La pobreza bajó en el primer semestre, pero todavía casi 4 de cada 10 personas son pobres en Argentina
La tasa de pobreza se ubicó en 36,5% en la Argentina al cierre del primer semestre de 2022, lo que equivale a 16,5 millones de personas, según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). En tanto, la indigencia se ubicó en 8,8%, que representa a 4 millones de personas.
La cifra de 36,5% representa una baja de 4,1 puntos respecto al 40,6% que se había registrado en el mismo período (enero-junio) de 2021. A su vez, descendió 1,8 puntos con relación al segundo semestre del año pasado. Asimismo, la indigencia se redujo 1,9 puntos en forma interanual, pero se elevó 0,6 frente al período precedente.
4 de cada 10 personas en la Argentina son pobres
Este miércoles el Indec publicó el informe técnico de "Incidencia de la pobreza y la indigencia" en el país. Según los datos que refleja el organismo, para el universo de los 31 aglomerados urbanos relevados que por debajo de la Línea de Pobreza se encuentran 2,6 millones de hogares, que incluyen a 10,6 millones de personas; y, dentro de ese conjunto, 660.494 hogares se encuentran por debajo de la Indigencia, es decir 2,56 millones de personas indigentes.
Con una población de 46,2 millones de personas, la pobreza estaría alcanzando a 16,8 millones de habitantes, dentro de los cuales 4 millones, serían indigentes.
En cuanto a los grupos de edad según condición de pobreza, se destaca que un poco más de la mitad, 50,9%, de las personas de 0 a 14 años son pobres. El porcentaje total de pobres para los grupos de 15 a 29 años y de 30 a 64 años es de 43,3% y 32 %, respectivamente. En la población de 65 años y más, el 12,1% se ubicó por debajo de la línea de la Pobreza.
Las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones Capital Federal y el Gran Buenos Aires, junto con Cuyo (ambas con el 37 %), seguida por el Noreste (NEA), con el 36,7%. Las menores, por su parte, se registraron en las regiones Patagonia, 31,4%; y Noroeste (NOA), 36 %, informó el organismo.
El índice de pobreza, un golpe al relato oficial
Uno de los momentos más temidos por el Gobierno: es cuando el Indec da a conocer las cifras de pobreza e indigencia. Como se anticipaba, hubo apenas una mejora marginal sobre el 37% registrado en la medición anterior.
El gran culpable, claro, es la inflación, que hizo que la expansión de la actividad de inicios de año y la mejora en los datos de empleo quedaran neutralizados por la erosión que sufrió el salario real cuando el índice de precios al consumidor se ubicó en una velocidad crucero de 6% mensual.
Es por este motivo que no dio mucho margen para la celebración el último dato sobre reducción del desempleo al 6,9% y el aumento de la tasa de población empleada -que, con 44,6%, está en su mejor nivel en dos décadas-. Lo que se está confirmando, más bien, es la persistencia de un fenómeno que llamó la atención de los sociólogos: el asalariado pobre.
En la Argentina era tradicional que quienes estaban por debajo de la línea de pobreza eran personas subocupados, personas con baja calificación educativa que hacían "changas" o trabajaban pocas horas. Sin embargo, los últimos tiempos han dado paso a una categoría de trabajadores que, aunque estén registrados y perciban un salario regular y demás beneficios sociales, no pueden comprar una canasta básica, establecida en $119.757 para un hogar tipo de dos mayores y dos menores.