Nuevos anuncios económicos: guzmanisno sin Guzmán y con un poco de massismo
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Entre los anuncios realizados por el ministro de Economía Sergio Massa por ahora se mantiene sin resolver el problema que tuvieron los ministros de Economía que lo antecedieron que es el tipo de cambio o dicho de otra forma el atraso del ajuste del tipo de cambio en el mercado oficial frente a la evolución de la inflación y los dólares financieros alternativos.
La situación se complica porque la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el dólar libre en la actualidad es del 120 por ciento y al parecer la inflación mensual de julio estaría entre el 7 y el 10 por ciento mensual frente a una tasa de devaluación del dólar oficial del 4,5 % registrada el mes pasado.
El economista Ricardo Delgado sostiene que "el paquete de medidas anunciadas por el ministro de Economía Sergio Massa luce como una profundización de las políticas económicas de Martin Guzmán y una especie de ratificación de los principios fiscales y monetarios esbozados por Silvina Batakis".
¿Cuál es la diferencia que observan los analistas del mercado financiero local y de Wall Street?
En primer lugar, que Sergio Massa arranca con el apoyo de la vicepresidenta Cristina Kirchner algo que Guzmán y Batakis no tenían. En segundo término, porque al quedarse con el manejo dos ministerios estratégicos como Producción y Agricultura hay una línea de conducción única de los temas económicos y en tercer término una mayor coordinación y entendimiento con el presidente del BCRA Miguel Ángel Pesce.
La gran duda está centrada en el resultado de la quita de los subsidios económicos a las tarifas de luz, gas y agua. Lo novedoso es que lo presentado por Massa el miércoles está en línea con la idea de Martin Guzmán contra la segmentación de subsidios que le plantearon a Guzmán el interventor del Enargas Federico Bernal y el subsecretario de Energía Eléctrica Federico Basualdo que dependen del secretario de Energía Darío Martínez quien habría presentado en las últimas horas su renuncia.
Anuncios económicos: guzmanisno sin Guzmán y un poco de massismo
La apuesta de hacerlo a través de una penalización de los consumos superiores a determinados límites, incluso para aquellos que solicitaron continuar con ellos de forma de minimizar los recortes en la obra pública o las transferencias discrecionales a las provincias.
De acuerdo a lo que pudo averiguar iProfesional de fuentes cercanas al equipo económico con el nuevo sistema el ahorro del estado llegaría a unos 500.000 millones de pesos a diferencia del esquema anterior con el que se ahorraba unos 15.000 millones de pesos. Por lo tanto, de acuerdo a las estimaciones de algunos expertos del sistema los aumentos de tarifas de aquí hasta fin de año en algunos casos podrían llegar hasta el 200 por ciento. La sociedad en conjunto debería pagar esa diferencia de 485.000 millones de pesos.
Esta apuesta, en caso de ser efectiva, significará un gran triunfo de Massa ya que hasta ahora en la medida que el déficit de Tesorería aumenta, hay que financiarlo con deuda o emisión monetaria, esto genera una externalidad negativa de restricciones crediticias al sector privado o mayor inflación que no permiten el crecimiento del país.
El déficit fiscal es muy alto y la única solución es bajarlo a niveles de 0% para lograr una señal de cambio estructural, algo difícil de realizar en esta coyuntura y menos aún si no hay cambios estructurales a la vista. El Tesoro Nacional, con datos al mes de junio 2022, tiene un déficit fiscal del 4,8% del PBI, mientras que el stock de deuda en $ y pasivos monetarios del Banco Central suman 37,1% del PBI.
De acuerdo a la opinión del economista Salvador Di Stefano el nuevo ministro de Economía tendrá que cambiar muy fuerte las expectativas políticas y económicas luego de 30 meses de gestión de Martin Guzmán y de 24 días de Silvina Batakis.
"El nuevo ministro de economía tiene una tarea titánica, ya que tendrá que cambiar las expectativas económicas, luego de 30 meses de gestión de Martín Guzmán y 24 días de gestión de Silvina Batakis y le dejaron como herencia el acuerdo con el FMI y debe convivir con un contexto internacional en donde pesa la resaca del coronavirus, la invasión de Rusia a Ucrania y probables conflictos entre China y Taiwán.
La preocupación por los pasivos del Banco Central
Otro de los grandes interrogantes es saber a cuánto ascenderían los pasivos monetarios del BCRA a fines de diciembre. Si consideramos que la tasa de interés está a la suba, los pasivos monetarios actuales más los intereses que se suman mensualmente a los pasivos podrían ubicarse sobre fin de año en torno de los $ 12,7 billones. Si a eso le sumamos la emisión para financiar al Tesoro, la suma podría alcanzar los $ 14.0 billones.
"El flujo de pesos es muy negativo, con un stock de pesos elevados. El flujo de dólares es escaso, con reservas flacas y sin vitaminas a la vista" explica el economista.
En ese aspecto hay que destacar que los pasivos monetarios del BCRA son una combinación de la base monetaria (suma de la cantidad de dinero que tenemos en circulación de moneda más los encajes de los bancos) más las deudas entre el Banco Central y los bancos. Esa base monetaria suma $ 4,5 billones y las deudas llegan casi a los 7 billones de pesos y el interés mensual que se paga por las deudas suma $ 0,26 billones por mes. El total de los pasivos monetarios suma $ 11,2 billones.
Por otro lado, habrá que seguir muy de cerca cómo evolucionan las reservas líquidas del BCRA en los próximos 90 días en función de la liquidación de dólares del sector exportador y si llegan dólares por otro lado hasta diciembre para lograr aumentar las reservas líquidas en unos 10.000 millones de dólares. El balance de los dólares es muy complicado.
El déficit de la balanza de dólares en la primera parte del año fue del 0,7% del PBI y el stock de reservas suma 6,9% del PBI.
El problema es que el BCRA cuenta con un nivel de reservas muy escaso, pero el gobierno pretende incrementar las reservas en 1,3% del PBI, ya sea solicitando nuevo financiamiento o a través de la liquidación anticipada de exportaciones. El gobierno a través del Banco Central, limita las importaciones a un 5% de lo importado en el año 2021 o 70% de lo importado en el año 2020 cual fuera el menor, esto implica que no habrá crecimiento si no se puede incrementar los insumos básicos que llegan del exterior. "Con escaso crecimiento en el año 2022 y 2023, será difícil poder domar los flujos de pesos y dólares que hoy están negativos y difíciles de revertir" dice Di Stefano.
Conseguir recursos para engrosar las reservas
En el equipo económico creen que se podrían conseguir recursos de operaciones financieras denominadas REPO, que son préstamos contra garantías de bonos, se podrían obtener como máximo 1% del PBI.
En este caso las reservas podrían pasar de representar el 6,9% del PBI, al 8,0% del PBI, esto frente a un stock de pesos que hoy está en el 37,1% del PBI e indica que Argentina debe seguir con el cepo por mucho tiempo, ya que, si se liberan los pesos, y estos van contra el dólar, el tipo de cambio saltaría a niveles insospechados en esta coyuntura. Los analistas del sistema financiero local y de Wall Street miran los movimientos de los activos financieros.
Luego de los anuncios económicos realizados, la gran pregunta es si el BCRA seguirá emitiendo pesos o tomando deuda para financiar el déficit fiscal.
Por otro lado, cómo no hay forma de tener una balanza de dólares positiva en esta coyuntura es probable que se tome se nueva deuda y se refinanciar la existente. Lo que no está claro todavía es como hará el gobierno para repagar la deuda existente más la deuda nueva que consiga en el mercado más allá del canje voluntario lanzado para renovar la deuda en pesos que vence en los próximos 90 días. Un dólar a menos de $300 muestra un gran gesto de un mercado financiero que si no hay resultados concretos un dólar de $ 400 a fin de año podría ser una realidad.
Las medidas anunciadas por el ministro de Economía Sergio Massa apuntan a fomentar el orden fiscal, frenar el financiamiento del BCRA al Tesoro, reducir los subsidios económicos a las tarifas de luz, gas y agua, sostener el superávit comercial, fortalecer las reservas con unos 5000 millones de dólares y generar desarrollo con inclusión social. En esa línea, el ministro aseguró que "los motores" para lograr esos objetivos serán la "inversión, la producción, las exportaciones y la defensa del mercado interno".
Por último, hay que considerar lo que pocos analistas señalan y es que Sergio Massa cuenta con una especie de paraguas protector que él trabajó mucho para conseguir que es el nuevo acuerdo firmado con el FMI a 10 años donde Argentina empezará a pagar nuevos vencimientos a partir del 2026 ya que hasta el 2024 el FMI cubrirá todos los vencimientos con nuevos reembolsos.