Las tres sorpresas financieras que prepara el BCRA y que puede lanzar si se confirma una baja de la inflación
Las intervenciones diarias del Banco Central y una nueva suba de la inflación como producto de la emisión monetaria para comprar dólar soja a 230 pesos marcan el ritmo del mercado financiero mientras, por ahora, el escenario internacional muestra una especie de parate a la espera que la FED de los Estados Unidos suba nuevamente las tasas de interés más de lo previsto luego de conocerse algunos datos negativos de la economía norteamericana.
El monto de unos 1.200 millones de dólares que compró la autoridad monetaria luego siete ruedas operativas del nuevo dólar soja a 230 pesos alienta expeditivas favorables en los analistas financieros locales.
Como dato hay que sumar esas 7 jornadas operativas el BCRA realizó compras netas por unos 622 millones de dólares a un tipo de cambio promedio de 288 pesos, lo que generó un aumento de la emisión monetaria de unos 180.000 millones de pesos.
Por otra parte, se observa que mientras las liquidaciones de dólares del sector exportador agroindustrial por efecto del dólar soja 2.0 avanzan, esa inyección de pesos en el mercado comienza a provocar un aumento de los valores de los dólares financieros diferenciales que generó que el dólar CCL y el dólar MEP lleguen a valores de 340 y 328 pesos que están por encima de los récords del 27 de julio pasado. En tanto que el valor del dólar paralelo llegó a los 315 pesos
¿Se acabó la pax cambiaria?
Con estos valores, la pregunta que debemos hacernos es: ¿se terminó la calma cambiaria que prosiguió a la implementación del anterior dólar soja?
De acuerdo al último informe de Portfolio Personal Invesment, el financiamiento adicional por retenciones, que se estima en un 0,1% del PBI, sumado a la acumulación de reservas internacionales por la operatoria del dólar soja 2.0 podrían contribuir para que los dólares financieros descompriman en el corto plazo.
Pero el informe advierte que considerando los fundamentos monetarios la tendencia de largo plazo sería de esos dólares financieros alternativos sería hacia el alza.
"Nuestra métrica de preferencia, que mide la comparación de la evolución del CCL y los pesos de la economía que es el M3 privado, muestra que todavía hay un gran rezago entre ambas variables. Específicamente, el M3 privado está 16,6% adelantado al dólar financiero" detalla el informe.
En consecuencia, esta brecha tocó el valor más alto desde el 14/11 (17,5%), día previo a que el CCL se dispare 3,2% en un día. Para tener en cuenta, este gap viene creciendo sin pausa desde el 17/11 (8,5%; mínimo nivel desde el 26/09), aún a pesar del fuerte avance de la divisa ayer.
El dólar da señales de alarma
Estos puntos resaltados no dejan de ser una señal de alarma, ya que cuando el CCL corrige lo hace de manera abrupta y rápida, generalmente cuando el spread entre ambas variables supera los dos dígitos.
Considerando esta brecha de convergencia de 16,6%, el valor teórico del CCL sería $386,5. Esta métrica no es infalible, ya que ignora un fortalecimiento de la demanda de dinero, que no parece ser el caso, pero sirve como valor de referencia.
El informe agrega que "este valor de convergencia del dólar financiero posiblemente sea actualizado al alza dado que todavía quedan pesos por emitirse a causa del renovado programa de incremento exportador
En caso de que el actual ritmo de compras netas y liquidación se mantenga, esta emisión podría llegar a incrementarse hasta más de 600.000 millones de pesos lo que a su vez podría generar un aumento en la tasa de inflación desde enero en adelante pero la gran duda es el próximo número de inflación de noviembre.
La inflación de noviembre y las tasas
De acuerdo a lo que pudo saber iProfesional de fuentes cercanas al equipo económico, los números preliminares de inflación de noviembre que dará a conocer el INDEC la semana próxima marcan que el aumento mensual del IPC fue del 5,2%.
Si bien el número es considerable, en caso de confirmarse marcaría un cambio en la tendencia con respecto a los últimos 12 meses en los que la inflación mensual estuvo por encima del 6 por ciento.
Una de las alternativas que manejan en el equipo económico liderado es que en caso que ese valor se mantenga en diciembre es probable que el BCRA pueda comenzar a bajar las tasas de interés, que hoy se ubican en el 75% nominal anual.
Esta es la tasa que paga el Banco Central a los bancos del sistema por la renovación de las Leliq y con esa reducción, la autoridad monetaria bajaría el pago de intereses mensuales que en la actualidad representa unos 600.000 millones de pesos que se pagan por esas letras y otros pasivos no remunerados de la entidad.
¿Se desacelera la devaluación?
A a lo anterior se podría sumar que el BCRA desacelere el ritmo de devaluación del peso frente al dólar oficial, que en noviembre fue del 6,5%. Se buscaría reducirlo a una tasa mensual entre el 4 al 4,5 %.
Pero junto a la baja de tasas de interés habría una medida financiera clave para tratar de reactivar la economía desde marzo del 2023 en adelante, si se confirma la tendencia a la baja de la inflación.
El BCRA motorizaría líneas de crédito para PYMEs a través del BICE el Banco Nación y el Banco Provincia de Buenos Aires por una cifra cercana a 1 billón de pesos subsidiando muy fuerte la tasa de interés de estos préstamos que podrían llegar a ser hasta 5 años.
La aprobación de las metas del tercer trimestre del año por parte del FMI que se conoció el viernes pasado generó un gran optimismo en el equipo económico del ministro de Economía Sergio Massa, que en los próximos días anunciaría una serie de medidas para tratar de reactivar la economía.
Efectos del dólar soja
Con la aparición en septiembre de un dólar soja a 200 pesos, una devaluación disfrazada del peso del 20 %, el sector agroexportador industrial le vendió al BCRA unos 8.100 millones de dólares y muy probablemente con el nuevo dólar soja 2.0 que comenzó a operar hace dos días le venda como mínimo unos 3.000 millones de dólares. Se trata de una nueva devaluación disfrazada del peso del 35 % con el mismo objetivo que la anterior.
Con este potencial incentivo, de un nuevo dólar soja 2.0 para el sector agro exportador industrial el ministro de Economía, Sergio Massa, prevé que se liquiden entre 3.000 millones de dólares de mínima y 5.000 millones de dólares de máxima adicionales.
Al respecto hay que señalar que solo restan liquidarse alrededor de 6.300 millones de dólares o 12 millones de toneladas de soja, mientras que ese monto ascendía a 12.000 millones de dólares o 21 millones de toneladas en septiembre antes que se lanzará el dólar soja a 200 pesos.
La instrumentación de un nuevo tipo de cambio diferencial para el complejo agroexportador sojero del dólar soja 2.0 con un nuevo tipo de cambio diferencial de $230 implica una devaluación del peso disfrazada del 35 % que abre una nueva ventana al BCRA para incorporar más dólares a sus reservas internacionales líquidas pero abre varios interrogantes con respecto al futuro de la política cambiaria, monetaria, fiscal a la inflación y al desempeño del sector exportador e importador y cómo se comportarán los distintos tipos de dólar.
¿Hay buenas noticias?
La buena noticia es que el FMI aprobó la revisión del tercer trimestre y enviará unos 5.800 millones de dólares que se utilizarán en enero para pagar al FMI vencimientos de 2.600 millones de dólares a fin de año y otros 3.200 millones de dólares en enero de 2.023.
Con respecto al FMI la mayoría de los analistas financieros consultados por Iprofesional sostiene que el FMI no quiere ser parte del problema que enfrentará este gobierno de cara a las elecciones presidenciales del 2023.
También observan que no habrá oposición del organismo a las decisiones económicas que pueda tomar Massa para tratar de llegar con aire a esas elecciones. No ven presiones de las autoridades del FMI para unificar el mercado cambiario lo que implicaría una fuerte devaluación del peso frente al dólar.