"Dólar Qatar": una peligrosa alternativa de encarecer el tipo de cambio oficial con más impuestos para no devaluar
:quality(85)/https://assets.iprofesional.com/assets/jpg/2022/09/543255.jpg)
Para entender el problema que generan los tipos de cambio diferenciales para distintas transacciones económicas, comerciales y financieras podemos citar que hoy existen una gran variedad de tipos de cambios diferenciales a las cuales en varias de ellas se llega a su precio final a través de una fórmula que consiste en sumarle varios impuestos al valor del dólar oficial además de los llamados dólares financieros como el Dólar MEP y el Dólar CCL.
En el caso del último tipo de cambio diferencial anunciado ayer como el "Dólar Qatar" para calcular su valor habrá que tomar el valor minorista del dólar de 157 pesos de Banco Nación a ese valor aplicarle un 30 % del Impuesto PAÍS, luego sumarle el 45 % de un anticipo del Impuesto a las Ganancias y a partir de hoy sumarle además un 25 % de otro adelanto de este impuesto para llegar a un precio final de unos 315 pesos frente al dólar tarjeta de 275 pesos.
Ese tipo de cambio diferencial se mantendrá aplicando a los 157 pesos el 30 % del impuesto PAIS y el 45 % de impuesto a las Ganancias en el caso que la persona física no gaste más de 300 dólares con todas sus tarjetas de crédito y débito en el exterior. En caso de gastar 301 dólares deberá pagar el dólar de 315 pesos en lugar del de 275 pesos. Esto implica que por gastar 1 dólar más o 275 pesos más la persona perderá este beneficio lo que muestra lo inequitativa que resultará la aplicación de ese aumento del impuesto.
La Argentina es el único país del mundo donde el tipo de cambio para quien gasta dólares en el exterior se calcula con una fórmula polinómica que suma la aplicación de impuestos cómo se calculan los mayores costos en cualquier proyecto de inversión. La fórmula matemática sería la siguiente: 157 x 1,30 x 1,45 x 1,25 = 315.
Interrogantes
Podemos hacernos varias preguntas para entender qué significa esta especie de engendro cambiario que comenzó en octubre de 2919 al final del gobierno de Mauricio Macri y que se extendió y agravó ahora con el actual gobierno y que se complica más con la aplicación de este "Dólar Qatar".
¿En qué país del mundo se le aplican impuestos a un valor del dólar para que esté sea más caro?
¿En donde las personas físicas pueden comprar dólares subsidiados de hasta 200 dólares persona por mes a un valor de 157 pesos más un 30 por ciento de recargo por la aplicación del impuesto PAIS.?
¿En qué país el estado luego le devuelve esos cargos impositivos a aquel ciudadano que paga el impuesto a las Ganancias?. La respuesta es en ninguno o sólo en la Argentina.
Qué gastos serán alcanzados por este nuevo recargo impositivo
Pero además de todo a esta especie de nuevo "mamarracho cambiario" del llamado "Dólar Qatar" se suma que no todos los gastos en el exterior van a ser alcanzados por este nuevo recargo impositivo del 25%.
Habrá una serie de consumos que estarán exentos de esos impuestos como por ejemplo las compras de pasajes al exterior por vía terrestre en micros, los gastos de salud en el extranjero y las compras realizadas en el extranjero que tengan como finalidad proyectos de investigación.
Quedarán fuera de la aplicación de esta nueva percepción los pagos de aplicaciones tecnológicas como Netflix, Spotify y otras plataformas de servicios de streaming.
En este nuevo esquema cambiario se mantiene la posibilidad con la que ya contaban los turistas argentinos que viajan al exterior de pagar con dólares físicos a una agencia de turismo o el resumen de su tarjeta de crédito directamente con esos dólares atesorados.
Nuevos tipos de cambios: otras novedades
También habrá una novedad importante. La AFIP analizará los consumos en dólares que haga la persona con las distintas tarjetas de crédito y de débito de distintos bancos que posee con el mismo número de CUIT.
Para poder considerar a cuántas personas podría incluir este nuevo tipo de cambio diferencial hay que destacar que de acuerdo a datos de la AFIP en agosto hubo aproximadamente unas 200.000 personas que hicieron compras por unos 300 millones de dólares. Por otra parte, en agosto unos 3 millones de personas gastaron unos 65 millones de dólares pagando con tarjetas. Esto implica que un 90 por ciento de los consumidores representan sólo un 20 % del gasto total.
Por el momento se sabe que habrá también nuevas disposiciones y otro dólar diferencial para la compra de bienes suntuarios o de lujo como vehículos, barcos, aviones máquinas tragamonedas, bebidas alcohólicas premium, perfumes, máquinas para minar criptomonedas que hasta el momento no estaban alcanzados por el impuesto PAIS del 30 % y que podían comprar los importadores al dólar oficial de 157 pesos. En este caso pagarán un dólar de unos 300 pesos
Habrá también un nuevo tipo de cambio subsidiado para los organizadores de espectáculos artísticos o deportivos que se realicen en el país y que se contraten en el exterior , lo que se conoció últimamente con el Dólar Coldplay o Dólar Espectáculos. Los organizadores de ese tipo de eventos también podrán acceder a un dólar diferenciado y subsidiado si consideramos que en el mercado paralelo vale unos 280 pesos.
Nuevo tablero de trazabilidad de comercio exterior
Hay que recordar que en junio, frente a la fuerte caída de reservas internacionales, la vicepresidenta Cristina Kirchner habló de la existencia de un festival de importaciones y de una Aduana que era una especie de colador que no controlaba la entrada de productos desde el exterior.
Desde el equipo económico hablan de un nuevo tablero de trazabilidad de comercio exterior y financiero para finalizar con lo que llaman el "colador de la Aduana" que ya había sido mencionado por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en varios de sus últimos discursos.
"No es que nos falten dólares, la economía argentina produce dólares que se evaden de muchísimas formas y hay un festival de importaciones y creo que el gobierno debe pensar cómo articular más adecuadamente el BCRA el ministerio de Procuración que administra el comercio exterior autoriza las importaciones la AFIP y la Aduana porque fija los precios de referencia y controla que no haya subfacturación de exportaciones y sobrefacturación de importaciones y eso tiene que ser articulado lo cual no estaría sucediendo". La vicepresidenta apuntaba en junio a los ministros Martin Guzmán , Matias Kulfas y al Director General de Aduanas quienes ya no están más en el gobierno.
Por el momento hay muchas dudas desde el sector importador acerca de cómo serán las nuevas restricciones aduaneras cuando se publiquen en el Boletín Oficial las resoluciones de la AFIP y la Secretaría de Comercio para eliminar el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) y reemplazarlo por el nuevo Sistema de Importaciones República Argentina (SIRA) que entrará en vigencia desde el 17 de octubre.
Al parecer el nuevo sistema que se instrumentará que será monitoreado por la Secretaría de Comercio y por la Dirección Nacional de Aduanas buscaría darle más previsibilidad a los importadores, en particular a las pymes a empresas que muestren mejoras de su capacidad exportadora con respecto a los tiempos para acceder a los dólares necesarios para poder pagar los bienes importados pero los controles para importar mercaderías serían más fuertes para el resto de las empresas importadoras.
Lo qué hay que destacar es que el gobierno de Mauricio Macri fue el que impuso el impuesto PAIS para encarecer el dólar oficial sin devaluar pero luego el gobierno de Alberto Fernadez le sumó el 30 % del impuesto a las Ganancias que después pasó al 45 % para evitar devaluar el peso y encarecer artificialmente ese tipo de dólar.
El postulado kirchnerista sería que en la medida que se retrasa el tipo de cambio oficial aplicó más impuestos a ese dólar para no devaluar el peso y si eso no funciona vuelvo a subir ese impuesto para encarecer artificialmente el valor del dólar oficial.
Esto a su vez provoca un aumento de la brecha cambiaria que distorsiona aún más el sistema de precios de todos los bienes y servicios que se traduce en una mayor inflación no por una devaluación real sino porque se generan mayores expectativas de devaluación en el futuro.