Dudas y certezas de la moneda común entre Brasil y Argentina: ¿signo monetario único o instrumento financiero?
Luego de la conferencia de prensa que brindaron el ministro de Economía, Sergio Massa, y el ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, se aclararon varios interrogantes de la intención del gobierno argentino de instrumentar en el futuro un signo monetario en entre ambos países para evitar comerciar en dólares.
En este aspecto, Massa reiteró varias veces que "se trata de una moneda común y no de una moneda única" luego de dar una conferencia de prensa con su par brasileño Fernando Haddad.
Tanto Massa como Hadad se preocuparon por dejar de lado cualquier tipo de similitud entre el Mercosur y la Unión Europea y la creación del Euro que comenzó con la idea de un mercado común europeo con el Tratado de Roma de 1960 y finalizó en el 2.000 con el lanzamiento del euro.
Ambos funcionarios hablaron de una moneda común como un objetivo de largo plazo y además se enfocaron en buscar en el futuro una solución para modificar el comercio bilateral entre ambos países.
Mecanismo de comercio común
La intención es lograr garantías para créditos de más largo plazo para los empresarios de ambos países que otorgarán el Banco Nación Argentina y el Banco Do Brasil.
Massa señaló que se buscará establecer mecanismos para lograr en el futuro una moneda común para ambos países y aclaró que "no se trata de una moneda única".
"Esto tiene como objetivo central que tengamos un mecanismo de comercio común y avanzar en un programa de financiamiento de exportaciones recíproco que tiene como objetivo para Brasil aumentar el volumen y simplificar los trámites de las empresas brasileñas a la hora de exportar sus productos a la Argentina. En el caso de nuestro país aumentar las exportaciones y en el caso de las importaciones tratar de disminuir el peso que en nuestro comercio bilateral tienen nuestras reservas internacionales" explicó el ministro de Economía.
El déficit comercial bilateral acumulado con Brasil hasta diciembre fue de 2.500 millones de dólares, lo que representa un notable deterioro en relación con el saldo del mismo período del año pasado que fue superavitario en unos 2230 millones de dólares. El saldo es producto de importaciones que crecieron 33,7% en lo que va del año, mientras que las exportaciones hacia Brasil lo hicieron en 13,1% anual.
El compromiso de Lula
Por su parte el presidente de Brasil, Luis Lula Da Silva, manifestó que "se va a trabajar para lograr una propuesta de comercio entre los dos países para que se deje de depender tanto del dólar y buscar una moneda común a ser construida con muchos debates y reuniones".
Lula manifestó también que "es necesaria en el futuro esa moneda común del Mercosur porque los países integrantes tenemos dificultades para conseguir dólares y deberán ser los bancos centrales de cada país los que fijen el tipo de cambio del comercio exterior".
En el fondo de acuerdo a lo que pudo saber iProfesional se trataría de relanzar el llamado Sistema de Monedas Locales (SML) que está vigente desde el 2008 pero que prácticamente no ha sido utilizado por ambos países.
Este es un mecanismo ideado para que las empresas argentinas y brasileñas realicen sus transacciones comerciales en pesos y en reales y que luego los respectivos bancos centrales compensen esas diferencias en dólares. Un punto importante es que el plazo de arbitraje que impone el SML pasará de 30 días a un año de duración.
Problemas para aplicar la moneda en común entre Argentina y Brasil
Uno de los grandes problemas es que el Banco Central de Brasil tiene más de 330.000 millones de dólares de reservas internacionales mientras el BCRA tiene unos 42.500 millones de dólares de reservas.
El otro gran problema es el tipo de cambio para fijar las exportaciones y las importaciones donde Brasil tiene un solo tipo de cambio oficial único y libre mientras que Argentina tiene un tipo hoy por lo menos 15 tipos de cambios diferenciales además del tipo de cambio único oficial.
La reciente devaluación del real frente al dólar que se ha producido desde fines de diciembre del año pasado aumentó el riesgo de competitividad para la Argentina porque en el futuro se podría producir un fuerte aumento de las exportaciones de Brasil hacia nuestro país.
Estás diferencias entre los tipos de cambios de ambos países donde el que más devalúa su moneda es Argentina de acuerdo a varios analistas consultados por iProfesional es el mayor inconveniente para que ambos países puedan tener en el futuro una moneda común como planteó el presidente Alberto Fernández en su visita a Brasil en los primeros días de este mes.
Antecedentes
Como dato podemos señalar que en marzo de 2002 antes de la llegada de Roberto Lavagna al ministerio de Economía el dólar en la Argentina costaba 4 pesos en Argentina en tanto que en Brasil el dólar valía 4 reales.
Lo curioso es qué casi 21 años después la cotización del dólar blue en la Argentina llega a $375 en tanto que la cotización del dólar en Brasil asciende a los 5,50 reales.
Esto implica que el tipo de cambio en nuestro país aumentó un 8.800 % mientras que en Brasil subió un 38 %. Estos números sirven para demostrar que la estabilidad cambiaria de Brasil es totalmente incompatible con la inestabilidad cambiaría de la Argentina.
Esa fue la última vez que los tipos de cambio estuvieron casi en el mismo valor. La anterior había sido en 1994 cuando el dólar valía 1 real en Brasil y también 1 peso en Argentina con la convertibilidad.
Otras diferencias
Otra de las grandes diferencias es que frente a una brecha cambiaria del 100% que existe en Argentina entre la cotización de dólar lblue y el oficial, en Brasil no hay diferencia. Por otro lado, mientras la inflación proyectada en Argentina para este año supera el 100 %, la estimada para Brasil durante todo 2023 será del 4,8%, que es casi la misma que marcó el IPC de noviembre el Indec que fue del 4,9% mensual.
El otro dato revelador de las diferencias financieras lo marca la tasa de interés. En Argentina la tasa nominal anual de referencia del BCRA se sitúa en el 75 % mientras que en Brasil súpera el 13 %.
Un reciente estudio de la consultora ABCEB, que dirige el economista Dante Sica señala que: "la fuerte respuesta que tuvo el Banco Central de Brasil (BCB)ante la suba de precios del 2021 derivó en un importante proceso de desinflación durante 2022 que continuaría este año. El trabajo destaca que "en lo que hace a la actividad, la balanza se inclina mejor para nuestro país ya que la economía de nuestro país cerrará el año con un incremento previsto del 5,5%, mientras que la de nuestro vecino crecería 3,2% en 2022".
Para 2023, y durante el primer año de gestión de Lula, se espera que desacelere a +0,7% en 2023, una dinámica similar a la de Argentina, que crecerá cerca del 1%.
Motivos de la retracción de la economía de Brasil
Esta retracción de la economía de Brasil se dará fundamentalmente por una normalización de la actividad post pandemia, un menor crecimiento mundial, el efecto rezagado de la suba de la tasa Selic y el recorte del paquete fiscal extraordinario que dio el gobierno de Bolsonaro en el contexto de las elecciones.
La industria de Brasil ya registró en agosto y septiembre una desaceleración creciendo el 2,4%, un nivel por debajo de la pre pandemia y un ritmo muy por debajo del 18,7% del pico en 2011.
El comercio crece, pero a un ritmo del 0,7% acumulado en los últimos meses, y en cambio, los servicios llevan cinco meses consecutivos de crecimiento con un alza del 1,1%, el nivel más alto de la serie.
De todas formas, vale destacar que este aún se encuentra casi un 30% debajo del promedio de 3.500 millones de dólares en 2004-2018.
Moneda en común entre Argentina y Brasil: los obstáculos
La mayoría de los economistas consultados por iProfesional sostienen qué hay grandes obstáculos para lograr una moneda común y la integración entre los ambos países.
Entre esos obstáculos se destacan:
- la volatilidad y las políticas macroeconómicas incompatibles en ambos países.
- la baja competitividad sistémica, excepto en sectores de alimentos, y en algunos nichos industriales y de servicios.
- el escaso financiamiento para proyectos de integración regional.
- la falta de rumbo del Mercosur (ni zona de libre comercio, ni unión aduanera).
- las barreras no arancelarias y excesiva burocracia intra-zona.
- los escasos acuerdos más allá de lo estrictamente arancelario (servicios, inversión, compras públicas, propiedad intelectual, normas técnicas y laborales).
- el mayor tamaño relativo de las empresas brasileñas; problemas de infraestructura en ambos países, y estructura logística enfocada en el comercio extra-zona.
- la ausencia de fomento a nichos más competitivos o con mayor necesidad de inversión (Software, Biotecnología, Energía, Infraestructura).
Otras trabas más específicas son los regímenes nacionales de promoción (Automotriz, Maquinaria, BK, Electrónica de consumo); las diferencias regulatorias (Farmacia, Alimentos), y las barreras fitosanitaria.
¿Mayor integración regional?
Es probable que este año el gobierno de Lula podría buscar una mayor integración regional en América del Sur y esto podría darle algún impulso adicional al comercio bilateral, el flujo comercial no debería variar sustancialmente, ya que aún faltan propuestas concretas para superar cuestiones estructurales pero no parece adecuado por el momento que se pueda establecer una moneda común para el comercio entre ambos países.
En su visita a Brasil a principios de este mes el presidente Alberto Fernández manifestó que "los técnicos de ambos países estarían trabajando para llegar a un acuerdo en el futuro para lanzar en el futuro una moneda común entre dos países que se llamaría "Sur".
Las últimas declaraciones de Massa y de Hadad han aclarado las últimas versiones acerca de la futura instrumentación de una una moneda común para comerciar entre Argentina y Brasil que si nos dejamos llevar por las declaraciones de los funcionarios la instrumentación de la misma llevará mucho tiempo.