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Daño colateral: qué alimentos van a subir más de precio por culpa del dólar soja

El Gobierno busca dólares y los consigue en el campo con el nuevo Programa de Incremento Exportador; sin embargo, la medida golpea a empresas de alimentos
06/12/2022 - 13:00hs
Daño colateral: qué alimentos van a subir más de precio por culpa del dólar soja

A través del Decreto 787/2022, el Gobierno nacional puso en vigencia el segundo Programa de Incremento Exportador para todas aquellas ventas de soja que se concreten desde el 28 de noviembre hasta el 30 de diciembre de este año. Es el esquema también conocido como "dólar soja 2".

Con esta medida, el Gobierno busca que ingresen al país cerca de 3.000 millones de dólares para incrementar las reservas del Banco Central y contener, así, una posible escalada del dólar blue a fin de año.

A solo una semana de su entrada en vigencia, el campo argentino ya liquidó cerca de 2 millones de toneladas valuadas en más de 720 millones de dólares, ritmo que confirma las intenciones del Gobierno.

Este programa, más conocido como "dólar soja", otorga un tipo de cambio diferenciado de $230 para la exportación de soja y sus derivados, con lo que mejora entre un 10% y un 20% el precio que se paga normalmente al productor argentino por cada tonelada de estos granos.

Simplificando, la soja argentina vale más en el mercado local y, si bien esto es una mejora significativa para el que vende, no resulta beneficiosa para quien compra. De aquí se desprende una pregunta importante: ¿quién compra soja en la Argentina?

Los que compran soja son todas las empresas de nutrición animal y los productores vinculados a la producciones pecuarias, que utilizan esa soja como alimento para sus animales.

Grave: el dólar soja encarece los insumos para la cadena de producción de alimentos.
Grave: el dólar soja encarece los insumos para la cadena de producción de alimentos.

Precios: suba de costos en los alimentos

Tal como sucedió en septiembre con el primer "dólar soja", la industria de alimentos en su conjunto enfrenta esta normativa oficial como un daño colateral que genera una suba de costos de hasta el 20% de un día para el otro.

¿Por qué? Porque el productor que tiene granos almacenados le puede vender a los exportadores con un valor de $87.200 por tonelada de soja o al resto de las cadenas de alimentos a $69.000. En esta puja de precios, o la industria equipara el valor que pagan los exportadores o se quedan sin alimento para producir balanceados para los animales.

Este aumento extraordinario de los costos de la alimentación animal se termina volcando en los precios de los alimentos que paga el consumidor. Huevos, leche, lácteos, carne aviar, porcina y vacuna, entre los más destacados.

En este sentido, el Centro de la Industria Lechera (CIL), la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APyMEL) y la Junta Intercooperativa de Productores de Leche (JIPL), emitieron un comunicado conjunto alertando sobre los efectos negativos que genera la medida oficial.

"El antecedente de septiembre nos demostró que habrá un inevitable impacto alcista sobre el costo de alimentación en el tambo", advirtieron desde las cámaras.

Cabe destacar, además, que las empresas lácteas que integran estas cámaras participan del programa "Precios Justos", el cual establece precios fijos al consumidor para el trimestre dic 22/feb 23 con aumentos máximos del 4% mensual para los productos lácteos.

El dólar soja puede alimentar otra suba en los precios que pagan los consumidores.
El dólar soja puede alimentar otra suba en los precios que pagan los consumidores.

Es decir, en el mejor de los casos, la industria láctea sólo podrá volcar en el precio final de los alimentos un 4% de ese aumento inesperado de costos.

Más desajustes

Pero las consecuencias del "dólar soja" no son solo esas, sino que el tipo de cambio especial también afecta directamente las ventas de maíz. ¿Por qué? Porque el productor o acopio que hoy en día tiene guardado tanto soja como maíz, elige vender la primera ya que tiene un precio diferencial.

Esto genera una disminución directa de la oferta del cereal en el mercado local, tensionado también en este caso la puja de precios por el maíz, que es un alimento clave para las industrias de nutrición animal y, por ende, para gran parte de la cadena alimentaria.

Si se observa el precio FAS (Free Alongside Ship), que sería el valor interno de un producto, el maíz se encareció cerca de $2.000 por tonelada en la última semana; o sea, un 5% más que el promedio de noviembre.

Según Javier Prida, presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA), los costos del alimento balanceado que se le da a comer a las aves aumentó entre un 10 y un 12% en los primeros días de diciembre.

La postura del Gobierno

Con la experiencia del primer Programa de Incremento Exportador, el Gobierno tomó nota de estos problemas que genera el "dólar soja" y prometió asistir a las cadenas productivas.

El ministro Bahillo prometió medidas de compensación para quienes
El ministro Bahillo prometió medidas de compensación para quienes "sufren" los efectos colaterales del dólar soja.

El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, afirmó tras reunirse con las cadenas implicadas que "la medida tomada por el ministro de Economía, Sergio Massa, contempla proteger y compensar a los productores de las cadenas alimenticias que utilicen insumos derivados de la soja, a través de una compensación a los exclusores y alimentos balanceados para garantizar el normal abastecimiento a valores previos al 28 de noviembre".

Si bien Bahillo ya instruyó la conformación de una mesa integrada por las cadenas de la soja y funcionarios de la Subsecretaría de Agricultura para tomar medidas tendientes a evitar faltantes o subas de precios injustificadas de los subproductos de la oleaginosa, al momento no se ha plasmado ninguna acción concreta.

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