Violento aumento de precios en alimentos pone bajo presión la gestión de Tombolini en Comercio
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Matías Tombolini dejó en claro que no piensa en un congelamiento de precios ni en ninguna medida excepcional para intentar frenar el acelerado proceso inflacionario. En ese contexto, algunas de las empresas líderes de la alimentación les anunciaron a sus clientes -cadenas de supermercados y mayoristas- que arrancarán la semana con nuevos aumentos en los precios de sus productos.
La lista incluye a la mayoría de los productos que integran la cadena esencial, lo que inevitablemente le da una lectura política a esos movimientos.
Allí figuran lácteos, aceites, fideos, fiambres, galletitas, arroz y hasta café. En este último caso, se trata de un producto que viene con ajustes semanales, en medio de fuertes aumentos de la materia prima a nivel internacional.
Para el resto de los productos, sin embargo, hay que destacar que estos incrementos se vinculan con la propia dinámica inflacionaria que tiene la Argentina, que se ha acelerado desde comienzos de julio, tras la salida de Martín Guzmán del ministerio de Economía.
La magnitud del ajuste
Para tomar en cuenta y medir la evolución del proceso inflacionario, algo así como una referencia: en la previa a la renuncia de Guzmán, los precios de los alimentos subían en torno del 5% mensual. A lo sumo, el 6%.
Ahora, ese promedio subió a por lo menos el 8%. Y hay ajustes de hasta el 12%, cómo sucede esta misma semana con el arroz y las galletitas.
Por debajo de ese nivel, los lácteos vienen con aumentos de 9% promedio -incluida la leche fluida- y los fideos, también con el 8%. En el mismo nivel que la yerba, los enlatados de legumbres y los fiambres. En aceites, la suba media ronda el 4,5%.
Párrafo aparte para todos los productos relacionados con el papel. Desde papel higiénico, rollos de cocina y servilletas, que iniciaron el mes con remarcaciones en torno al 12%. Se trata de uno de los rubros que más aumentaron en los últimos meses.
Inflación galopante: cuáles son los motivos
A diferencia de lo que sucedía hasta mediados de año, la dinámica de precios actual no puede explicarse a partir de los cambios en el escenario internacional (pandemia o la guerra en Ucrania); la Argentina sufre su propio proceso inflacionario.
Todos estos movimientos en los precios erosionan el poder adquisitivo de los salarios, sin dudas. Por eso hay que enmarcarlos en el plano político.
Sin ir más lejos, la CGT organizó una marcha para mañana miércoles, en protesta por la elevada inflación de los alimentos. Aunque esa medida tenga cierta opacidad política: no está bien claro contra quiénes se protesta.
En el medio, las tensiones sociales irán en aumento. En un contexto donde Sergio Massa planteó el cumplimiento del acuerdo con el FMI y aplicó un ajuste del gasto público, las soluciones que se encuentren para la sociedad más postergada requerirán de soluciones quirúrgicas.