Ante empresarios, Alberto Fernández podría reflotar el acuerdo de precios y salarios
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Luego del reclamo de Cristina Kirchner para que el Gobierno tome medidas de control de la inflación, el presidente Alberto Fernández se presentará en el 58 Coloquio de IDEA por tercer año consecutivo para, en esta edición, reflotar una medida que anunció hace dos meses pero que hasta ahora no se puso en marcha como es el plan de acuerdo de precios y salarios.
Es decir, reflotando ante el mundo empresario una medida que había anunciado en agosto pasado durante un acto organizado en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora cuando adelantó los lineamientos de una propuesta para convocar a empresarios y sindicalistas para negociar un acuerdo de precios y salarios por 60 días.
Luego, ese anuncio se fue desinflando y no terminó de concretarse a pesar de que los secretarios de Comercio, Matías Tombolini, y de Industria, José Ignacio de Mendiguren, esperaron instrucciones para realizar la convocatoria, mientras que los empresarios siguen sin conocer el objetivo del llamado y creen, por otra parte, que en el actual contexto de alta inestabilidad no es posible congelar precios por tanto tiempo ya que son inviables para reflejarlos en el mostrador o en las góndolas, con la disparidad de precios que rige hoy en todos los sectores económicos.
En aquel momento, la reciente llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía le había dado impulso a este tipo de propuestas para poder combatir la inflación y lograr una mejora del poder adquisitivo que ahora parece haber retomado el sector kirchnerista de la coalición gobernante, alentado por la Vicepresidenta y el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
Si bien en el entorno de Massa vienen rechazando esta medida, el Presidente habría tomado la determinación de hacer suyo el pedido quitándole protagonismo al ministro que dejó un discurso grabado que fue emitido durante este tercer y último día del 58 Coloquio de IDEA, en el cual planteó la necesidad de discutir políticas, austeridad del gasto y superávit como principios rectores de la buena administración.
En ese mensaje, el titular del Palacio de Hacienda no hizo mención a la medida que reclama Cristina Kirchner para quien la inflación está "desbocada" y teme por el impacto que la disparada de precios vaya a tener en el Frente de Todos en las elecciones presidenciales 2023.
Alberto Fernández reflotaría el acuerdo de precios y salarios
El Presidente enfocará su mensaje a los empresarios en la necesidad de combatir la inflación en el marco de reglas que establishment también deberá cumplir y que van en línea con el lema del Coloquio que es el de "Ceder para Crecer".
Es decir, avisar a los principales hombres de negocios de la Argentina que como le piden a todos los sectores conceder para encarar un proceso estable de crecimiento de la economía, en su caso deberán ceder rentabilidad y aumentos de sus precios para colaborar con la pelea inflacionaria, por lo menos hasta marzo del año próximo. Es decir, por 180 días.
El discurso promete ser conciliador pero firme, tomando como parámetros la necesidad de que las mayores compañías del país acepten que deberán sentarse a la mesa del Gobierno para acordar las concesiones que el Presidente les va a pedir desde Mar del Plata.
Como contrapartida, se le pedirá al sindicalismo dejar de reclamar nuevos aumentos de salarios, una vez que hayan finalizado las paritarias actuales en las que, por ejemplo, el sindicato de Camioneros que comanda la familia Moyano reclama una suba de más del 130%.
Se trata de una medida casi impracticable si se tiene en cuenta que tradicionalmente los incrementos salariales se trasladan en parte a los precios teniendo en cuenta que forman parte del llamado costo laboral que asumen las empresas.
El anuncio también le permitiría a Alberto Fernández recuperar parte de la escena política que perdió a partir de la llegada de Massa al Palacio de Hacienda y ante el permanente avance del kirchnerismo que busca imponer su propia agenda política y económica y hasta encumbrar a su líder nuevamente con la elegida para encabezar la fórmula presidencial del Frente de Todos del 2023.
Fuentes cercanas al ministro y a la Secretaría de Comercio que dirige Matías Tombolini admitieron estar trabajando en una serie de posibilidades para encarrilar el reclamo de CFK que luego le presentarán al ministro Massa para que en definitiva, termine por definir cuál será la fórmula que se utilizará durante los próximos 180 días.
En el medio, el Presidente pretende retomar el liderazgo de la agenda oficial, aprovechando que su ministro de Economía se encuentra en Estados Unidos participando de la cumbre del Banco Mundial y del FMI, y dándole una vuelta de rosca a la medida reclamada por la titular del Senado nacional, sumando también el congelamiento de los salarios a la estabilidad de los precios.
¿Desinterés?
En este sentido, el interés por las palabras del Jefe de Estado quedará evidenciando por la cantidad de hombres de negocios que ingresen al salón del Hotel Sheraton preparado para la exposición de Fernández y no coloquen sus valijas en el baúl de sus autos antes para emprender el regreso a la Capital Federal o hacia otros destinos.
El organigrama del evento indica que el Presidente dará su discurso a las 17.55, de este viernes, día de cierre del tradicional encuentro.
Quienes se queden, seguramente tendrán intenciones de profundizar sobre el anuncio presidencial, además de consultar sobre otros temas de agenda que se debatieron en el encuentro como empleo; reglas de juego; educación; inserción de la Argentina en el mundo; finanzas públicas e independencia de los tres poderes.También tienen la esperanza de saber si los cambios de ministros serán los últimos y si la "creación" de nuevos dólares vuelven a apuntar a generar mayores restricciones cambiarias con el objetivo de que no se les escapen las divisas extranjeras que tanto escasean.
Hasta último momento, desde el kirchnerismo más profundo se ejerció una fuerte presión para evitar la presencia de Fernández en el Coloquio ya que, para la pata progresista del Frente de Todos, el mundo empresario no está bien visto por considerar que el establishment local tiene una profunda antipatía por el kirchnerismo.