A tres meses de estar al frente de Economía, estos son los cuatro problemas que alarman a Sergio Massa
Si hacemos un resumen desde la llegada de Sergio Massa al ministerio de Economía hace tres meses, los que se cumplen el lunes, el balance luce muy favorable para el ministro de Economía.
El dato relevante hoy, para analizar el futuro, cercano es el sólido apoyo político que muestra Massa. El jueves pasado, el oficialismo -gracias a su accionar- logró 180 votos en diputados para aprobar el "Proyecto de Presupuesto 2023", el que ahora pasa a tratarse en senadores para su aprobación definitiva.
Cuando Massa asumió había un grave problema político por las peleas entre la Vicepresidenta y el Presidente; era muy difícil lograr la refinanciación de la deuda en pesos, el mercado cambiario estaba muy alterado, había dudas si el FMI aprobaría las metas del programa firmado por Martin Guzmán, las reservas internacionales habían llegado a un piso muy traumático y la inflación se dirigía sin dudas a los 3 dígitos anuales. Por ahora, la dificultad que hay por delante es tratar de bajar la inflación, ya que el resto se ha podido llevar hacia adelante.
La gran duda en el mercado financiero local y en Wall Street es qué pasará de ahora en más con la desequilibrada economía argentina en función de cinco hechos políticos relevantes: el adelanto de la campaña electoral que ya se observa; la presunción que Cristina Fernández de Kirchner no será candidata a presidenta o a vice; la firme convicción del presidente Alberto Fernández de ser candidato por el oficialismo con PASO o sin PASO; el difícil panorama en el PRO con la sombra de un Mauricio Macri que no ha descartado participar en la contienda electoral del 2023 y un Horacio Rodriguez Larreta que emerge como el candidato si Macri no se presenta, con una Patricia Bulrrich expectante y un radicalismo que se debate en las figuras de Facundo Manes, Martin Lousteau y Gerardo Morales como candidatos a presidente dentro o fuera de Cambiemos.
La aspiración de Sergio Massa al llegar al Ministerio
De acuerdo con la opinión del economista director de M&S, Rodolfo Santángelo: "La mayor aspiración de Sergio Massa era evitar una brusca devaluación del peso en el mercado oficial de cambios y bajar la tasa de inflación y para ello anunció un ajuste fiscal y monetario sin devaluar".
En tanto que Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI, destaca que "la llegada de Massa sirvió para ordenar algunos temas en agosto y en septiembre sorprendió con la instrumentación del dólar soja de 200 pesos por el cual los exportadores de la industria aceitera le vendieron unos 8.000 millones de dólares al BCRA".
Santángelo, a su vez, señala que fue muy importante destrabar el tema de la segmentación tarifaria, también fue positivo la suba de tasa de interés del BCRA, el exitoso canje de deuda en pesos del 9 de agosto y el acercamiento al FMI que liberó el tercer desembolso del nuevo acuerdo y con esto se descomprimió una delicada situación externa y se ganó tiempo para durar y llegar con algo de aire al final de este año pero enfrentará muchos inconvenientes el año próximo que es un año electoral.
Los problemas económicos que debe enfrentar Sergio Massa
El primer problema que enfrenta es la inflación. La tasa no bajó y van ocho meses, hasta octubre inclusive, que la inflación promedio está situada entre el 6 y el 7 por ciento mensual.
Ambos economistas coinciden en que entre agosto y octubre se logró frenar una crisis política muy compleja y reducir un poco la brecha cambiaria y se mantuvo el riesgo país. También están de acuerdo en que el ajuste fiscal y monetario todavía no se terminó de perfeccionar y temen que pueda haber un desborde fiscal y monetario en la segunda mitad del año próximo. Otro punto en que concuerdan en que el mayor peligro es una nueva suba de la inflación.
En tanto, el especialista Salvador Di Stefano considera que el mayor problema es la inflación con un BCRA que la corre desde atrás con la suba de la tasa de interés. Además, sostiene que un estado fundido no va a poder hacer frente a los vencimientos de deuda pública en el futuro y va a tener que emitir muchos pesos en los próximos meses. Suma a su preocupación una sequía que, de ser parecida a del 2008, le restará unos 8.000 millones de dólares a las exportaciones el año próximo, lo que se traducirá en una menor oferta de dólares del sector agroexportador.
La segunda dificultad es que las expectativas de devaluación del peso frente al dólar solo se han frenado, pero no han desaparecido y no se observa que Massa pueda hacer mucho más para reducir la actual brecha cambiaria.
Santángelo expresa que se trata de un problema temporal porque a la larga el BCRA, en los próximos meses, debería devolver al mercado esos dólares vendiéndolos a los importadores en el mercado oficial de cambios.
El tercer problema es el llamado "torniquete" regulador de las importaciones. Ahora se le cambio el nombre a las autorizaciones de SIRA por la viejas SIMI pero en realidad pasa lo mismo ya que el BCRA no le da a los importadores los dólares para pagar sus importaciones y estos los tienen que poner de su propio bolsillo y esperar que dentro de 180 días el BCRA les otorgue esos dólares a 160 pesos.
El cuarto inconveniente es el de la refinaciación de la deuda en pesos que si bien con el canje de agosto se logró patear vencimientos para adelante no es la solución definitiva del problema.
¿Nuevo reperfilamiento de la deuda?
Tal como adelanto iProfesional ayer, lo más importante -luego de la licitación del Tesoro del miércoles pasado- es que en el mercado financiero local y en Wall Street comenzó a correr el rumor que la secretaría de Finanzas podría anunciar un nuevo canje de la deuda en pesos en los próximos días.
Por lo que pudo saber iProfesional, varios operadores del mercado financiero esperan para las próximas semanas que el gobierno anuncie una especie de nuevo reperfilamiento de la deuda en pesos como el realizado en agosto pasado.
La intención sería estirar los vencimientos de noviembre y diciembre de 1,8 billones de pesos.
En una resolución del ministerio de Economía publicada el martes pasado en el Boletín Oficial se anunciaron una cantidad de medidas que van en dos direcciones, como reforzar el control del gasto público y generar que el sobrante de liquidez del sector público sea dirigido al financiamiento de letras o bonos del Tesoro. Lo que se propone es mantener una conversión de activos incitada en agosto pasado.
Con respecto al futuro cercano, hay que destacar que los vencimientos de deuda en pesos para el año próximo suman unos $10 billones de pesos, una cifra muy alta considerando que el mayor monto vence en el segundo trimestre. Por lo tanto, el Tesoro se enfrentará a fuertes vencimientos de deuda en pesos que el mercado tal vez dude en renovar antes de las elecciones.