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Claves para entender el complejo mecanismo de ajuste de tarifas: así se aplicarán subas en luz, agua y gas

A los problemas que genera la inflación, los usuarios residenciales tienen también el desafío de tratar de entender los aumentos tarifarios. Los detalles
ECONOMÍA - 17 de Agosto, 2022

A los problemas y contratiempos que vienen enfrentando por los permanentes aumentos de precios de los alimentos y productos de primera necesidad, los usuarios residenciales le deben agregar a partir de ahora un nuevo desafío que consiste en tratar de entender el impacto y los alcances de los aumentos tarifarios que comenzarán a venir en las boletas de energía eléctrica, gas y de la empresa AySA.

Anticipado a medias y sin mayores precisiones hace dos semanas por el nuevo hombre fuerte del Gobierno, Sergio Massa; el esquema recargado de segmentación tarifaria y quita de subsidios que dieron a conocer ayer las autoridades del área energética, lejos de clarificar el panorama, no hizo más que acrecentar las dudas e interrogantes sobre las formas y los tiempos de aplicación que tendrán los ajustes en juego.

El complejo e intrincado mecanismo que diseñaron los técnicos de Energía para aumentar las tarifas y podar los subsidios resulta lo más parecido a un jeroglífico para los consumidores hogareños. 

Aquellos usuarios que quieran tener en claro cuáles son las pautas y los topes de consumo que correrán para la pérdida de subsidios deberán hacer un curso acelerado de regulación y ahorro energético o consultar los cuadros tarifarios específicos cada vez que decidan prender una lámpara, encender una hornalla o abrir una canilla de agua.

Ajuste de tarifas: cuáles son los nuevos topes de consumos fijos del servicio eléctrico

Por el lado del servicio eléctrico, la atención deberá estar enfocada en los nuevos "topes de consumos fijos".  Para la mayoría de los usuarios que lograron conservar los subsidios, regirá a nivel nacional un límite de consumo mensual de 400 kW. Superada esa marca, cada kWh excedente se facturará con la tarifa plena. 

En el caso de las provincias del NOA y NEA, ese tope de consumo bonificado se ubicará en los 550 kWh mensuales. 

El desafío para los usuarios que quieran entender cómo y cuándo se aplicarán los ajustes tarifarios de luz, gas y agua

En tanto, los que no se anotaron para mantener los subsidios, tendrán que pagar las tarifas de plenas con subas de hasta el 250% cualquiera sea su nivel de consumo.

¿Qué sucede con el gas?

En el caso del gas, las complicaciones para saber a partir de qué escalón se perderán los subsidios tarifarios serán mucho más marcadas. 

A diferencia del servicio eléctrico donde el tope es uniforme, en el gas los límites se fijarán teniendo en cuenta las "subzonas tarifarias y las distintas categorías de usuarios según sus niveles de consumo". Y para hacerlo más kafkiano todavía lo que se va a subsidiar será "el volumen equivalente al 70% del promedio de los umbrales mínimos y máximos de consumos de cada categoría y lugar".

Esto implica que aquel que quiera conocer de antemano cuántos son los metros cúbicos que tendrá subsidiados, deberá fijarse primero, en cuál de las 8 categorías de consumo está encuadrado y buscar, en segunda instancia, el promedio anual específico bonificado que establecieron los funcionarios justo para esa categoría. 

Ahí no termina la cosa. Le quedará por ver todavía cómo distribuye el ente regulador ese volumen anual y cuál será el límite del consumo subsidiado de cada mes en particular, ya que el mismo irá variando con los cambios estacionales.

Tanto para los consumos excedentes, como para los hogares que se quedaron sin subsidios, los aumentos finales derivados de la aplicación de las tarifas plenas llegarán al 167% y se aplicarán en tres tramos entre septiembre y enero del próximo año.

En el caso del gas, las complicaciones para saber a partir de qué escalón se perderán los subsidios tarifarios serán más marcadas

Ajuste de tarifas: cómo actuará AySA

Por último, en el caso de las facturas de AySA, los aumentos tarifarios se basarán en un criterio geográfico que diferenciará tres zonas de usuarios donde no habrá ningún tope de consumo subsidiado.  

Los usuarios que vivan en los barrios y sectores zonificados como de "valor alto" perderán la totalidad de los subsidios en noviembre y comenzarán a pagar la tarifa plena que implicará un ajuste del 150%.

Los que estén localizados en las "zonas de valor medio" se quedarán sin subsidios en forma gradual entre noviembre y marzo de 2023. Y para los hogares de las "zonas de valor bajo", la compensación tarifaria estatal se eliminará por tramos entre noviembre y mayo del año próximo.

El problema que se presenta con este esquema es que no distingue el tipo de vivienda, ni el nivel socioeconómico de los usuarios. De esa manera, una casa modesta edificada en la zona considerada de "valor alto" deberá afrontar el mismo aumento tarifario que una gran mansión ubicada en ese ámbito geográfico.

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