vencen entre abril y mayo están indexados, ya sea al dólar oficial con bonos dólar linked o la inflación como la deuda atada al CER) o a lo que más suba de los dos como los bonos duales.
En este contexto, nos queda analizar que sucede con los pasivos del BCRA donde la suma de los pasivos monetarios remunerados y no remunerados asciende a $ 15,6 millón de millones, esto medido a un dólar oficial nos daría u$s54.940 millones una suma muy superior a las reservas que se ubican en 40.300 millones de dólares.
Una distorsión que se agranda
Esta distorsión a su vez se seguirá agrandando porque las reservas están colocadas a una tasa de interés muy baja cercana al 2,0% anual en dólares, mientras que un setenta por ciento de los pasivos monetarios del BCRA devengan una tasa de interés nominal anual del 75 % o una tasa efectiva anual del 107,0%.
Lo curioso es que comparada con el último dato de inflación de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) las tasas de interés pasivas del BCRA son negativas. "El dato de enero sorprendió a los analistas ya que se aceleró muy fuerte marcando un 7,3% mensual y el dato anualizado llegó al 132 % frente al 5,8% en diciembre y acercándose de esta manera al máximo histórico de julio 2022 de 7,7%.
Las especulaciones se mantendrán hasta que el INDEC publique el dato oficial el próximo martes 14/02 pero lo que es evidente es que la inflación medida a través del IPC tocó un piso en noviembre del año pasado y ahora se volvió a acelerar, confirmando el régimen de alta inflación o de un ritmo anualizado de tres dígitos.