Dólar y precios: Massa, ante malas noticias y más presión para lanzar nuevas medidas
El dato de inflación de agosto -del 7%, algunas décimas por encima de las previsiones de las consultoras económicas- no sorprendió a Sergio Massa: el ministro ya había recibido el monitoreo que regularmente realizan en el Banco Central, y que daba esa misma pauta.
La sorpresa no vino por ahí. Los relevamientos de la primera semana y media de septiembre dan cuenta de que la dinámica inflacionaria no se enfría. Massa pensó que el índice de este mes podría descender hasta empezar con "5". El objetivo está lejos de cumplirse.
No es lo único: el titular del Palacio de Hacienda confió que, tras su gira por los Estados Unidos, que incluyó anuncios de desembolsos de dólares por parte de los organismos de crédito internacionales y la segura aprobación del Fondo Monetario en la revisión de las metas trimestrales, la brecha cambiaria aflojaría algunos escalones adicionales.
Es lo que necesita el Gobierno para que sigan fluyendo los dólares hacia las reservas del Banco Central. De otra forma, si la diferencia entre los dólares financieros y el oficial se sostiene en torno al 100%, será misión imposible que los productores y los exportadores liquiden la próxima cosecha "fina" (trigo y maíz).
Las presiones para que haya un dólar diferenciado para ellos ya se hicieron sentir, pero el ministro no tiene margen para acceder al reclamo: un dólar especial, más caro para las exportaciones de trigo, tendría un efecto inflacionario inmediato sobre "la mesa de los argentinos".
Massa está convencido de que la mejor manera de enfriar el proceso inflacionario es con dólares en el Banco Central. Un flujo que deberá asegurar a partir del 30 de este mes, cuando termina la vigencia del "dólar soja" de $200.
Dólares financieros, más calientes
La incertidumbre en el mercado cambiario volvió a aparecer la tarde del jueves, que se tradujo en una suba en torno del 4% de los dólares alternativos, tanto del contado con liqui como del MEP.
Es un secreto a voces que el Banco Central va a seguir con la aceleración del "crawling peg" las próximas semanas. Se trata de un proceso que ya está en marcha. En principio, la idea era que esta suba más rápida del dólar oficial ayudara a achicar la brecha, pero la cuestión quedó en jaque en las últimas dos jornadas.
Aun en el caso de que salga todo bien, la estrategia no es para nada inocua: la suba acelerada del dólar oficial impactará en los precios de los alimentos. Es lo que ya se está percibiendo en las góndolas.
La elección del "mal menor" puede ser útil si el programa sale bien. Pero, como queda a la vista, ni siquiera puede asegurarse que salga tal cual lo planeado.
¿Y entonces?
Dólares y precios: suenan las alarmas
La suba de las cotizaciones de los dólares financieros y la resistencia inflacionaria encendieron las alarmas en el Ministerio de Economía.
Massa, incluso, regresó de los Estados Unidos con el pedido del FMI de preservar al máximo los dólares de las reservas. En esa línea, el ministro dará, finalmente, luz verde al nuevo "dólar tarjeta", que encarecerá -una vez más- los gastos de los turistas argentinos en el extranjero.
En el borrador que circula entre integrantes del gabinete económico existen tres opciones. Cada una tiene sus particularidades y contradicciones, pero todas persiguen el objetivo de recortar en forma sensible la caída de las reservas por culpa del turismo de argentinos en el extranjero.
El problema que tiene la economía es que esa salida de billetes verdes no tiene su compensación con el ingreso de dólares de parte de los miles de turistas extranjeros que ingresan a la Argentina. La mayoría, provenientes de países limítrofes, que traen directamente los billetes y los cambian en la calle.
Una de las opciones para encarecer el dólar turista (de los argentinos cuando usan su tarjeta afuera) pasa por elevar, una vez más, la cotización del denominado "dólar tarjeta". Se manejan esta tres alternativas:
- La primera, sería a través del aumento en la percepción de los impuestos a las Ganancias y a los Bienes Personales, que ahora se encuentra en el 45%.
- La segunda opción bajo análisis tiene que ver con obligar a quienes tengan gastos en dólares en el exterior a buscar esos dólares en el mercado MEP.
- La tercera alternativa ya implicaría otro escenario. Se trata, directamente, de un desdoblamiento cambiario. Algo que, hasta ahora, fue rechazado por la Casa Rosada.
¿De qué serviría un desdoblamiento cambiario? Muchos creen que el lado positivo vendría por el lado de los turistas extranjeros que visitan la Argentina -en su mayoría de países fronterizos-, que llegan con dólares billetes en sus bolsillos, que venden en el mercado paralelo.
Límites al dólar ahorro
Finalmente, el Banco Central dispuso que los usuarios de luz y gas que mantengan subsidiadas las tarifas no podrán comprar dólares en los bancos.
Las ventas de dólares ahorro se vinieron acelerando en los últimos meses. De hecho, el nivel de atesoramiento fue el máximo en julio (último dato oficial disponible) desde septiembre de 2020.
En julio último, alcanzó a u$s256 millones. En el acumulado del año esas compras habían sumado u$s631 millones (7 meses). Se trata de un monto inferior a lo que los argentinos gastan con tarjetas de crédito en el exterior, pero de todas formas suman presión en el contexto de una cantidad de reservas exiguas en el Banco Central.
Para tener una idea: sólo en julio, los argentinos consumieron u$s757 millones en sus gastos con tarjetas de crédito en el extranjero. Lo mismo que se vendió de dólares ahorro en siete meses.
De ahi, que ambos mercados -tarjetas y dólar ahorro- están bajo la lupa y tendrán un cepo más fuerte a partir de los próximos días.