Massa define un plan "light" de estabilización de precios: cuáles son las medidas que negocia
El ala moderada del Gobierno, que representa el equipo del Ministerio de Economía, comenzó a aplicar importantes cambios en el plan para congelar los precios de los alimentos que reclama el segmento más duro y que tiene como principal vocera a Cristina Kirchner.
Por orden del propio Sergio Massa, la Secretaría de Comercio diseña un programa más light y consensuado con el sector empresario que se diferencie del pedido por la jefa del progresismo oficial y su sector político para ordenar un urgente congelamiento por 180 días de todos los productos que componen la canasta básica.
Es decir, una acción que se basa en postulados trazados por el equipo económico que rodea al gobernador bonaerense Axel Kicillof, donde se destaca el economista Augusto Costa, actual ministro de Producción de la Provincia.
Estos funcionarios postulan un sistema que, a lo sumo, podría permitir alzas mensuales por una pequeña proporción respecto del resto por entender que no existen anclas inflacionarias y asegurar que las empresas encarecieron sus productos por encima del aumento mensual del costo de vida, generando fuertes ingresos y una rentabilidad que consideran excesiva.
Por eso, el 28 de septiembre pasado, CFK salió directamente a marcarle la cancha a Massa sobre los controles de precios, tras haberse dado a conocer los preocupantes índices de pobreza que afectan al país.
La jefa del sector kirchnerista del gobernante Frente de Todos aseguró que el aumento de la indigencia "evidencia el impacto del fuerte aumento en los precios de los alimentos" y advirtió que "las empresas de este sector han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad", por lo que se pronunció en favor de "una política de intervención más precisa y efectiva en el sector" económico para combatir la inflación y sus derivaciones.
Sin embargo, en las últimas horas desde la Secretaría de Comercio que dirige Matías Tombolini se comenzó a desinflar la puesta en marcha de un plan tan drástico como el planteado por la Vicepresidenta.
Estabilizar los precios pero no congelar
El primer distanciamiento se basa en una cuestión semántica. En el área económica no hablan de congelamiento sino de estabilización a la hora de definir al nuevo programa oficial que llevará el nombre de Precios Justos moderado.
Del mismo modo, rechazan lanzarlo con urgencia y aseguran que se comenzará a poner en marcha de forma gradual.
A la vez, dejan en claro que no será obligatorio sino de aplicación voluntaria para las empresas productoras del sector que tengan intenciones de colaborar con la política oficial de lucha contra la inflación.
Si bien en el organismo que depende del Palacio de Hacienda coinciden con las críticas kirchneristas sobre la excesiva acumulación de ganancias de las alimenticias y consideran que ha ido muy por encima de la evolución de los salarios, también saben que la suba de costos y las trabas para importar ciertos insumos básicos necesarios para abastecer la demanda local generan una preocupante reducción en esos márgenes de rentabilidad corporativa.
Por ese motivo, durante las primeras reuniones que mantuvo con referentes del sector, el propio Tombolini fue receptivo a las críticas y propuestas de las alimenticias para poder acompañar el nuevo programa que se sumaría al de Precios Cuidados.
Precios Justos: desde cuándo y por cuánto tiempo
En ese camino, el funcionario admitió la imposibilidad de establecer un cronograma urgente de lanzamiento de Precios Justos y definió que la fecha de oficialización debería estar más cerca de fin de año que de este mes de octubre.
En especial porque entienden que es impracticable colocar los precios de referencia en las etiquetas de los productos antes de los 60 días que técnicamente lleva este procedimiento, según explicaron las propias empresas del sector.
El funcionario también aceptó concentrar el congelamiento entre 1.500 y 2.000 artículos con el precio impreso en sus envases y no en todos los productos y rubros que componen el universo total de la industria alimenticia local.
"Buscaremos construir previsibilidad en la góndola", dijo Tombolini durante una entrevista concedida a una radio afín al gobierno del presidente Alberto Fernández.
Pero también aclaró que ese objetivo de estabilidad comprenderá a los productos que fabrican las "20 o 30 grandes compañías formadoras de precios que representan el 65% del consumo masivo".
Del mismo modo, entendió, junto a su jefe político como se lo define al ministro Massa, que un plan de shock inmediato y permanente nunca tuvieron éxito en el objetivo de controlar la inflación.
Por eso, la expectativa de vida de Precios Justos no será mayor a los 90 a 120 días luego de anunciado. Es decir que si se pone en marcha en diciembre, debería desarticularse como mucho a fines de abril del año próximo.
Dudas por el precio a etiquetar
Mientras tanto, Tombolini y su equipo seguirán manteniendo encuentros con las grandes empresas del sector para "abordar" diversas "cuestiones de carácter operativo" que presenta el programa para su puesta en marcha.
En este sentido, la cartera económica ya definió que el programa se aplicará en etapas, luego de que varios ejecutivos que ya visitaron las oficinas de Tombolini explicaron que hay productos de alta rotación donde ahí será más fácil avanzar con el precio en el "packaging", mientras habrá que esperar más tiempo para colocar el precio en los de rotación menor y más "stockeados" en los supermercados.
Sin embargo, todavía no quedó establecido cuál será el precio de referencia a imprimir en los envases, teniendo en cuenta que el efecto de la inflación acelera las remarcaciones que en la actualidad se llevan a cabo con una velocidad inusitada.
Por eso todavía no está claro cuál será el valor de ese artículo ya que las empresas se llevaron como tarea para el hogar el pedido de Comercio para establecer si van a participar o no del programa.
De hecho, desde que comenzaron los rumores de congelamiento, varias empresas comenzaron a apurar nuevas listas con aumentos para escapar de la puesta en marcha de Precios Justos, con remarcaciones que en algunos casos superaron el 10% la semana pasada y que prometen renovar los retoques durante esta semana y la que viene con el objetivo de sumar actualizaciones que por lo menos lleguen al 25% antes de diciembre.
Las subas no sólo alcanzan a la mayoría de los productos de consumo masivo sino también a los que se comercializan con mayor frecuencia durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Otra de las propuestas que el funcionario estudia es permitir que las alimenticias exportadoras puedan obtener un mejor tipo de cambio para compensar en parte el costo del congelamiento mediante la concesión de incentivos cambiarios.