Por qué los últimos relevamientos sobre inflación dejan a Massa cerca de cumplir con su objetivo
El Gobierno cree que los últimos relevamientos sobre la evolución de la inflación en el rubro alimenticio le dan el aire suficiente para seguir peleando para lograr un descenso notorio en la dinámica de los precios.
Los últimos relevamientos privados, y también los que llevan desde los despachos oficiales, dan cuenta de una desaceleración en los aumentos de precios.
La consultora LCG, por caso, midió que la suba de precios durante la tercera semana de diciembre fue la más baja desde el mes de marzo, previo a la disparada que hubo tras la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía.
Qué pasó la semana pasada
De acuerdo a la consultora fundada por Martín Lousteau, la inflación en el rubro alimentos fue de apenas el 0,2% la semana pasada.
Fue la suba promedio más baja desde marzo último, previo a la corrida cambiaria ocurrida en julio, tras la eyección de Guzmán.
En las dos primeras semanas de diciembre, la inflación había sido del 1,1% (en la primera) y del 1,3% (en la segunda).
"El índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 3,2% promedio en las últimas 4 semanas", remarcó LCG en su último informe.
También fue destacable que hubo dos productos -de los que más venían aumentando- que la semana pasada dieron deflación directamente.
Se trata de los productos panificados (-0,4%) y los lácteos, que también dieron -0,4%. En el caso del azúcar, no hubo cambio de precio respecto de la semana anterior.
¿La desaceleración es sostenible?
En el caso de los alimentos, la clave de la desaceleración inflacionaria hay que buscarla en los acuerdos de precios firmados por Massa con los principales fabricantes: el surgimiento de "Precios Justos", que se encuentran en los grandes supermercados pero no así en los pequeños comercios.
La continuidad del programa dependerá de que no haya sobresaltos con el dólar. Y que, en consecuencia, el ministro pueda cumplir con el compromiso de bajar la inflación al 3% mensual.
Massa rechazó de plano la posibilidad de una devaluación. Tomó esa decisión como una verdadera "política de Estado". ¿Podrá cumplir con su promesa ante un escenario muy complicado, para el caso de que no llueva en la zona productiva?
Es muy probable que el ministro se vea obligado a un recorte mayor de las importaciones para compensar el hundimiento de la oferta de dólares. El impacto de ese esquema ya es bien conocido: contrae la actividad económica y es inflacionario.
Sin ir más lejos, esto último es lo que acaba de reconocer el INDEC al informar la inflación mayorista de noviembre.
Los precios mayoristas registraron, en promedio, una suba del 6,3%, lo que marcó una aceleración respecto de los meses previos.
Pero lo más preocupante es que los que más subieron fueron los productos importados. Lo hicieron en un 8,2%. Por encima de la suba de los artículos fabricados en la Argentina, que lo hicieron en un 6,1%.