Polémica por el precio de la carne: ¿se manipularon cifras para justificar el aumento?
El precio de la carne siempre fue controversial y es una de las bases del recelo con el campo, dado que históricamente su valor condicionó la famosa "mesa de los argentinos", fogoneó la inflación, y generó medidas gubernamentales, que por lo general fueron rechazadas por los ganaderos porque acotaban sus márgenes de ganancia.
Si bien la confrontación nunca dejó de estar teñida de un fuerte tinte ideológico, no es menos cierto que productores y frigoríficos siempre utilizaron su poder de lobby para frenar intentos oficiales por acotar los aumentos y que el preciado producto esté al alcance de la mayor cantidad de argentinos posibles.
Durante el último año se vivió una situación inédita debido a la fuerte sequía que modificó los planes de producción y en muchos casos obligó a la liquidar cabezas anticipadamente.
De allí que la oferta se mantuvo constante y abundante durante todo el año lo que amortiguó la suba de precio en los mostradores.
Según los datos oficiales, el precio de la carne se incrementó en el orden de 65% en promedio durante 2022 contra una inflación de 95%, o sea 30 puntos por debajo de la suba general.
En esta coyuntura, además de los consumidores, el que se vio muy favorecido fue el Gobierno, ya que si el costo de la carne hubiese corrido en forma paralela a la inflación sin dudas el Indice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora el INFDEC hubiese superado largamente el 100%.
¿Se manipularon cifras para justificar el aumento de la carne?
En los últimos días la aparición de algunas lluvias modificó el escenario. El envío de hacienda al mercado de Cañuelas comenzó a tomar otro cariz y aparecieron los aumentos de precios que en algunos casos se acercaron al 30%.
Los especialistas sostienen que será difícil el traslado pleno a los mostradores en lo inmediato, pero al mismo tiempo señalan que ocurrirá "más temprano que tarde".
En el sector evitan hablar de "aumento" y utilizan el término "recuperación" de precios. Veamos…
Tal como fue dicho el aumento promedio de la carne en 2022 fue de 65%, 30 puntos menos que a inflación. ¿Pero qué sucede si tomamos un período de tiempo mayor y comparamos lo valores de diciembre de 2022 con diciembre de 2020, tomando como parámetro los valores que publica en INDEC? En ese caso el precio de la carne muestra aumentos del orden de 140% ¿Cuánto fue la inflación acumulada en ese mismo período? Cerca de 144%. En consecuencia, si la comparación de precios se realiza contra períodos más amplios de ninguna manera se puede decir que el precio de la carne está "atrasado".
Durante 2021 el costo de la carne para los consumidores registró aumentos entre 65 y 70%, contra una inflación que había sido del orden de 50%. En ese momento nadie habló que "el precio de la carne estaba adelantado".
Incluso el Gobierno tomó medidas como el cierre de exportaciones para evitar que siga la escalada. Durante las fiestas de 2021 tal había sido el incremento en los mostradores, que el entonces secretario de Comercio, Roberto Feletti, obligó a los frigoríficos a realizar ofertas especiales para la semana de Navidad y Año Nuevo.
El precio de la carne no está atrasado con la inflación
Los números del INDEC certifican que en dos años la carne no está atrasada respecto de la inflación y que el discurso es totalmente inverso al que se quiere instalar: los precios de los demás bienes ahora alcanzaron la variación que tuvo la carne en 2021.
En el Gobierno eluden la polémica y dicen que se van a ocupar del "abastecimiento" dado que consideran que si la oferta es normal el precio de acomodará.
El programa "Precios Justos" que suplantó al "Precios Cuidados" no contempla la carne en su listado y en la página de la Secretaría de Comercio ya no figura la propuesta de "Cortes Cuidados" que mantenía el valor de siete piezas populares a un valor reducido.
El programa había sido muy cuestionado por el nivel de abastecimiento, pero también por la calidad de los productos que se ofrecían.
Pero si como se prevé el aumento del 30% comienza a trasladarse a las góndolas, será un fuerte impulso para la inflación de enero y febrero. Así como durante 2022 la carne fue un aliado del gobierno en materia inflacionaria, en los próximos meses puede convertirse en su peor enemigo, justo en los delicados momentos de la campaña electoral.